Importancia de la Economía como Ciencia Positiva

Introducción

Es importante definir los principios científicos de la Economía ya que, en cierto caso, tiene cada vez más importancia en nuestras vidas. Sin tener en cuenta el hecho de que pueden estar alejadas de nuestro conocimiento, como aquellas tomadas por las empresas o por el público, y aun sin ser totalmente conscientes, muchas de las decisiones que tomamos a lo largo del día son objeto del estudio económico, al estudiar, por ejemplo, las decisiones que tomamos al hacer la compra, cuánto podemos ahorrar, cuánto dinero reservar para nuestras vacaciones, etc. Así, la base de la economía no solo enseña las grandes decisiones que señalan el camino de una sociedad, si no también ayudan a guiarles la vida diaria a las personas, e, inevitablemente, ambos caminos se cruzarán en algún momento. 

Ahora bien, en esas decisiones influyen en muchos casos temas culturales, éticos, religiosos, etc. Podemos, entonces, considerar a la Economía como una ciencia positiva cuando su objeto de estudio no se centra solamente en datos macroeconómicos empíricos, más aún cuando la Economía, a diferencia de la ciencias que experimentan, pueden encontrar demostraciones claras a través de experimentos controlados en sus laboratorios, ha de esperar a que el paso del tiempo administre la certeza necesaria para contrastar las correspondientes teorías.

Desarrollo

La primera cuestión que debemos de tener en cuenta antes de definir la economía como una ciencia positiva es si es al menos una ciencia.

El pilar fundamental de las ciencias completamente formadas es la existencia de criterios y normas de comprobación de teorías que permiten sujetar con total seguridad que tal o cual teoría se ha demostrado como falsa. El problema está en afirmar que la Economía puede actuar con la misma seguridad.

Un economista utiliza modelos matemáticos, con sus ecuaciones, derivados o funciones, para buscar alguna variable en concreto. Estas variables se refieren a asuntos económicos, como la cantidad de horas que trabaja una persona o la tasa de ahorro de un país, y el método que se usa para llegar a ellas es casi igual al que utilizamos para calcular, por ejemplo, el ahorro de la energía. Estos modelos económicos también se ponen sobre principios importantes, como la racionalidad del ser humano, que valora todas las opciones posibles para alcanzar su objetivo, y utiliza las que tengan un coste más bajo; o la mejora de utilidad, que indica que ese objetivo será el que le de mayor satisfacción personal; y al igual que la ley de la gravedad, se considera que deben cumplirse en todo fenómeno a estudiar.

Por otra parte, el método que se utiliza para las predicciones y la comprobación de las teorías, la econometría, intenta ofrecer análisis objetivos fabricando modelos matemáticos, incluso, intenta omitir algunas teorías para no alterar los resultados. Es más, en la mayoría de las revistas económicas importantes se descartan trabajos que no estén basados en un análisis cuantitativo, por no considerarse científicos.

Sin embargo, debemos tener en cuenta que los objetos de estudio de las teorías económicas son distintos a los de las ciencias naturales. Estos no existen como tal fuera del investigador, sino que es éste, como un individuo más de la sociedad, quien los analiza y les da forma en función de sus propios valores. Es más, los objetos pueden cambiar como resultado de la investigación, por ejemplo, un átomo no cambia su estructura porque se establezca una teoría u otra sobre él, pero la predicción de unas expectativas económicas u otras pueden provocar diferentes consecuencias que cambien el curso de los hechos. Hay que tener muy en cuenta que un sistema económico no se desarrolla aparte de la sociedad, aunque haya causas exteriores que modifican la economía, como la energía o los recursos disponibles. En conclusión, los fenómenos económicos son tan complejos que no se pueden observar con precisión, más aún en épocas de inseguridad donde la sociedad cambia rápidamente. Debido a ello, la economía ofrece modelos que se desarrollan bajo situaciones muy concretas y, a menudo, falsos, como considerar mercados en “competencia perfecta”. 

Teniendo claro que los objetos de estudio de las teorías económicas la encuadran dentro de las ciencias sociales, y basada en el estudio de la comportamiento humano ante la relación que existe entre objetos y medios escasos, quienes defienden que la Economía es una ciencia se basa en tres criterios que, sin duda, esta ciencia une. Tiene un método de investigación. Tiene un objeto de estudio. Los resultados de las investigaciones son aptos de expresarse científicamente en forma de leyes o principios generales

Uno de los debates que se repiten en torno a la Economía está relacionado con el carácter positivo o normativo. La discusión empieza por decidir si la economía se apoya en hechos naturales, independientes de nuestros gustos, opiniones o creencias o, por el contrario, se apoya en nuestros juicios de valor. Esta cuestión a resolver es importante porque de ella surge una posición metodológica, así: 

La Economía es una ciencia hipotético–deductiva y su tratamiento debe seguir los diseños de las ciencias naturales, como la física, la química o la biología.

La Economía debe mantenerse en el ambiente de la normativa en virtud del apoyo que recibe de los juicios de valor que nos acompañan. 

La discusión se inicia con David Hume, quien, en su obra Tratado Sobre La Naturaleza Humana, establecía una diferencia entre dos categorías: el ser y el deber ser. Es decir, entre los hechos que observamos en la naturaleza y los juicios de valor que anunciamos.

Otra vertiente del debate consiste en que muchos pensadores intentan establecer semejanzas entre las disciplinas sociales y las científicas. Karl Popper, introdujo el concepto de la falsación para examinar las disciplinas científicas. Popper afirmaba que del éxito repetido de una teoría no podía incluir su veracidad. Sin embargo, con una única vez que un hecho no concuerde con la predicción de la teoría es suficiente para catalogarla de falsa. Terence Hutchison introdujo este criterio metodológico en su obra Significación y postulados básicos de la Teoría Económica (1938).

Otro defensor del positivismo económico fue John Maynard Keynes, quien afirmaba que las ciencias positivas son las ideas a tener en cuenta a la hora de diseñar políticas económicas; dando a entender que el ser puede implicar el deber ser.

También Milton Friedman acepta el carácter positivo de la disciplina económica y la levanta por encima de las ciencias naturales en virtud de la dificultad que comportan. Friedman va mucho más lejos que Keynes cuando, en Ensayos sobre economía positiva (1953), donde afirma que los científicos sociales cuentan con unos datos de los que carecen las ciencias físicas, ya que el científico forma parte del objeto de estudio. 

Finalmente, la corriente principal, señala que la prueba directa de los principios o supuestos de la Teoría Económica es innecesaria y superficial; los ejemplos económicos, deberán ser juzgados por su intervención respecto a los fenómenos que pretenden explicar. La revisión empírica mostrará, si ciertos modelos son verdaderos o falsos, y mostrará si aquellos son o no aplicables a una situación. Así se pasa la idea popperiana de la refutación y se presenta un enfoque estadístico de la comprobación, que acepta que ni la copia ni la confirmación pueden ser nunca definitivas.

Conclusión

Considerar la Economía, al menos toda ella, como una ciencia positiva, es un error. No solo porque se la aparta de las ciencias sociales, cuyo objeto de estudio comparten sin duda, sino porque se ofende a las diferentes disciplinas que estas ciencias implican; como si solo se pudiera elegir entre la economía matemática o la literatura económica; como si solo lo matemático tuviera valor.

No cabe duda de que las matemáticas precisas son de suma importancia para establecer modelos o teorías económicas, no se las debe convertir en el único marcador epistemológico de la Economía, ya que, en ese caso, se olvidará la complicación de los hechos sociales, y sin estos, se elimina al ser humano de la ecuación. ¿Qué utilidad tendría entonces la Economía?

Que en economía sea imposible alcanzar la exactitud en sus estudios no le quita valor, ya que esta ciencia es una herramienta fundamental para comprender el orden social actual, y su verdadero objetivo debería ser el convertirse en una guía para hacerle frente a la transformación de nuestra sociedad.

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27 April 2022
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