Historia De La Psicología De Las Adiciones A Las Compras

Introducción

Las adicciones comportamentales forman parte de una serie de problematicas denominadas psicosociales. Estas problematicas han suscitado gran interés entre la comunidad ciéntifica en las últimas décadas siendo la adicción a las compras una de ellas.

La adicción a las compras se define como la incapacidad para controlar impulsos que se manifiesta en las ganas por comprar de manera continuada y descontrolada.

Para poder distinguir al adicto del que no, hay que tener en cuenta que una acción se convierte en adicción cuando pasa a ser dañina, persiste un uso irracional a pesar de los inconvenientes que se sufren si no se puede tener (abstinencia), se pierde la capacidad de controlar la conducta, se convierte en un deseo constante y en casi una obsesión y se pierde el interés por otro tipo de actividades.

Estas adquisiciones suelen ser de objetos superfluos, o incluso inútiles, que muchas veces no guardan una relación de congruencia con el gusto habitual del comprador ni con sus posibilidades económicas, hasta el punto de poder llevar al consumidor a la ruina.

El crecimiento del capitalismo como modelo económico y social, la propaganda, los medios de comunicación y el progreso tecnológico asientan las bases del origen de esta adicción.A partir del siglo XX la adicción a las compras ha tenido especial atención, por lo que se podría resumir diciendo que la sociedad moderna es la principal causante de su aparición.

Evolución del perfil del adicto a las compras

Javier Garcés Prieto indica que ‘ a partir de las primeras aportaciones realizadas en los años 80 desde la psicología se consideraba la adicción a las compras como un trastorno “raro” y se trataban sólo los casos que se entendían como graves. El perfil señalaba a mujeres de entre 20 y 50 años, que vivían en ciudades medianas o grandes y que padecían problemas depresivos, trastornos obsesivos compulsivos o antecedentes de otras adicciones’.

En la actualidad el perfil ha ido evolucionando y experientando cambios por lo que el rango de edad se ha visto ampliado, afectando también a hombres. No obstante, esta adicción no se encuentra tan presente en zonas rurales o en la tercera edad.

Relación con la psicología (Trastornos de conducta o rasgos de personalidad)

Apartir de la información existente sobre el tema se establecen diversas causas que interactúan entre ellas. Por un lado,la presencia de valores materialistas constituye un eje fundamental. Por otro lado, la presencia de rasgos disfuncionales de personalidad junto con problemas de socialización. A todo ello, como hemos indicado con anterioridad le añadimos el rol de la cultura capitalista característico de nuestra sociedad de consumo. A continuación desde una perspectiva psicológica nos centraremos en aquellas causas estrechamente relacionadas con la personalidad y la adicción a las compras.

Varios autores, de diversas disciplinas han estudiado éste fenómeno y han encajado en que esta “nueva” adicción guarda relación con otros trastornos como la depresión y la ansiedad, con la falta de autoestima, y con determinados rasgos de la personalidad como la impulsividad, el materialismo y el hedonismo.

  • Relación con los problemas depresivos

Esta relación se debe a que muchos consumidores utilizan la compra como un mecanismo para compensar, o afrontar sus estados depresivos.( Garcès ,1999). Otros autores copleentan esta perspectiva determinando que la depresión es una de las causas desencadenante de los problemas de adicción al consumo.Edwards (1992) en una investigación que tenía como objetivo estudiar la influencia de una serie de variables personales en dos grupos, uno de adictos a la compra y otro de consumidores no adictos, llegó a la conclusión de que la depresión actúa como desencadenante de los problemas de adicción al consumo. Faber y Chriteson (1996). Tal y como señala Rafael Rodríguez (2001)’ En congruencia con estos datos, otros investigadores han señalado la elevada incidencia de los trastornos depresivos entre los adictos al consumo. Así, Mc.Elloy (1994) sitúa en el 25 % el porcentaje de adictos con problemas depresivos, Lejoyeux (1998) en el 61%, y Black, Montaban y Gabel (1997) en el 60% ‘.(p.97).

De acuerdo con el “Estudio Europeo sobre Problemas Psicológicos y Sociales relacionados con la falta de autocontrol en la compra y el gasto, la adicción al consumo y el sobreendeudamiento”los adictos a la compra suelen tener sentimientos de llevar una vida insatisfactoria, una acumulación de problemas a los que no se sabe hacer frente y manifestar falta de alicientes o ilusiones vitales. En estos casos, mediante el consumo se busca una vía de escape, una satisfacción, aunque sea momentánea, que compense y ayude a soportar el sentimiento depresivo.

  • Relación con la ansiedad

A partir del estudio desarrollado por Cole (1995) en el que a través de una muestra de 420 personas se llegó a la conclusión de que la ansiedad tiene un papel esencial como antecedente o desencadenante de la adicción a la compra. Estos datos quedan apoyados por un estudio posterior realizado por Valence (1998) en el que se puso de manifiesto que el aumento de ansiedad hace que se incremente la posibilidad de desarrollar adicción al consumo. Otros autores aportan más datos sobre la relación adición a las compras -ansiedad aunque los porncentajes por los motivos expuestos, varían mucho.

  • Otros problemas psicosociales

En las primeras investigaciones, se puede concluir que el problema de la adicción a las compras estaba más relacionado con los trastornos depresivos y la ansiedad, pero investigaciones actuales han observado que la depresión es un factor que no siempre está presente en esta adicción a las compras, sobre todo si hablamos de aquellas personas que consumen de manera moderada o leve.

En un Estudio realizado por Javier Garcés Prieto y sus colaboradores, entre 1998 y 2000 en varios países europeos para la prevención y tratamiento de los problemas psicológicos relacionados con la compra y el gasto se puso de manifiesto que el factor más a menudo relacionado con la compra, era la insatisfacción personal y la falta de alicientes o estímulos vitales distintos del consumo. Además, existe una relación con la sensación de aburrimiento o con un estado depresivo. Otros factores presentes son la baja autoestima, la impulsividad y la ansiedad.Estos datos se han visto corroborados por la investigación que se ha realizado junto con el Psicólogo Alejandro Salcedo.

En conclusión, esta adicción comportamental se relaciona con una conjunción de ansiedad, sentimientos depresivos, baja autoestima, insatisfacción personal y la falta de alicientes no consumistas.

Manifestaciones conductuales de la adicción a la compra:

  • Adicción a la compra como actividad de ocio:

Hablamos en este caso de personas que presentan una tendencia incontrolada a la utilización de las compras como una actividad de ocio. Estas personas se sienten atraídas por los estímulos que ven en los escaparates y en la propaganda. Las compras como actividad de ocio es algo que se ha construido en nuestra sociedad de manera aceptada y normalizada, por eso muchos centros comerciales se han convertido en lugares en los que podemos encontrar a infinidad de personas paseando, pasando su tiempo libre, incluso como actividad familiar.

  • Compra compulsiva:

La adicción al consumo y la compra compulsiva están interrelacionadas y en ambas se manifiesta un mismo comportamiento: la falta de autocontrol para regular y gestionar las compras y contener los impulsos.

Por adicción al consumo, se entiende que es aquel deseo por estar comprando continuamente cosas nuevas, muchas veces innecesarias o sin sentido.

Con el concepto de compra compulsiva nos referimos a un proceso psicológico que impide que la persona pueda ser capaz de controlar el deseo e impulso de comprar, y a su vez que reflexione antes de comprar de manera excesiva. Lo que conlleva realizar estas compras aparentemente satisfactorias, es llegar a la insatisfacción. Al principio se puede sentir una sensación de placer o de alivio, pero después esta sensación desaparece y se convierte en un profundo sentimiento de culpabilidad.

  • Falta de autocontrol económico:

Una persona adicta a las compras presentará grandes dificultades para ajustar los hábitos de gasto a las posibilidades económicas de las que disponga.Una manifestación de esta falta de control suele ser uso excesivo del crédito. Ante el hecho de ir enlazando un préstamo con otro, la persona entra en una dinámica de “vivir a crédito” la cual va asimilando como natural.

Se pueden diferenciar tres niveles alterados de consciencia que emergen de las compras compulsivas siguiendo las aportaciones de Kraepelin, y Bleuler:

  • Las personas cuyo eje central en sus vidas es ir de compras.
  • Las personas que con necesidad de adquirir cosas nuevas constantemente.
  • Las personas enganchadas al crédito.

Se evidencia de nuevo la presencia de características impulsivas de las compras compulsivas, que corroboran esa impulsividad y falta de control y voluntad de las que hemos hablado anteriormente.

Como consecuencias psicológicas de esta adicción encontramos :

  •  La angustia.
  • La depresión.
  • Los remordimientos.
  • La vergüenza
  • La baja autoestima

 

Todos los síntomas anteriores provocan un alto nivel de estrés, que puede acarrearle al afectado enfermedades como la úlcera, hipertensión, depresiones profundas y frecuentes dolores de cabeza.

Motivaciones diversas:

La compra de cosas innecesarias obedece a una motivación diversa, algunas veces va relacionada con la autoafirmación del individuo con el refuerzo de la imagen, el capricho personal o la fidelidad a un comportamiento coleccionista. En otras ocasiones, la selección de artículos depende de la aprobación de los demás y de su mirada hacia nosotros, de ahí el someternos a la moda o a entrar en juego con una especie de rivalidad para no sentirnos inferiores con y para los demás.

La compra compulsiva se desarrolla por dos mecanismos: en unos casos este hábito inadecuado se adquiere a fuerza de repetir una conducta que en un principio resulta agradable y luego se realiza de forma compulsiva, mientras que en otros esta conducta hay que entenderla como una evasión, como una forma de paliar los problemas personales.

Finalidad:

El comprador compulsivo responde al deseo de poseer un producto, compra con el deseo de aliviar su tensión y ansiedad. También intenta mejorar su autoestima y satisfacer necesidades emocionales. Lo anterior va ocasionando una dependencia psicológica, llegando a perder el control de sí mismo.

Conclusiones

Las conductas adictivas, sean con sustancia o sean comportamentales, constituyen actualmente un problema de gran relevancia social y clínica en las sociedades desarrolladas. Sus investigaciones son relativamente recientes. Actualmente afectan a un gran porcentaje de la población, y por ello está siendo un objeto de estudio relevante para nuestra sociedad. Muchos de sus investigadores confluyen a la hora de hablar de la relación de este tipo de adicción con algunos trastornos de personalidad o conductas psicológicas.

La adicción a las compras puede presentar una variedad de causantes, y a su vez puede provocar otro tipo de alteraciones psicológicas, con lo cual, podríamos decir que la adicción a las compras tiene un carácter de comorbilidad., donde un trastorno puede presentar a su vez o desencadenar varios.

Bibliografia

  • Garcés Prieto, Javier (1999). «La adicción al consumo: Manual de Información y Autoayuda». Albacete: Unión de Consumidores. Consultado el 22 de Noviembre de 2019.
  • Consejo General de Psícología de España. Infocop, ed. «Conclusiones del estudio europeo sobre adicción a la compra». Consultado el 25 de Noviembre de 2019.
  • Cía, A. H. (2014). Las adicciones no relacionadas a sustancias (DSM-5, APA, 2013): un primer paso hacia la inclusión de las Adicciones Conductuales en las clasificaciones categoriales vigentes. Revista de Neuro-Psiquiatría, 76(4), 210.
  • «La adicción al consumo». Colegio oficial de psicólogos de España. 22 de diciembre de 2005. Consultado el 15 de Noviembre de 2019.
  • Mínguez, F. M., Segal, H. D., & Quintero, J. (2015). Protocolo de tratamiento de las adicciones sin sustancia psicoactiva. Medicine-Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, 11(86), 5157-5160.
22 October 2021
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