Influencia Del Imerador Romano Caracalla En La Historia Europea

Caracalla (188-217 d.c) fue un emperador romano que reinó desde el 211 hasta el 217 d.c. Es hijo del emperador Septimio Severo, de la dinastía de los severos (193-235 d.c), caracterizada por ser una monarquía militar, por tener un fuerte incremento de los efectivos del funcionariado, una intensa fiscalidad, una lucha contra la inflación y el latifundio, así como una tendencia a la igualdad social.

La trayectoria política de Septimio Severo, predecesor de Caracalla, estuvo caracterizada por el interés en asegurarse la fidelidad del ejército mejorando sus condiciones de vida. Nombró una guardia pretoriana más digna de confianza y dio cierto reconocimiento al papel del senado.

Acabó dando un gran paso hacia el absolutismo, acumulando poderes civiles, militares, religiosos y asumiendo un gran número de competencias legislativas, lo que no ayudó a la relación con el senado que gran parte de él empezó a posicionarse del lado de los rivales directos del emperador.

Por su responsabilidad militar, Severo acabó marchando hacia Britania, donde los adversarios mostraron una fuerte resistencia y una actitud belicosa hacia el imperio. El emperador no volvió a Roma y permaneció allí hasta su muerte en Eboracum en el 211 d.c. Antes de su fallecimiento, Septimio Severo, nombró sucesores a Caracalla y a Septimio geta.

Tras la muerte de su padre, Caracalla no quiso compartir el trono por lo que acabó matando a Geta (212 d.c) junto con el resto de sus partidarios. Con ello se ganó el rechazo de la mayoría de los ciudadanos, que se situaron en contra del reinado de Caracalla por las múltiples ejecuciones a los que él consideraba como opositores.

Durante su vida, hay escritos que defienden que de joven fue amable, atento y bueno. Sin embargo, en su época adulta, ya como emperador de roma, se malogró y acabó mostrando una actitud violenta, sanguinaria y de tiranía, siendo recordado como uno de los peores emperadores de la historia romana, contribuyendo a la decadencia del imperio.

Por otra parte, otros escritos defienden que siempre fue violento y malvado, y que esa actitud se agravó siendo emperador.

Murió el 8 de abril del 217 d.c asesinado por Macrino, prefecto del pretorio quien tras asesinarle, usurpa el trono.

Históricamente la ciudadanía romana se proporcionaba considerándola un honor. Este derecho se otorgaba a individuos o familias de la clase alta de pueblos conquistados, y más tarde a toda la comunidad. Había posibilidades de adquirirla si con anterioridad, una persona que había formado parte de las fuerzas armadas de Roma se retiraba tras su servicio. A esa persona se le entregaba la Diplomas militaría, con la que se le otorgaba la ciudadanía por parte del emperador a cambio y en recompensa de sus servicios al pueblo de roma.

En caso de no tener esa posibilidad, (antes de la Constitutio Antoniana) se adquiría mediante el nacimiento como hijo de un romano, o siendo esclavo y consiguiendo la liberad por concesión.

Entre los privilegios de tener la ciudadanía romana se encontraban el tener la posibilidad de ejercer cargos políticos en las magistraturas o el senado, poder hacer uso de su nombre propio, contraer matrimonio, tener derecho a voto en las asambleas, derecho a efectuar contratos legales y tener propiedades…etc.

Pero estos privilegios no son eternos. Podían perderse después de ser admitido como miembro de una ciudad extranjera, perdiendo su libertad o siendo condenado por traición.

En un intento por desarrollar la unión política del imperio, aumentar los ingresos fiscales, (dejando a un lado a la población más rural y a los ciudadanos asentados en las fronteras, los barbaros) y cambiar el concepto que los ciudadanos tenían de él, Caracalla promulgó el Edicto de Caracalla o Constitutio Antoniana. El privilegio reservado para unos pocos se extendió a toda la población.

Para Caracalla, Roma es una patria común. Esto implica no solo la expansión de la ciudadanía romana, sino también el equilibrio social y la integración étnica: la homogeneización del imperio. La dinastía africana de los Severos fue un claro punto de inflexión en la tradición del dominio y la oligarquía italianos. En la política social de Caracalla hay una posición muy ventajosa para el campesinado y la clase militar, así como a las clases más desfavorecidas.

Desde una perspectiva religiosa, Caracalla fue influenciado por tendencias cosmopolitas y no por áreas completamente romanas o griegas. La Constitución acepta a los extraños entre los creyentes que creen en los dioses del estado e incorpora a estos dioses al panteón de los extraños. En el espíritu de Alejandro Magno, el pensamiento de internacionalización es coherente con el de Caracalla. Las motivaciones religiosas y filosóficas son cruciales. Por un lado, deben restablecerse los deberes de los dioses y, por otro lado, debe aumentarse la grandeza del pueblo romano.

La Constitutio supone la manifestación más significativa de una nueva actitud imperial. En definitiva, La Constitutio Antoniana debía buscar la homogeneización de los súbditos en su condición jurídica frente al estado.

Se concedió la ciudadanía Romana, pero eso no quiso decir que desaparecieran los extranjeros. Los barbaros consiguieron la ciudadanía, pero poco a poco y mediante concesiones especiales, por la incorporación de regiones a la vida romana o mediante la filtración de barbaros en algunas ciudades del imperio

Las distintas versiones de los historiadores cuestionan en algunos casos el espíritu social de esta ley. La necesidad de recaudar más impuestos es una de las hipótesis que se contemplan, ya que el aumento de la ciudadanía conlleva un aumento de la recaudación.

Esto también puso de manifiesto que el incremento del número de ciudadanos pobres no pudo suponer un aumento significativo de los ingresos. La política fiscal debía ser necesaria para sufragar los altos costes del ejército. De esta forma, el contento del ejército supuso la estabilidad del propio emperador.

El decreto ha tenido una influencia histórica y política inusualmente importante para los contemporáneos pero que no dieron importancia. Marcó un día importante en la historia de Occidente porque hizo una contribución decisiva a la preparación de un estatuto jurídico unificado, que debería conducir a la victoria del cristianismo y la formación de la ‘comitas gentium’ en la que se basa la actual civilización europea.