Influencia de La Cultura Occidental al Tratamiento del Erotismo en “Casa de Las Bellas Durmientes”
La herramienta artística de expresión, es vista desde la literatura, ya que permite al escritor crear una realidad sensible que refleja la verdadera esencia humana. La realidad aporta con saberes, pero no habla de los sentimientos que se atesoran en cada experiencia. Uno de esos escritores que describe con lirismo los recuerdos es el escritor japonés Yasunari Kawabata, que mediante su obra titulada la “Casa de las bellas durmientes”, crea una historia que gira en torno a dos temas ontológicos, la vejez y juventud, en un contexto literario, en el que se enfatiza la descripción del entorno y las reflexiones profundas en torno a la vida.
En la obra literaria, kawabata resalta el contexto cultural, con respecto al tema del erotismo, relacionándose con los sentimientos de soledad y tristeza, debido a que se encuentra en la etapa de la vejez, razón por la cual, se utilizan los sentidos para satisfacer sus desos. La casa de las bellas durmientes es un burdel a la que acuden ancianos, que se siente satisfechos al estar en compañía de las bellas damas, que despliegan un olor a frescura por sus jóvenes cuerpos, en este encuentro se prohíbe que los ancianos mantengan intimidad sexual con las mujeres, se infiere que a la edad de la vejez una eyaculación es poco probable, pero además está la aversión de las damas por los longevos.
El protagonista de la novela de nombre Eguchi, analiza minusciosamente las figuras de las muchachas, cada una de ellas poseía rasgos propios que las diferencian una de otra, las mujeres fueron motivo de evocar recuerdos de amores vividos, que ahora en su última etapa las recuerda con nostalgia y añoranza.
Otro de valor cultural es la descripción de la bebida del té, que permite a Eguchi entrar en un estado de calma, el té es un ritual de purificación japonesa. También se analiza las descripciones de los escenarios, como las habitaciones que estaban decoradas con unas bellas cortinas de seda carmesí y una luz tenue, son escenarios que revelan la desolación de los longevos.
Entre los contextos se aprecia el histórico, después del estallido de la Segunda.
Guerra Mundial, la población japonesa queda desvastada, las mujeres son forzadas a trabajar como meretrices, este hecho se evidencia en las muchachas que trabajaban en el burdel, en esa época las mujeres tienen que lidiar con una sociedad violenta, revelándose la descomposición social.
El erotismo como desencadenante del contexto cultural
Durante las experiencias de la vida se aprende a distinguir distintos aspectos que provocan satisfacción, tanto en el ámbito emocional como en lo social, estos dos ámbitos son parte de las creencias culturales de una determinada sociedad; es así que el tema del erostismo es analizado desde diferentes perspectivas.
Muchas sociedades relacionan el tema del erotismo con una relación sexual, en la que se despierta la pasión y la carnalidad. Desde los primeros intentos de explicar situaciones inherentes en el ser humano, vemos la intervención de la mitología, en el que el sentir erótico está representada con la divinidad Eros, encargado de la atracción sexual, a través de la belleza y armonía del cuerpo de la mujer, siendo símbolo de sensualidad y sexualidad.
El marco erótico refleja aquellas conductas basadas en la seducción, atracción y el deseo. Desde una perspectiva más amplia el erotismo no solo incluye la intimidad sexual, también habla de la sensualidad, relacionándose con la naturaleza humana, porque nace con las personas, vinculándose además con el mundo de las sensaciones. Durante largos periodos, el tema del erotismo es considerado por múltiples culturas y abordados de maneras distintas, según las ideologías, aunque generalmente la mujer es vista como la representación de la tentación, del deseo y el placer.
Las actitudes que se reflejan el ámbito erótico son conductas muy personales, por lo que surge la siguiente pregunta ¿De qué manera el contexto cultural se relaciona con el tema del erotismo en la novela “ La casa de las bellas durmientes”?
Las creencias culturales permiten concebir ideas sobre diferentes temas en este caso se analizará el tema del erotismo. El erotismo en la cultura oriental es conceptualizado como una expresión vital, relacionada con el entorno. Mientras que en la cultura occidental el erotismo refleja actos prohibidos que originan la perdición del hombre, influenciados por contextos religiosos; incluso la actividad de la prostitución es vista como un acto erótico, relacionándolo con el acto sexual, viéndose como brusco, pornográfico, supercial y banal.
Los ámbitos actuales también plasman diversas ideas, que de cierto modo están basadas en el “erotismo poético y tierno”, preparando el camino para llegar con mayor expectativas al deseo sexual, en el que se consigue aumentar la fogosidad en la pareja, convirtiéndose en un palcentero encuentro, en la que los dos cuerpos disfrutan de la misma manera, es decir, en la misma condición.
Japón desde 1868 ha sido influenciada por la cultura occidental sobre todo en los valores y costumbres. De tal manera que el tratamiento del erotismo también se ha midificado, por tal razón, el erotismo de la cultura oriental y occidental reflejan a la mujer como un objeto sexual de maneras distintas.
La obra literia “La casa de las bellas durmientes” destaca un ámbito erótico que enfatiza la belleza física de la mujer. Este texto literario fusiona elementos estílisticos que utiliza el escritor, con un estilo lirista y subjetivo, cuando describe espacios y episodios de su país.
Al observar que la luz venía de arriba, levantó la vista. La luz eléctrica procedía de dos claraboyas, cubiertas con papel japonés. Como si tuviera mayor compostura de la que era capaz, se preguntó si era una luz que acentuaba el carmesí del tereciopelo y si la luz del terciopelo daba a la piel de la muchcha el aspecto de un bello fantasma.” (Kawabata, La casa de las bellas durmientes, 1961 págs. 5,6)
El ambiente desarrollado en base a la mujer y la sensualidad son desencadenantes de una triste infancia del escritor, empezando con la muerte de su madre, la falta de una imagen materna, permite que en las obras de Yasunari Kawabata siempre se encuentre la figura femenina. En la Casa de las bellas durmientes, el narrador omnisciente incluye monólogos interiores relalizados por el protagonista, denotando reflexiones sobre el paso del tiempo. Los personajes son planos, mantienen una misma conducta a lo largo de la histora. La ténica narrativa utilizada es la analepsis, conectando el tiempo presente con los recuerdos de Eguchi.
El escritor japonés refleja en las bellas doncellas el encanto femenino junto con un sensible erotismo que éstas despiertan en los ancianos, pero que es más emotiva por la soledad de la vejez. Las bellas dumientes son relacionadas con la adoración al Buda, visto como el Iluminado, que les permitía entrar en un estado de paz mental a los longevos.
Se debe tomar en cuenta que el ámbito en el que se recrea el erotismo esta relacionado desde una perspectiva cultural, uniéndose con los diferentes problemas sociales como el de la prostitución, en la obra literaria las bellas doncellas son narcotizadas y son juguetes sexuales de los longevos. Los ancianos compran compañía y mágicas sensaciones, que sus cansados cuerpos ya habían olvidado. “Su cuerpo había sido tan usado por los clientes ancianos que la mujer de la casa la había descrito como y, no obstante, era virgen” ( Kawabata, La Casa de las. 1961, p.22)
La posada lugar donde se desarrolla la historia se encuentra ubicada en Tokio, y según la tradición japonesa, en Tokio existen lugares donde se aprecian lindas chicas de compañía, que no recurren a la prostitución, pero que se prestan para entretener y brindar compañía a hombres pudientes e importantes, en estos encuentros se pone en práctica todos los sentidos, como parte del tema erótico, lo que sucede con las bellas muchachas de la posada que entretienen a los ancianos adinerados, que se permiten dar ciertos caprichos, antes de partir al descanso eterno.
La pelculiar representación del erotismo en la vejez hace mucho más llamativa a la historia, ya que, es una representación viva de su autor. En la cultura japonesa el erotismo a la edad longeva es más sensorial, pero a la mujer se le sigue considerando como un objeto sexual, despertando fantasías sexuales, como cuando estaban en la época de la juventud, la contemplación de la belleza de las muchachas, inspiraban a los ancianos: “- Algunos cabelleros dicen tener, sueños felices cuando vienen aquí- había dicho la mujer. Otros dicen que recuerdan lo que sentían cuando eran jóvenes.” (Kawabata, La Casa de las bellas durmientes, 1961, p.5)
Las bellas durmientes despieratan en Eguchi sentimientos tiernos, pero también provocativos por la frescura de su juvetud, sus cabellos, sus labios, sus cuerpos, eran sencillamente hermosos. La imagen de una mujer bella junto a un hombre en decadencia, regala juventud, según las creencias populares.
Las muchachas de la posada traen recuerdos a la mente de Eguchi de sus mujeres, es así que evoca a una meretriz de 14 años, revelándose el contexto social de la obra y la descomposición social de la misma, la adolescente se veía como una experta en el ámbito sexual, infiriendo que debió entrar al mercado de la prostitución, siendo aun una niña. La trata de blancas es otro de los factores tristes que se aprecian en la sociedades que ven en esta actividad lucros económicos.
En otra visita una de las jóvenes evoca en el protagonista a una de sus hijas, trayéndole remordimientos por las continuas infidelidades a su cónyuge, pero que revela la influencia de las costumbres de occidente en oriente. El erotismo que se refleja en Eguchi, hace referencia a esa sensación insistente de tener una conexión profunda con los recuerdos.
Tras el análisis realizado podemos concluir que las bellas mujeres de la posada por una parte representa la reencarnación del buda, por el estado de sosiego y paz mental y por otro lado las aventuras pasajeras que experimentan los ancianos en sus vidas.
Las hermosas mujeres son parte de contexto social y la descomposición social, revelándose en la vida de los ancianos y de las mujeres que se dedican a la actividad de la prostitución. Eguchi es el ejemplo de la soledad y el dolor cuando se llega a la vejez porque se sabe que la muerte llegará.
El espacio en el que se desarrolla la obra pese a ser decoradas en base a la cultura japonesa desencadenan un ambiente de misterios, representando las enigmáticas vidas de los visitantes y de las bellas durmientes, siendo parte del tema del erotismo. Se logra despertar las fantasías sexuales, sin necesidad de que exista un encuentro intimidad sexual. El contexto cultural influye en las diferentes formas de pensamiento, sobre diferentes temas, desbordando saberes que conllevan a aumentar el conocimiento de creencias y costumbres de diferentes sociedades.
Bibliografías:
- Kawabata, Y. (1961). La casa de las bellas durmientes. España: Editorial Ediciones Orbis S.A. Disponible en: http://www.ariesinformatica.cl/sanmartin/pdf/633-2.pdf
- Rodriguez. R.R (2009). El erotismo en la vejez. (en línea). Buenos Aires: baido. Disponible en: http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/21308/rodriguez%20rea%C3%B1o.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Calvo.G.P (2016). CULTURA Y FEMENIDAD EN JAPÓN. (en línea).Universidad Jaume. Disponible en: http://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/164705/TFG_2016_CalvoGarciaPatricia.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- (2019). EL EROTISMO EN JAPÓN A TRAVES DE LOS SIGLOS (I). Revista Ecos de Asia. 1(1). Disponible en: http://revistacultural.ecosdeasia.com/12829-2/?fbclid=IwAR0FnUN1lK16Amad_qvBxNQ79p6E1r8ouZcF8UG2fjATOgHIqKLLoWGx2x8
