Grandes Potencias que Influyeron el Tratado de Versalles

Introducción

El tema elegido para el presente trabajo partirá de la siguiente cuestión: ¿En qué medida las grandes potencias de la época influyeron para que se consigne el Tratado de Versalles en 1919? Para ello, el objetivo principal del presente que expongo a continuación se cumplirá con el análisis y la evaluación de una serie de documentos de sitios web seguros, la información es amplia y se presenta desde diferentes puntos de vista, por ello he seleccionado determinada bibliografía referente a la temática, necesitaré indagar la información adecuada para lograr respuestas referentes a la interrogante planteada.

Con esta selección documental, podré analizar cómo las grandes potencias partícipes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) influyeron para que se llegara a firmar el Tratado de Versalles, el mismo que promulgaría el fin del combate a partir de varios apartados; la crisis en la economía de Alemania y el reforzamiento de Estados Unidos, fueron determinantes para la consignación del tratado y la repercusión en los países que se vieron afectados al formar parte de este acontecimiento de la Triple Alianza y la Triple Entente, en lo económico, humano, social y ambiental . Además, se observa la situación en que quedaron los países deliberantes, aprovechando de un múltiple de avances tecnológicos de la época y alcanzar resultados favorables de este litigio.

La consolidación del Tratado de Versalles tuvo énfasis para la finalización de la Primera Guerra Mundial, ningún conflicto político, económico, social y humano es beneficioso, para quienes participaron porque las secuelas repercutieron en los espacios conflictivos y el entorno.

Finalmente, los gobernantes de las potencias que participaron en aquella época, justificaban la razón de los conflictos que al final consignaron la firma del Tratado de Versalles, dejando en claro que los acontecimientos sucedidos llevaron a los gobernantes a ceder y plasmar la firma de convenios, acuerdos, observaciones de los países involucrados, logrando entendimientos a su beneficio.

Desarrollo

El tratado de Versalles

Durante la primera Guerra Mundial conocida también como la Gran Guerra o la Guerra Europea consecuencia del asesinato del archiduque Francisco Fernando. Tras este acto Austria culpó a Serbia por tal delito y por ello el 28 de julio de 1914 se propone el plan de guerra. En donde por un lado estaban las Potencias Centrales que conformaban la Triple Alianza conformada por: el Imperio alemán, Austria-Hungría y el Imperio Otomano. Siendo Austria-Hungría el promotor principal del desencadenamiento de la guerra, Italia no formó parte de esta alianza debido a la acción realizada por Austria. Adicionalmente, los combatientes integran la Triple Entente conformada por: el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. El combate tuvo su desarrollo en todo el mundo, en los continentes de Oceanía y americano fue poco influyentes, en el continente africano no tuvo mayor impacto, en relación con el continente europeo y asiático este fue más intenso.

Tras cuatro años que permanecieron en conflicto estas grandes potencias, se formaliza una reunión en París para determinar el futuro del territorio en guerra y la repercusión en el mundo entero ya que todo esto repercutía indirectamente a poblaciones de otros continentes, desde los grandes países hasta los más pequeños. Deliberando durante seis largos meses en la Conferencia de Paz que se dio en Paris hasta concretar el acuerdo de paz fundamentado en el fin de la Primera Guerra Mundial, Alemania asume el compromiso de no tomar medidas negativas en contra de la Triple Entente.

El Tratado de Versalles en si fue uno de los tratados más escandalosos y agresivo de la historia contemporánea, un acto de saqueo perpetrado por una banda de ladrones contra una Alemania indefensa, postrada y sangrante. Entre sus numerosas cláusulas se requería a Alemania y sus aliados aceptar toda la responsabilidad de la guerra y, bajo los términos de los artículos 231-248, desarmarse, hacer concesiones territoriales sustanciales y pagar las reparaciones de las potencias de la Entente. Alemania debía perder una gran parte de su territorio, alrededor de seis millones de habitantes y la mitad de sus recursos de carbón y hierro.

Las medidas principales del acuerdo fueron que Alemania perdió el derecho de poseer un ejército, excepto 90.000 soldados y 4.000 oficiales; los efectivos eran alistados alrededor de doce años en ninguno de los aspectos, además si alguno de ellos moría durante ese lapso, no podía ser reemplazado; también se eliminaba el estado mayor; quedaba suprimida la artillería pesada, la aviación militar y se debían desmantelar todas las fortalezas y los puertos militares; así mismo se prohibía la fabricación de armas y se establecían comisiones aliadas de contralor.  A pesar de todo esto, se permitía a Alemania conservar seis cruceros de 10.000 toneladas cada uno, doce destructores y doce cañoneras; quedaba suprimida la flota submarina; los puertos marítimos, y varios de los ríos se declaraban abiertos a las naves de las potencias aliadas, sin necesidad del permiso de Alemania.

Cabe resaltar que los fundamentos del Tratado de Versalles eran de una diplomacia imperialista, diseccionada al poder político sin considerar frases como Libertad, Humanismo, Pacifismo y Democracia.

Alemania tras la Primera Guerra Mundial.

El combate había llegado a su fin luego del documento firmado el 11 de noviembre de 1918. En el que emanaban que el Estado Mayor pusiera fin a las hostilidades. Tras cuatro horas de terribles acontecimientos y deliberaciones, el Frente Occidental, el ejército alemán desgastado por la guerra comenzó a desintegrarse por muchos factores: la disciplina se rompió, los soldados se negaban a obedecer a sus oficiales y las deserciones se habían convertido en una epidemia que influyo en todo el contexto.

En noviembre del mismo año la flota de Alta Mar alemana se reveló debido a que por rumores se enteraron que los barcos, y sus tripulaciones, serian sacrificadas en la batalla de las armadas conjuntas británicas y norteamericanas. Los marineros alemanes se integran con los trabajadores revolucionarios.

El poderoso imperio alemán colapsó en el momento de la verdad. Los trabajadores y marineros establecieron el Consejo Obrero de Kiel (ciudad). El 4 de noviembre, Kiel estaba en manos de los amotinados que arrestaron a los oficiales y los desarmaron. Delegaciones de trabajadores y marineros se dirigieron hacia los otros puertos permitiendo el ingreso libre si llevaban consigo la bandera roja.

La casta de oficiales estaba impotente, el Estado estaba suspendido en medio del aire y el poder estaba en la calle esperando que alguien lo recogiera. La clase dominante alemana inmediatamente comprendió que la resistencia dominaba el espacio. En su lugar, decidieron deshacerse del káiser y basarse en los dirigentes socialdemócratas como el único baluarte que quedaba del ‘orden’.

El Estado Mayor alemán depuso en sus funciones a káiser jefe de estado y lo extradita a Holanda.

La clase dominante alemana era consciente de que el principal peligro estaba en el frente interno. Se hizo un intento poco entusiasta de entregar el poder al príncipe Max. Pero, el poder real estaba en manos de los Consejos Obreros. Para evitar que los trabajadores establecieran un gobierno revolucionario, el Estado Mayor alemán pidió los servicios del ala de derechas socialdemócrata, Gustav Noske, que fue a Kiel para tomar el control de la situación y desviar a los trabajadores y marineros revolucionarios hacia lugares ‘seguros’ (es decir burgueses). Los ladrones imperialistas reunidos en París estaban igualmente alarmados porque la historia demuestra que la revolución es contagiosa.

Los representantes alemanes fueron sistemáticamente humillados antes de entrar en el salón, donde por primera vez se enfrentaron a la expresión pétrea de los vencedores. Se leyeron los términos del tratado. No hubo discusión, ni siquiera se permitieron las preguntas. El 7 de mayo cuando se enfrentaron a las condiciones dictadas por los vencedores, incluida la llamada ‘Cláusula de culpabilidad de la guerra’, el ministro de exteriores replicó a Clemenceau, Wilson y Lloyd George: ‘Sabemos toda la carga de odio a la que nos enfrentamos aquí. Nos exigís que confesemos que somos la única parte culpable de la guerra, esa confesión de mi boca sería una mentira’.

Estas protestas no eran inútiles. Los alemanes asumieron la humillación tras la derrota. Después, se retiraron de los procedimientos del Tratado de Versalles, un gesto inútil y desesperado. En vano el gobierno alemán hizo una protesta contra lo que consideraba exigencias injustas y una ‘violación del honor’. En un acto teatral, el recién elegido canciller socialdemócrata, Philipp Scheidemann, se negó a firmar el tratado y dimitió. En un discurso apasionado ante la Asamblea Nacional el 12 de marzo de 1919 calificó el tratado de ‘plan homicida’ y exclamó: ‘¿Qué la mano que intenta ponernos cadenas como estas se marchite? El tratado es inaceptable’ porque Alemania es condicionada a exigencias drásticas, quedando desarmada, con un ejército disuelto siendo la situación insostenible. La Asamblea Nacional votó a favor de firmar el tratado por una gran cantidad de votos a favor, con 5 abstenciones. El ministro de exteriores Hermann Müller y Johannes Bell viajaron a Versalles para firmar el tratado en nombre de Alemania. Y fue rubricado el 28 de junio de 1919 y ratificado por la Asamblea Nacional el 9 de julio de 1919 igualmente con una gran cantidad de votos a favor.

Este es el origen de la leyenda negra de la ‘puñalada en la espalda’. Los nacionalistas de derechas y ex – líderes militares comenzaron a culpar a los políticos de Weimar, socialistas, comunistas y a los judíos por la supuesta traición nacional de Alemania. Los “Criminales de Noviembre” y la recién formada República de Weimar fueron responsabilizados de la derrota. Esta fue la melodía que los nazis y otros nacionalistas de derechas tocarían continuamente en el siguiente período, culpar a los extranjeros, a los judíos y traidores por las miserias y sufrimientos del pueblo alemán.

Estados Unidos y el Tratado de Versalles

El 11 de noviembre de 1918 el primer ministro británico David Lloyd George anuncio que se había firmado un armisticio entre Alemania y las potencias aliadas. En realidad, Europa solo estaba a dos decenios de otra guerra aún más cataclismica. Como en la primera Guerra Mundial nada había resultado tal como se planeó, fue inevitable que la búsqueda de la paz fuera tan vana como las expectativas con que las naciones se habían lanzado a la catástrofe. Cada uno de los participantes había previsto una guerra breve, dejando la determinación de sus condiciones de paz a la especie de congreso diplomático que había puesto fin a los conflictos europeos en el siglo anterior. Pero al aumentar las bajas, alcanzando proporciones horrendas, pesaron más que las disputas políticas del preludio al conflicto: la pugna por la influencia en los Balcanes, la posesión de Alsacia-Lorena y la carrera en la construcción de barcos de guerra. Las naciones de Europa llegaron a achacar los sufrimientos a la maldad innata de sus adversarios y se convencieron de que un acuerdo no podría traer una autentica paz; había que derrotar por completo al enemigo, o combatir hasta el último aliento.

Al llegar el invierno de 1914-1915 la estrategia militar y la política exterior habían perdido todo contacto. Ninguno de los beligerantes se atrevía a buscar una paz de compromiso. Francia no cedería hasta haber recuperado a Alsacia-Lorena; Alemania no consideraría una paz si pedir que se devolviera territorios que había conquistado. Una vez lanzados a la guerra, los gobernantes de Europa se obsesionaron tanto por el fratricidio, se enloquecieron tanto por la destrucción progresiva de toda una generación de sus jóvenes, que la victoria se volvió su única recompensa, sin importar las consecuencias que sucedieran. Las más mortíferas ofensivas solo confirmaron el estancamiento militar, produciendo bajas que habrían sido inimaginables antes de la llegada de la tecnología moderna. Los esfuerzos por obtener nuevos aliados confirmaron el estancamiento político, pues cada nuevo aliado-Italia y Rumania de parte de los Aliados, Bulgaria a lado de las potencias centrales- exigía su parte del botín previsto, destruyendo así la poca flexibilidad que aún conservaba la diplomacia. Las condiciones de paz poco a poco despertaron desacuerdos. El estilo aristocrático y un tanto conspiratorio de la diplomacia del siglo XIX resulto inaplicable en la época de la movilización de masas.

La Gran Guerra se la dedujo como una típica guerra de gabinete, basada en notas que pasaron de una embajada a otra y de igual manera telegramas distribuidos entre monarcas soberanos durante todas las etapas diseccionadas al combate verdadero. Sin embargo, al empezar la guerra y con tener las calles europeas llenas de exultantes multitudes, el conflicto expuesto como cancillerías pasó a convertirse en una lucha a masas.

Antes de que fuera evidente toda la dimensión de este desastre, en gran parte auto infligido, apareció en el escenario un nuevo actor para poner fin de una vez los que hasta entonces se había llamado el Concierto de Europa. Entre los escombros y la desilusión de tres nativos encargados de matar, los Estados Unidos entraron en la arena internacional con una confianza, una fuerza y un idealismo que eran inimaginables para sus exhaustos aliados europeos. La entrada de los Estados Unidos en la guerra hizo técnicamente posible la victoria total, pero lo direccionó con objetivos con poca relación en el orden mundial que Europa había conocido durante unos tres siglos y por el cual, supuestamente, había ido a la guerra. Los Estados Unidos decidieron el concepto de equilibrio del poder, y consideraron inmoral la práctica de la Realpolitik. Las normas norteamericanas para el orden internacional se basaban en la democracia, la seguridad colectiva y la autodeterminación, a pesar de no estipularse en el acuerdo europeo.

Fin de la Gran Guerra y el Tratado de Versalles

El Tratado de Versalles marcó la finalización de la Primera Guerra Mundial que se llevó a cabo durante cuatro años, se inició en 1914 y finaliza en 1918. La Primera Guerra Mundial se nominó “La Gran Guerra” considerada un conflicto bélico global centrado en Europa iniciándose en el verano de 1914. Este conflicto involucró a todas las grandes potencias del mundo que se dividieron en dos grandes alianzas opuestas, los Aliados con dirección a la Triple Entente y los Imperios Centrales. La gran guerra engloba alrededor de 70 millones en equipamiento militar y 60 millones de personas militares europeas, siendo dispuestos a movilizarse y cumplir órdenes emanadas y lograr salir abantes y triunfantes. Muchos de los combatientes pierden la vida por diversas causas, a pesar que ya existían avances tecnológicos en potencia de fuego de armamentos y estrategias que se aplicaban en los dos grupos de combate. Esta guerra dura 4 largos años con resultados de pérdidas humanas, destrucción material y efectos económicos, desintegración del Imperio Otomano y del Imperio Austro-húngaro, dando oportunidad a que se fortalezca EE. UU en los aspectos político, militar, social, familiar y económico, concluyendo este accionar en beneficio de la Primera Guerra Mundial.

La Gran Guerra recurre a la conformación de la Liga de Naciones o Sociedad de Naciones con el fin de propiciar la paz mundial, bajo el mandato del presidente de Norteamérica Woodrow Wilson quien formula y propone 14 puntos con la finalidad de aprovecharse de las circunstancias y dirigir los conflictos externos entre internaciones y evitar guerras futuras. Por otro lado, el presidente de Francia, Clemenceau fue muy vigoroso en las represalias que existían contra Alemania, porque gran parte de la Gran Guerra se desarrolló en territorio francés. Luego de ello, al concluir la Primera Guerra Mundial, en Berlín, el congreso fundacional del Partido Comunista de Alemania seguía trabajando para dar fin a la guerra y el 1 de enero de 1919 Rosa Luxemburg perteneciente al Partido Comunista de Alemania expone una propuesta que fue rechazada en el pasado y se fundamentaba la misma que consistía en que Partido Comunista de Alemania debía participar en las futuras elecciones por lo tanto se unen e integran una nueva Asamblea Constituyente y Parlamento. Ante estas pretensiones el partido no interesa ganar las elecciones, sino que se inclina por un golpe de Estado. Tiempo después, ante estas circunstancias se producen varios enfrentamientos en territorio europeo, lo que conlleva que el 18 de enero de 1919, en París se inicia las negociaciones entre los aliados y estipula varias condiciones de paz a los Imperios Centrales, e impiden el contraataque. Constituyéndose en un comité de 10 miembros, integrando a británicos, franceses, estadounidenses, italianos y japoneses, finalmente este comité se conforma de cuatro jefes de gobierno: David Lloyd George, Georges Clemenceau, Woodrow Wilson y Vittorio Emanuel Orlando, que, durante una variedad de reuniones, basados en un mismo objetivo lograron la finalización de la Gran Guerra.

El presidente Wilson de Norteamérica se propuso crear una sociedad, a la cual la nómina Sociedad de Naciones, orientada a resolver pacíficamente cualquier otro conflicto y promulga una reorganización de las fronteras de Europa, siempre y cuando se considere y respete a las etnias de cada región y aplicar sus catorce puntos que habían sido propuestos a finales de 1918. Estos puntos desde el momento que fueron expuestos, constituyeron la única posibilidad de paz, en un mundo donde había triunfado la revolución bolchevique en Rusia, la cual negociaba la paz por separado, con los Imperios centrales. Esto constituía un gran peligro en el frente occidental puesto que los alemanes podían concentrar sus ejércitos en Flandes y el norte de Francia.

El 27 de enero los aliados arribaron a un pequeño pueblo de Rusia, tras un largo y agotador viaje ya que tuvieron que resistir varios ataques del ejército rojo durante las semanas siguientes. Por otro lado, tropas griegas, francesas y británicas desembarcaban en Odesa dispuestas a cooperar con los alemanes.

Al firmarse el Tratado de Versalles imponía como principal condición que poseía una variedad de penalidades para la caída de Alemania, esto causa la crisis económica en territorio europeo que asumió el pago excesivo de sus recursos para solventar el combate en la guerra, debido a que tuvieron que invertir dinero y fomentar el mejoramiento del arsenal militar como, por ejemplo: tanques de guerra y aviones, para provocar ataques terrestres y aéreos. Además, como principal condición del Tratado de Versalles era la pérdida de un extenso parte del territorio de Alemania. Los países vencidos sufrieron cambios en sus fronteras y Europa cambió totalmente su fisonomía que significó “el fin de una determinada mentalidad europea rectora del mundo”, mostrando “la crisis profunda de la cultura de la modernidad”. La caída por parte de Alemania, la disolución de Austria – Hungría y la toma del poder en Rusia por parte de los bolcheviques, dejaron como resultado a los vencedores libertad de acción para determinar las características de la paz.

Pasado 5 años del asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, Alemania y los aliados decidieron promulgar la paz y por tal razón accedieron a firmar el Tratado de Versalles. En donde los cambios territoriales que tuvieron lugar tras la firma consistían en que Francia recuperaba Alsacia y Lorena; Alemania perdía la parte que le había correspondido en las particiones de Polonia, un corredor polaco que se concedió a Polonia para que tuviera salida al mar, y que desconectaba a Prusia del resto de Alemania; el Imperio Austro-húngaro se desintegra, Austria queda reducida a la región de población germánica, prohibiendo tener algún vínculo con Alemania, además, Hungría perdía la mayor parte de sus territorios históricos, que pasaban a formar parte de Checoslovaquia, Polonia y Rumanía.

Conclusión

Tras haber aplicado una investigación bibliográfica y un análisis concreto de los diversos documentos históricos aportados en las páginas web seleccionadas para llevar a cabo este trabajo, se me facilitó concretar en lo que se fundamenta el Tratado de Versalles y la manera en como las grandes potencias de aquella época, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, influyeron en los convenios y firma del tratado.

En relación a la cuestión a investigar, he consignado información con respecto a la temática, indagando para el análisis la argumentación y la comparación, del impacto del fin de la Primera Guerra Mundial la misma que afecto a determinados pueblos, comunidades y países que se encontraban al límite de la región donde se produjo el conflicto, tras muchas consecuencias al final se consolida el Tratado de Versalles. Dentro de este contexto he analizado lo que respecta el combate entre la Triple Alianza frente a la Triple Entente dos grupos con ideales antagónicos, resaltando los efectos que causo este combate, entre ellos menciono: la separación de Austria-Hungría, Francia perdió Alsacia y Lorena, Alemania quedó destrozada en todos los aspectos.

Ante todo la consolidación y firma del Tratado de Versalles fue la mejor solución frente a este problema, dado que finalizaría el combate y evitaría que se produjera más destrucciones en los bandos y espacios que se involucraron por el conflicto , este firmado se llevó a cabo en la ciudad de Versalles, a principios de 1919.Los gobernantes de Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e incluida Alemania, se dieron cuenta que la Gran Guerra iba cada vez empeorando y causando efectos negativos en todos los aspectos humanos, sociales económicos, industriales y territoriales.

Es por ello que, a principios de 1919, al realizarse una junta en París, tanto los países que conformaban la Triple Alianza como aquellos de la Triple Entente se vieron forzados a aceptar el acuerdo y finalizar los ataques. Aunque se logró acabar con la Gran Guerra, no se obtuvo del todo resultados favorables por ambos bandos, al contrario, Alemania se vio demasiado afectada, esto se debió a que había perdido gran parte de lo que respecta su economía y población, además, que el Tratado de Versalles le imponía quitar su poder sobre el pueblo de Alsacia y Lorena perdiendo gran parte de su ejército afectando su economía.

Personajes destacables como Woodrow Wilson y Winston Churchill, apoyaron a la consignación del Tratado y estuvieron presentes mientras se llevaba a cabo. Woodrow Wilson apoyo a la finalización del combate a partir de su exposición acerca de sus 14 puntos fundamentados en propuestas para la creación de objetivos que defiendan a la Triple Entente y sirvieran para las negociaciones de paz frente a los Imperios Centrales.

Ante estas circunstancias, el pueblo alemán al ser el más afectado en relación a sus agresores accede a lo que estipula el Tratado, aunque más tarde opto por revelarse y no cumplir lo que estipula el Tratado de Versalles, superando los efectos que conllevo la Primera Guerra Mundial. En definitiva, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania, se señalaron como los principales autores de lo que fue el Tratado de Versalles, dado que ya no aceptarían más muertes, destrucción de la infraestructura y pérdida económica, conocían la gravedad del asunto y como esto incide negativamente a los pueblos inmersos en el conflicto y los del entorno. A partir de todo esto se incentiva a la creación de la Liga de las Naciones para evitar las agresiones, reducir el armamento, consolidar la paz y la seguridad en los espacios internos y externos de los países deliberantes.

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