Explicación De Los 7 Hábitos De La Gente Altamente Efectiva

• Hábito 1 – Ser proactivo

El hábito 1 es la autoconciencia que nos permite mantener cierta distancia, y examinar incluso la forma en que nos ‘vemos’ a nosotros mismos, nuestro paradigma personal, el paradigma más fundamental de la eficacia. Afecta no sólo a nuestras actitudes y comportamientos, sino también a la forma en que vemos a otras personas.

Este primer hábito fue presentado en el libro porque, para el escritor, actuar proactivamente es un factor determinante entre ser y no ser efectivo. Para Covey, la proactividad es más que tomar la iniciativa o pensar positivamente: los que adoptan una actitud proactiva se anticipan a los problemas y además no huyen cuando es imposible evitarlos.

El autor señala que tenemos el instinto de influir en el mundo que nos rodea siendo proactivos, y eso es lo que nos hace diferentes de los animales. Podemos decidir cómo reaccionar a cada uno de los estímulos que recibimos. Y esa puede ser una manera de tomar el control de nuestro propio futuro.

De acuerdo con el autor la reactividad seria lo opuesto a la proactividad que se define básicamente en reaccionar a las circunstancias ajenas dejando que las emociones fluctúen de acuerdo con lo que sucede a nuestro alrededor. En la proactividad, por otra parte, es posible determinar el propio clima sin que lo afecten las condiciones externas. Mediante eso podemos observar que una persona efectiva raramente echa la culpa a su alrededor, prefiriendo asumir la responsabilidad de las actitudes que ha tomado.

Por medio de este primer hábito se puede concluir que asumir la responsabilidad de la propia vida, teniendo la capacidad de elegir la respuesta a cualquier estímulo es ser proactivo.

El autor informa de la importancia de pensar desde dentro hacia fuera, de asumir la responsabilidad de nuestras actitudes y de lo que somos.

Comenta brevemente la historia de Victor Frankl, un psiquiatra que vivió como prisionero en los campos de concentración y tuvo la fuerza para resistir una situación dramática y conmovedora, lo que alivió su dolor fue el sueño de la libertad y se convirtió en una inspiración para las personas que lo rodeaban.

• Hábito 2 – Empezar con un objetivo en mente

En el Hábito 2 se aplica a múltiples circunstancias y niveles de vida, la aplicación más importante de comenzar con los objetivos en mente. Cada momento de tu vida, el comportamiento de hoy, mañana, la semana que viene, el mes que viene. Manteniendo este objetivo claro en tu mente, estarás seguro de saber que todo se puede hacer en ciertos días.

Este es el hábito de la persona líder. Indica la necesidad de comenzar cada día con una clara comprensión de sus metas y sueños deseados.

Creo que esta es la parte más importante de la vida personal y financiera de una persona. Todo comienza con un objetivo en mente.

Según el autor, todas las cosas se crean dos veces: una cuando reflexionamos sobre ello y otra cuando lo ponemos en práctica.

¿Alguna vez has trabajado sólo por trabajo, sin tener un objetivo? Si quieres ser efectivo, para Covey, este es el camino equivocado. A parte de la proactividad, el autor señala que actualmente es más fácil resolver los problemas cuando se tiene un objetivo concreto. De esta manera puedes concentrarte en tu misión, eliminando otras actividades que no te llevarán a donde quieres estar.

Según Covey, el hecho de ser eficiente, de realizar varias tareas de manera rápida, no sirve de nada si no se sabe por qué la está haciendo. Para evitar problemas así, lo mejor es tener los objetivos a largo plazo muy claros. Uno debe preguntarse a sí mismo cómo le gustaría ser recordado en el futuro. Solamente así se puedo tener un buen punto de partida para definir la misión y los valores en los que cree.

Podemos definir por esto que podemos vivir corriendo y ser aún más eficientes, pero sólo seremos verdaderamente efectivos cuando tengamos un objetivo en nuestra mente y cuando tengamos un objetivo en nuestra mente obtengamos una perspectiva diferente.

• Hábito 3 – Primero el más importante

Es la realización, la transformación en realidad, la emergencia natural de los hábitos. Saber administrar con la izquierda y poder manejar con la derecha.

Este hábito nos lleva a controlar nuestro tiempo. Para ser verdaderamente efectivos, debemos organizar nuestro tiempo en torno a nuestras prioridades.

Para poder lograr los objetivos bien definidos del anterior hábito, es importante tener en cuenta que los puntos tratados se conviertan en acciones.

Para Stephen R. Coey, una forma de hacerlo es dar prioridad a lo que más vale la pena. Independientemente de la herramienta utilizada, el autor dice que es necesario recordar una simple regla: poner lo más importante primero. En esta idea, las tareas más importantes se cumplen y las menos urgentes se ponen en segundo plano.

¿Y cuándo todo parece urgente? Para poder definir el orden de importancia, es crucial recordar los objetivos finales. Las tareas más importantes son las que más te acercan a lograrlas. Estos son proyectos que a menudo no parecen urgentes, pero que forman parte de un plan más amplio y que marcarán la diferencia a largo plazo.

¿Qué podría hacer (y no está haciendo en este momento) que, si se hace de forma consistente, marcaría una gran diferencia positiva en su vida personal? ¿Qué, en su vida profesional o de negocios, tendría el mismo efecto? Covey comienza con estas 2 preguntas sobre el hábito 3 y continúa: ‘El hábito 3 es el fruto personal, el lado práctico de los hábitos 1 y 2.’ El hábito 1 dice: ‘Tú eres el creador. Tú estás a cargo’. El hábito 2 consiste en la primera creación, o creación mental. Son absolutamente los requisitos previos para el hábito 3.

Más allá de la autoconciencia, la imaginación y la conciencia, es el cuarto don humano – la voluntad independiente – lo que realmente hace posible una gestión personal efectiva.

Aprender a decir no es un consejo del autor para ayudar en esta priorización.

Un capítulo entero sobre lo que es establecer prioridades y cómo trabajar con ellas. Nada más y nada menos.

Habla de lo que es urgente y lo que es importante, y sus diferencias. Explica el problema de la priorización diaria de las tareas (trabajamos en lo urgente, solos). Nos enseña a identificar nuestros papeles, a establecer objetivos, a planificar, a experimentar el proceso, a confiar en nuestras decisiones.

• Hábito 4 – Piensa en ganar/ganar

Se basa en el principio de que la victoria de una persona no se produce necesariamente a expensas de la derrota de otra. Ambas partes pueden salir beneficiadas de un acuerdo.

Nos enseñan a vivir en un mundo de competición, desde la infancia cuando comparamos nuestros juguetes con los de otros niños, pasamos por el proceso de obtener las mejores notas en la escuela, hasta la competición de poseer las mejores casas y los mejores coches.

Algunas personas creen que el dinero es finito y por lo tanto deberían ganarlo con gusto primero, pero puedes hacer tu propio dinero, inventar tu trabajo.

No hay necesidad de competir con otros por la misma vacante.

Cuando creas tu propio trabajo, estás ayudando a otras personas porque les ofreces trabajo. Pronto, estarás cultivando el pensamiento de ganar/ganar. Esto es para cualquier otra actividad en tu vida.

Según el autor, las personas que piensan en ganar contra perder, es decir, en una cierta situación ganan y la otra persona pierde, mantienen a las otras personas alejadas de ellos. Las personas que ganan contra las que pierden se evitan automáticamente.

La gente que cree que Ganar contra Ganar tiene una mentalidad de abundancia, siempre habrá un pedazo de la torta para todos.

Ninguna relación que no sea la de Ganar x Ganar no se sostiene a largo plazo, piensa en tu relación con tus mejores amigos y familia.

• Hábito 5 – Intentar entender primero, y luego ser entendido

Este es el hábito de la comunicación efectiva donde debemos crear empatía para que podamos aprender a escuchar y entender mejor a las personas. Es importante entender a la gente, y es importante escucharla.

Muchas personas, cuando están interesadas en hablar con alguien, apenas empiezan a hablar de su situación y pronto son interrumpidas por otras que dicen haber pasado por el mismo problema.

Las personas son diferentes entre sí y, por lo tanto, sus problemas, por muy similares que sean, causan reacciones diferentes.

Así que, antes de comentar que has pasado por ese problema, escuchar con empatía puede ser mucho más reconfortante que dar inmediatamente un consejo para resolver ese problema.

El autor nos muestra que la forma en que ves el mundo, sólo tú ves, esta es tu y sólo tu visión. Nuestra visión del mundo no es algo objetivo, es algo subjetivo que surge de nuestras experiencias y percepciones, es nuestra interpretación.

Practica escuchando lo que los demás dicen hasta el final, y a partir de ahí empieza a sacar tus conclusiones. Haz preguntas y trata de entender cómo piensan los demás, ¡compréndelos! No eres el maestro de la razón, y mucho menos sabes todo.

Antes de ofrecer una solución, hay que escuchar los problemas de la gente con empatía. En un mundo en el que mucha gente quiere hablar, pero nadie quiere escuchar, escuchar puede ser una buena cualidad. Por eso el quinto consejo de Covey es ofrecer soluciones sólo después de haber diagnosticado el problema. Para eso, primero tienes que entender, y luego tienes que ser entendido. ¡Y eso requiere atención para escuchar los problemas de los demás!

• Hábito 6 – Crear sinergia

El autor comienza citando a George Bush: ‘ “En las cosas cruciales hay que tener unidad, en las cosas importantes hay que tener diversidad.”. Covey dice que cuando se entiende correctamente, la sinergia nada más es que la actividad más dinámica en toda nuestra la vida – la verdadera prueba y manifestación de todos los demás hábitos vistos juntos. Las formas de sinergia más desarrolladas se centran en los cuatro dones exclusivamente humanos, la motivación ganadora y las habilidades de comunicación empática para afrontar los retos más difíciles de la vida. Como resultado, creamos alternativas, algo que no existía antes.

La sinergia es conocida como la esencia del liderazgo, siendo totalmente basada en principios. En una definición simple, significa que la relación establecida entre las partes es, en sí misma, también una parte. No es sólo una parte, sino la parte más catalizadora, más poderosa, más unificadora y emocionante.

Cuando te comunicas de forma sinérgica, simplemente estás abriendo tu corazón, tu mente y tu modo de expresión a nuevas posibilidades, nuevas alternativas, nuevas opciones. Comienzas con la creencia de que las partes involucradas obtendrán más conocimiento de tu interior, y que la emoción del aprendizaje mutuo generará un nuevo impulso hacia el aprendizaje, el descubrimiento y la maduración.

Covey nos muestra los niveles de comunicación defensiva (baja confianza y cooperación), respetuosa (confianza y cooperación medias) y concluye que la sinergia depende de una alta confianza y cooperación entre los individuos.

Puede haber casos en los que ganar/ganar es difícil de lograr para ambas partes. Para ello debemos buscar una tercera alternativa que sea razonablemente buena para ambas partes. Pero debemos tener cuidado con la sinergia negativa, porque buscar una tercera alternativa es un importante cambio de paradigma y esto puede ser peligroso cuando no se tienen los fundamentos correctos en los principios correctos.

La esencia de la sinergia es saber valorar las diferencias sean mentales, emocionales y hasta mismo psicológicas entre todas las personas. Y la clave para valorar las diferencias es darse cuenta de que todas las personas ven el mundo no como es, sino como son.

Ecología es una palabra que básicamente define el sinergismo en la naturaleza – todo está relacionado con todas las cosas. Es en la relación que se maximizan los poderes creativos, así como el poder real de estos 7 Hábitos radica en la relación entre ellos, no sólo en los hábitos tomados por separado.

• Hábito 7 – Afinar el instrumento

Este es el hábito de la auto-renovación, de mantener nuestros instrumentos para que puedan seguir funcionando correctamente.

Revise los 7 hábitos de las personas altamente efectivas y vea cuán importantes son para que pueda reflexionar sobre sus creencias y modificarlas de acuerdo con sus metas de vida.

Las enseñanzas del libro pueden apoyarte en tu mejora como individuo, ya sea en tu lugar de trabajo o incluso en casa con tu familia.

El hábito 7 significa detenerse para afinar la sierra, o afinar el instrumento. Rodea los otros hábitos del paradigma de los 7 hábitos porque es el hábito que hace posible todos los demás.

El hábito 7 representa el PC personal. Preservar y mejorar su bien más preciado: usted mismo. Las cuatro dimensiones de su naturaleza, espiritual, física, mental y social/emocional, son renovadas por este hábito.

La dimensión física se trata de cuidar efectivamente nuestro cuerpo físico – comer la comida adecuada, descansar y relajarse lo suficiente, y hacer ejercicio regularmente. El ejercicio es una de las actividades de alto nivel del cuadrante II que la mayoría de nosotros no hacemos constantemente porque no es urgente. Y como no practicamos, tarde o temprano nos damos cuenta de que caemos en el cuadrante I, el tratamiento de los problemas de salud y las crisis son el resultado natural de la negligencia.

Renovar la dimensión espiritual añade liderazgo a tu vida. La dimensión espiritual es tu centro, tu interior, tu compromiso con el sistema de valores. Es un área de la vida muy personal, de suprema importancia. Se nutre de las fuentes que lo inspiran y lo elevan a las verdades eternas de toda la humanidad.

Covey encuentra consuelo y renovación en las oraciones meditativas de las Sagradas Escrituras porque reflejan su sistema de valores. Pero la inmersión en literatura o música de calidad puede renovar el espíritu de algunas personas (como es mi caso). Otros lo logran en comunión con la naturaleza. La renovación espiritual lleva tiempo, pero es una actividad del cuadrante II, y no podemos rechazar el tiempo necesario para ello.