Inclusión Social Y La Educación Intercultural
Se comprende por inclusión social a la convivencia de modo pleno e igualitario en la vida de cada ser humano sin importar religión, cultura o ideología, lo cual les permita poder gozar de sus derechos. Una de las misiones importantes es poder construir una sociedad democrática al valorar mediante se le otorga las mismas oportunidades educativas, laborales y económicas a la comunidad para cada ciudadano.
La inclusión social nace en la edad antigua y forma parte del transcurso histórico, hasta la etapa de la modernidad en la actualidad. De la mano de la inclusión social está la multiculturalidad que tiene como fundamental la tolerancia, la empatía y solidaridad, fomentando valores.
Empezando principalmente por la interculturalidad relacionada, que hace referencia a la relación entre culturas. “Se enfoca en la convivencia de personas con saberes y valores culturales diferentes en un ámbito común, pero no disputa las jerarquías y las relaciones de poder que existen entre los diferentes grupos” (Walsh 2010.pag 77). Por este motivo, se lograría manifestar que la interculturalidad es parte de América por la relación entre diversas comunidades culturales y sociales que existen desde hace siglos.
Por consiguiente, la intercomunicación e inclusión es fundamental al mismo tiempo expresa desemejanza y las diferencias culturales, con el objetivo de incluir en el ámbito económico, político y social establecido, a los grupos marginalizados por él mismo. “Se establecen ciertos mecanismos, como la discriminación positiva, para impulsar el diálogo y la tolerancia, pero no se cuestionan las causas de las desigualdades ni la lógica del sistema neoliberal capitalista en el que éstas se enmarcan” (Tubino: SP).
Este criterio es el que se ha aplicado en políticas de diversos territorios latinoamericanos, que han reconocido la diversidad cultural dentro de sus fronteras (en oposición de la idea de Estado nación uniforme) y han fomentado planificaciones peculiarmente dirigidos a poblaciones marginalizadas para hacerles sentir integrados en el sistema.
Se impulsa el dialogo entre culturas fomentando la empatía sobre los principios económicos, sociales y políticos, sin causar diferencias. “Para que esto sea factible, se debe dar un desarrollo interno entre los grupos marginalizados que refuerce los conocimientos propios, considerados folklóricos por la sociedad dominante, y sean reconocidos como sistemas epistemológicos” (Walsh 2007.pag32).
Se transmite “Finalmente, la pluriculturalidad crítica lo cual no sólo reconoce las diferencias, sino que también pone en el centro de debate la diferencia colonial, es decir, cuestiona tanto las relaciones de poder como la jerarquía socio económica y cultural basadas en la racialización de las personas” (Walsh 2009.pag 35).
El aprendizaje de la inclusión solicita de una comunicación con un propósito, hay que impulsarlo con lo mejor que tiene la comunidad, con los aspectos más atractivos de cada una de sus culturas, beneficiando la eliminación progresiva de perjuicios y resistencias mutuos. Una comunicación y un aprendizaje reciproco es indispensable bajo las condiciones de respeto, equidad y disciplina.
La inclusión social en el ámbito educativo, no puede ser solamente una forma retórica o políticamente correcta de hablar. Existe ya, una trayectoria recorrida por la educación inclusiva llevando a cabo el marguen de los valores y la ética. Casi nadie pone en duda que es una educación para todos y no sólo para las minorías o los inmigrantes. Por lo que expone “La intercultural expone un método educativo que sitúe las diferencias culturales de individuos y comunidades como foco de la reflexión y la indagación (Aguado Odina, 2004a).
Su objetivo es presentar una respuesta a la variedad cultural propia de las comunidades democráticas desarrolladas desde una hipótesis que respetan y valoran el pluralismo cultural, como algo consustancial a las sociedades modernas y se presencia como riqueza del recurso educativo. se deduce un periodo final en el crecimiento de aprobación y valoración de las variables culturales, más allá de las elecciones asimilacioncitas o compensatorias anteriormente nombradas y muy vinculada a planteamientos educativos afines, como puede ser la educación global, educación multicultural y en el caso que nos ocupa con la educación inclusiva.
La educación intercultural es fundamentalmente una actitud y un comportamiento relativo al tipo de relaciones que se dan entre las culturas particularmente que conviven en un ambiente determinado. Se sugiere atender las necesidades afectivas, cognitivas, sociales y culturales de los individuos y de los grupos posibilitando que cada cultura exprese su solución a los problemas comunes. Es un medio para promover la comunicación entre las personas y para favorecer las actitudes de apertura en un plano de igualdad. No se dirige, pues, sólo a las minorías étnicas o culturales, sino que es una educación para todos. Por lo que expone “La educación intercultural es una educación para la diversidad cultural y no una educación para los culturalmente diferentes.” (Besalú 2002.pag71).
La inclusión social nos guía en el camino hacia la interacción y garantiza que todos los civiles gocen de sus derechos, y de la experiencia pedagógica, desde la empatía y el respeto de desde sus propias diferencias y de las de los demás tiene como finalidad.
Promover la convivencia y la cooperación, cultivar actitudes de respeto hacia las culturas diferentes a la propia, mejorar el nuestro propio concepto personal, cultural y académico, fomenta una crítica de lo negativo y lo positivo de cada cultura, y propende por ideas de lo que debe superarse y permite buscar complementos que aporten más de cada cultura de los integrantes en el desarrollo educativo.