Historia de la Administración desde la Revolución Industrial Británica hasta Ahora

Introducción

La historia de la Administración se remonta alrededor de año 4000 a.C., originándose en la civilización egipcia con la necesidad de planear y organizar. Sin embargo, es a partir del siglo XXVII cuando empieza a tomar más auge a partir de la época de la Revolución Industrial; tanto teorías como escuelas de administración empiezan a tomar mayor relevancia. Cabe destacar que en este avance histórico que ha experimentado la administración, así como los factores de la Industrialización, también han existido diversos actores que han desarrollado propuestas y principios, contribuyendo así mismo a la Teoría General de la Administración (TGA), dentro de cuales se llegara a analizar, se encuentran Frederick Winslow Taylor, Henri Fayol y Ordway Tead.

Contenido

Para comprender de qué manera empezó a desarrollarse y a evolucionar la Administración, es necesario remontarse a los acontecimientos suscitados en el siglo XXVII en el marco de la Revolución Industrial. Al hablar de esta, nos referimos al “proceso iniciado en el siglo XVIII en Inglaterra, por el cual la humanidad pasó de unas formas de vida tradicionales (…) a otras fundamentadas en la producción industrial y la mecanización” (Fraile, y otros). Esto significó un giro de 180º para la producción y un cambio totalmente radical para la organización empresarial dentro de la sociedad, misma que se encontró dividida en dos fases: la Primera y la Segunda Revolución Industrial.

La primera, situada entre 1780 y 1860, se vio enmarcada por las fases de mecanización industrial, aplicación de fuerza motriz, desarrollo del sistema fabril y la aceleración del trasporte y la telecomunicación. Mientras tanto, la segunda fase se vio marcada por la aparición de los procesos del acero, el perfeccionamiento del dinamo, y la invención del motor de combustión interna. Sin embargo, aquello que empezaría a tomar mayor valor para el campo de la administración dentro de esta fase, es el desarrollo de nuevas formas de organización de carácter capitalista, donde “Las empresas de socios solidarios (formas típicas de organización comercial cuyo capital proviene de las utilidades obtenidas, capitalismo industrial), y que toman parte activa en la dirección de los negocios, dieron lugar al llamado capitalismo financiero” (Chivenato, 2004). En este, la industria estaba bajo el dominio de las instituciones financieras, donde los bancos pudieron otorgar préstamos y créditos a las industrias, en vista del gran crecimiento económico que estaba percibiéndose en esa época, llegando a jugar un papel importante en la inversión del capital de cada una de estas empresas o industrias que estaban aumentando su capacidad de producción.

Otro aspecto muy esencial desarrollado en esta fase, en torno al campo de la administración, fue la aparición y crecimiento de las denominadas “Holding Companies”. De acuerdo al artículo “Las Holding Companies, o empresas Tenedoras”, una Holding Company puede definirse como aquella que:

Se constituye para adquirir el control de otras compañías, ya sea adquiriendo una mayoría de acciones o adquiriendo el número de ‘acciones preferenciales’ suficiente para tener la mayoría de votos en su poder; recibiendo en cambio los accionistas de las compañías primitivas acciones de la Compañía Tenedora u Holding Trust. Puede también la Holding Company adquirir propiedades, o sean fábricas, negocios, minas, etc. (Alcazar, 1946)

Corresponde a un modelo de gestión y control que ejercen determinadas empresas sobre otras, debido a las acciones que posean sobre estas últimas, aunque en la industrialización se enfocó en la integración de los negocios existentes en ese momento, para poder lograr una mayor estabilidad financiera.

De la misma manera, así como existieron factores, también ejercieron un rol muy importante los diversos actores que contribuyeron a la evolución de la teoría administrativa, tales como Taylor, Fayol, Tead, etc., desde distintas perspectivas que aplicaban distintas técnicas para el avance organizacional de una empresa.

Frederick Winslow Taylor, conocido también como el pionero de la escuela tradicional (en el ámbito administrativo), proponía la administración científica, mediante la cual se quería medir la eficiencia de una empresa, es decir, analizar y comparar el desempeño tanto de los trabajadores como de las maquinarias, mediante determinadas técnicas que puedan contribuir a realizar dichas mediciones. El Objetivo de Taylor era que, a través de dichas técnicas, se pueda lograr un mejor manejo del personal, en oposición a los tradicionales modos de gestión que se radicalizaban en la jerarquía y el poder, convirtiéndose en un sistema basado en el control excesivo del empleado, y en muchos casos podía llegar a darse la explotación del personal, provocando que se tenga un bajo rendimiento y poca productividad por las circunstancias dadas; por tanto, tal y como se afirma en el libro ‘Evolución de la Administración’, “La observación y el análisis abren la puerta al crecimiento exponencial de las empresas” (Ríos & Giraldo, 2018). A partir de este aporte, se expanden las posibilidades de que la organización pueda aspirar a experimentar el crecimiento económico deseado, logrando de la misma manera que se pueda brindar un servicio con mayor calidad dentro de aquella sociedad.

George Claude, en su libro “Historia del Pensamiento Administrativo” afirma que “Un ambiente de una cooperación cercana y amistosa debería ser cultivada entre la administración y los trabajadores, para asegurar la continuidad del medio ambiente psicológico que haría posible la aplicación de principios científicos en la administración” (George & Alvares., 2005), el mismo ambiente que, siguiendo el modelo tradicional de gestión, no estaba conduciendo a buenos resultados, y ante lo cual la propuesta de Taylor surge como una solución ante dicha problemática. A través de esto, el líder deberá empezar a tomar las debidas acciones si quiere generar una mayor rentabilidad en la empresa, acciones que deben ser orientadas en el marco del conocimiento de cada uno de los procesos de producción que realiza la empresa, y de la mayor efectividad posible que puedan generar sus empleados, a través de las técnicas descritas por Taylor.

Así como la propuesta de Taylor, también se pueden encontrar los 14 principios que propone Henri Fayol en relación al ambiente laboral existente entre el ente trabajador y el líder organizacional, entre los cuales pueden encontrarse la disciplina, el espíritu de cuerpo, la remuneración personal, etc.

Al referirnos de la disciplina desde la perspectiva de los principios de Fayol, no se centraliza en una recta obediencia a los superiores, sino más bien en los tratados y acuerdos que pueden existir entre estos para poder generar un buen ambiente laboral, donde existan consensos con total transparencia, en relación a las motivaciones económicas, incentivos, recompensas e incluso las penalidades que puedan tener los trabajadores.

Mientras tanto, el espíritu de cuerpo expuesto por Fayol se enfoca en un solo Objetivo: la unidad entre todos los miembros de la organización, tomando en cuenta que todos forman parte esencial de esta, en comparación con las partes del cuerpo humano, es decir, con distintas funciones, pero orientados hacia el crecimiento económico de dicha organización, en la que el gerente es la cabeza y debe procurar que esto se pueda lograr.

La remuneración personal no es otra cosa que aquella cantidad de dinero que le corresponde a cada personal por sus servicios prestados dentro de la organización, independiente del rol que estos puedan ejercer, ya sea el trabajador o el gerente, debido a que es una manera en que puede compensarse el esfuerzo útil que estos llegan a realizar para beneficio de la empresa.

Podemos encontrar también las propuestas de Ordway Tead, las cuales sostienen que una buena administración requiere creatividad, talento, y adaptación, lo cual explica que el ser humano se orienta hacia un fin determinado. Además, entre los postulados se resaltaba el dar el debido valor al personal en torno a sus capacidades, razón por la cual no puede ser ignorado dentro del mismo ambiente donde se desarrolla laboralmente. A partir de esto, el líder puede generar una gran repercusión en la motivación que pueda tener el trabajador, dado que al conocer perfectamente el desempeño y las habilidades que poseen estos, se están valorando dichas habilidades y se los considera como una parte importante y eficaz dentro del desempeño por lograr los propósitos comunes que persigue la organización.

Conclusiones

Hay que destacar que la Administración ha atravesado por un complejo desarrollo a través de la historia, empezando con la necesidad de planear y controlar las actividades mercantiles desde las antiguas civilizaciones, y tomando mayor auge y relevancia a partir de la época de la Revolución Industrial, siendo la segunda parte de esta la más influyente en el desarrollo del pensamiento y la teoría administrativa que conocemos, dados los grandes inventos y desarrollos que empezaron a complementar el desarrollo de las actividades de producción que caracterizaba a cada empresa, y además la aparición de nuevas formas de organización de las empresas, tales como el capitalismo financiero o las denominadas ‘holding companies’, debido a los diversos cambios producidos por la industrialización en el ambiente laboral, y la necesidad de optar por nuevas formas de organización y mejor distribución de los recursos ya sean humanos o económicos. Además, cabe destacar el gran aporte que realizaron varios expertos como Taylor, Fayol, Tead, entre otros, para contribuir al perfecto funcionamiento de las organizaciones desde varias aristas, ya sea científica, industrial, etc.

Referencias

1. Alcazar, E. P. (1946). Las ‘Holdings’ o Compañías Tenedoras. Dialnet, 28.
2. Chivenato, I. (2004). Introducción a la Teoria General de la Administracion (Séptima ed.). (C. L. de la Fuente Chávez, & E. L. IVlontaño Serrano, Trads.) McGRAW-HILL/ÍNTER AMERICAN A EDITORES, S.A. DE C.V. doi:85-352-1348-1
3. Fraile, R. B., Fernández, M. J., Arbués, M. L., Cámara, J. J., Aybar, J. C., & Díaz, J. L. (s.f.). Geografía e historia 4º ESO.
4. George, C. S., & Alvares., L. (2005). Historia del pensamiento administrativo (2da ed.). Pearson.
5. Ríos, J. A., & Giraldo, J. A. (2018). Evolución de la Administración. Medellín, Colombia.