Huracán Mitch: Gran Desastre en Honduras
La afectación del Huracán Mitch vino a poner en evidencia lo que otros fenómenos meteorológicos en el pasado habían provocado, que Centroamérica a pesar de encontrarse en una zona natural de trayectoria de tormentas y huracanes, carece de sistemas de prevención, alerta temprana, mitigación y atención reconstructiva adecuados después del paso de estos eventos ciclónicos, sin incluir la alta vulnerabilidad de la población que habita en las zonas rurales, periurbanas y barrios marginales de las principales ciudades de Centroamérica. Pero a nivel de países, Honduras fue de los que sufrieron mayor magnitud de pérdidas, pues fue donde se concentró al menos el 70% de la población afectada y casi el 68% de los daños económicos directos e indirectos. En Honduras, las pérdidas totales fueron de US$3,600 millones, equivalentes al 77% del PIB.
El huracán Mitch fue uno de los huracanes más violentos del siglo 20. El desastre comenzó el 26 de octubre de 1998, cuando el huracán se presentó en el nordeste de honduras. Este recorrió por toda la zona norte a una velocidad destructiva de 250km por hora causando danos inimaginables, cuadro días duro esta destrucción hasta que el 30 de octubre comenzó a dirigirse al sur del país, transformándose en tormenta tropical. Por cinco días consecutivos esta tormenta desato lluvias torrenciales de más de 600mm que llevaron al desborde de ríos en todo el país e inundaciones de agua y lodo a niveles nunca vistos antes.
El desborde del río Cangrejal provocó destrucciones y daños ingentes en Atlántida en los edificios sobre el borde del fío; el intenso oleaje del mar destruyó viviendas e infraestructuras hoteleras en las orillas del litoral Atlántico. del río Aguán y su turbulenta corriente impactó violentamente en la mayoría de las comunidades del valle del Aguán, cuyos habitantes permanecieron por un largo tiempo sin servicios básicos. afectando en particular toda la costa atlántica, la zona central y la zona sur.
Esta terrible catástrofe dejo casi 1,500,000 damnificados, entre ellos 5,657 muertos, 8,058 desaparecidos, 12,272 heridos y 285,000 personas que perdieron sus viviendas, obligándolos a refugiarse en más de 1,375 albergues temporales, formados por escuelas que se habilitaron tras haberse suspendido las clases. Las instalaciones deportivas también sirvieron para estos propósitos, así como campos improvisados en parroquias y otros sitios con tiendas de campaña recibidas como parte de la ayuda internacional.
Entre los habitantes más afectados quedaron aquellos provenientes de áreas rurales, pues la mayoría de estas personas vieron sus cultivos devastados, sus suelos inservibles y sus animales perdidos. se habían quedado sin cerca del 30 por ciento de su producción agrícola familiar, y muchos de ellos también habían perdido su empleo en el sector exportador. A la vez, en muchas ciudades pequeños artesanos y comerciantes vieron barridos por las aguas sus centros de trabajo, sus herramientas y sus puestos en los mercados, con escasas o nulas esperanzas para muchos de ellos de rehabilitación.
Además de esto, se estima que un 60% de la infraestructura vial quedo severamente dañado, pues entre la destrucción quedaron inusables al menos 424 caminos, 189 puentes y 107 carreteras dejando a al menos 81 ciudades incomunicadas. En el sector agrícola, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el huracán Mitch arrasó una tercera parte de los cultivos básicos de granos y porotos de Honduras, y cerca de 40 por ciento de las plantaciones de plátanos y bananos para cocer. En total, quedaron seriamente afectados un 70% de los cultivos, fundamentalmente de café, banana y piña, cultivos que en total representaban un monto superior a los US$ 800 millones.
