Historia Contemporánea En El Siglo XIX Y XX

Introducción

El periodo histórico que avanza del siglo XIX al siglo XX, nuestra primera aproximación a lo que será la verdadera etapa de estudio de esta asignatura, está tremendamente influido por el desarrollo del nacionalismo y del imperialismo, consecuencias directas de la globalización y del también desarrollo del capitalismo. 

 La Segunda Revolución Industrial deviene un punto clave como segunda fase del progreso de este imperialismo que ya anticipaba la Primera Revolución Industrial, donde tuvieron un papel muy destacada región como Europa o Estados Unidos. No obstante, también hubo una expansión muy fuerte en el Este de Asia, por lo que, a continuación, destacaremos brevemente el comportamiento de China, Rusia y Japón, centrándonos especialmente en la expansión japonesa.

Desarrollo

Antes de su intervención en la Primera Guerra Mundial, los japoneses estaban involucrados en algunos conflictos, como lo es la Primera guerra si no-japonesa, la cual tuvo como principal exponente el control y la influencia sobre Corea en el marco de la Dinastía Chosŏn. En efecto, aunque China tenía una gran flota y un gran ejército, estos eran bastante anticuados, lo que facilitó enormemente su rápida derrota.

 Ante su victoria, las tropas japonesas cometieron grandes atrocidades contra chinos y coreanos, considerándolos una raza inferior. Por tanto, aquí también vemos involucrada una clara noción de raza que se vincula con la expansión imperial y con el surgimiento y desarrollo de los nacionalismos. Finalmente, China se vio obligada a firmar el Tratado de Shimonoseki y según Xulio RÍOS, director del IGADI y del Observatorio de la Política China, cedió a Japón “el dominio sobre Taiwán y las islas de los alrededores que administraba, entre otras las Diaoyu”. “El conflicto China-Japón”.

Los rusos, por su parte, también tenían sus ambiciones en el pacífico, por lo que inevitablemente chocaron con Japón en lo que se conoce como la Guerra rusojaponesa, un conflicto surgido antes de sus ambiciones imperialistas rivales en los territorios de Manchuria y Corea. En este marco, y según afirma el historiador Eduard Montag, convenía llegar a acuerdos y evitar el enfrentamiento, por lo que se propuso que Manchuria quedara bajo el dominio ruso y Corea bajo el japonés. No obstante, ante la negativa rusa, se inició el conflicto. “La guerra ruso-japonesa”.

De esta manera, en 1904, los japoneses atacaron la flota rusa y ganaron, de nuevo, muy rápidamente en la que sería la primera guerra naval moderna de la historia. Ante esta situación desastrosa para ellos, Rusia tuvo que ceder y se firmó el Tratado de Portsmouth, donde “Japón conseguía Port Arthur, se confirmó sus derechos sobre Corea y el norte de la isla de Sajalin. Por otro lado, Japón decidió dejar Manchuria en manos rusas. ”

En definitiva, nos encontramos en un contexto en que Japón se impone en el pacífico, y en el que China y Rusia quedan vencidas y desestabilizadas, así como también con diversos problemas fiscales. Y finalmente, tal como afirma la información de la presentación sobre este tema introductorio, todos estos conflictos comienzan a afectar a algunos de los regímenes antes de que comience la Primera Guerra Mundial.

A menudo no lo tenemos tan en cuenta como procede, pero, en efecto, las novelas y los cuadros son para los historiadores y para nosotros mismos una fuente más de información que pueden aportar mucho a la época o período histórico ilustrado. Por este mismo motivo, a continuación, procederé a relacionar la obra “The prodigal son in Modern Life: The Return” y lo que me transmite personalmente, datada en 1882 y perteneciente a J. Tissot, con los eventos y transformaciones que suceden en su época, para así poder indagar y conocer más sobre esta.

En efecto, la obra en cuestión se sitúa a finales del siglo XIX, por tanto, podríamos decir que se encuentra entre medio de este y el siguiente siglo, el XX. Este período histórico se caracteriza a grandes rasgos por el desarrollo y globalización del capitalismo, el surgimiento de los nacionalismos y el auge del imperialismo; precisamente, podemos observar algunos de estos rasgos en la obra de James Tissot. Entremos, pues, plenamente en su interpretación.

En esta representación puede apreciarse en un primer plano el reencuentro de lo que podría ser un padre y un hijo, a mi parecer, observados por las diversas personas que se encuentran alrededor. A menudo se dice que Tissot vivía en Londres cuando realizó esta obra, y que como le gustaba mucho pasar tiempo en el puerto de Londres, lo solía usaba como escenario para su trabajo. Lo interesante es que, precisamente, el centro de este nuevo sistema global antes de la Segunda Revolución Industrial es Londres.

 Ya que después de esta la industrialización se vuelve más global, por lo que países como Estados Unidos o Rusia que se convierten en naciones industriales y empiezan a competir con Gran Bretaña. Al fondo, también podemos apreciar la presencia de un barco con tripulantes todavía a bordo y atracado en el muelle, lo que es un ejemplo de las claras mejoras que se dieron a nivel tecnológico y científico en ese periodo de tiempo, en especial y atendiendo a la obra, respecto a los medios de transporte.

Para ser franca confieso que no estoy del todo segura de mi apuesta, pero considero que es la hipótesis que más se puede acercar a la realidad que ilustra esta escena, es decir, que se trate de un barco destinado al comercio. Hay que considerar que nos situamos en un momento en que el comercio se vio enormemente favorecido por el desarrollo de los medios de transporte y la Segunda Revolución Industrial, que ya venía precedido por la Primera Revolución Industrial. 

Por tanto, el sistema económico del capitalismo acabará expandiéndose e implicará un mercado global: especializaciones regionales, relocalización de la mano de obra y transferencia de capitales. Además, el libre mercado empieza a conectar el mundo viéndose con malos ojos el proteccionismo económico. Este ha sido mi principal razonamiento a partir del cual he formulado la hipótesis de que se trate de un barco destinado al comercio, además de por las ropas de los personajes que aparecen en la escena y la ausencia de armas.

Conclusión

No obstante, tengo que confesar que en un principio contemplé si podía tratarse de un barco de guerra o expedición, ya que en esos años entre 1880 y 1890 se da un proceso expansión territorial hacia zonas hasta entonces periféricas, donde el ejército expulsaba de sus tierras las comunidades aborígenes que vivían al margen del sistema y acostumbraban a utilizar la violencia para conseguir esa interconexión en el mundo, otra de las características de este período. 

Por tanto, creí probable que, considerando la fecha en que se ejecutó la obra, el hijo volviera de una de esas expediciones, o cualquier otra. Lo que me hizo descartar esta opción fue que el tipo de barco no parece ser de guerra, y lo mismo que me hizo decantar por la otra: el vestuario de los personajes, y la ausencia de armas.

Lo que es indudable, ya para finalizar con este breve comentario, es aquello que nos transmiten los colores, el trazo de la pincelada y la conmovedora escena de “The prodigal son in Modern Life: The Return”, Una representación de una época de grandes avances, pero llena de incertidumbre; precisamente, una incertidumbre que no tardará en desembocar en lo que René Dumont describe como “un siglo de matanzas y de guerras”, el siglo XX.