John Stuart Mill: Libertades Individuales como Base de la Sociedad

Las libertades individuales como base de la sociedad del Siglo XIX 

En el mundo actual se volvería impensado hablar de una sociedad absolutamente liberalista, y de igual manera de una absolutamente igualitaria, ya que tenemos la necesidad de vivir en equilibrio entre estos dos puntos. Este equilibrio del que se habla se hace notar por ejemplo en la forma en la que en ciertos países europeos la gente respeta que todos tengan igualdad de salarios, igualdad sexual y de género, igualdad racial, entre otros tipos. Pero a la vez también en ellos existe una gran libertad si hablamos en ámbito de expresión, de opinión, entre otros, siempre y cuando se respete la libertad de nuestros pares, situación que en estos países no es extraña, ya que estas son sociedades más desarrolladas en varios aspectos. Ahora bien, en muchos otros países del mundo los movimientos por alcanzar una igualdad en la gran mayoría de los ámbitos, es un tema que está muy de moda y esto se debe a los estereotipos creados por la sociedad antigua que aún existen en nuestra sociedad entre sexos, etnias, gustos, etc. Esto en la época de Mill, la Inglaterra del siglo XIX, era algo totalmente distinto, ya que, si bien podía pensarse en hacer cosas así, la gente no tenía la motivación ni las ganas de ir y luchar por lo que consideraban justo, además que quienes solían tener estos pensamientos eran considerados como revolucionarios para el resto de las personas.

John S. Mill nos habla en su ensayo “Sobre la libertad” de temas políticos, de las distintas libertades, la individualidad, el despotismo, la voluntad, entre otros. Siendo la individualidad y la libertad dos de los principales temas que este toca, ya que, se encuentran en gran parte conectados el uno con el otro.

En primer lugar, hablaremos de la visión de Mill sobre la democracia representativa, la cual considera como una mejor forma de gobierno que el llamado “despotismo”. Si bien este le encuentra ventajas al despotismo dependiendo la forma en la que lo veamos (como si habláramos por ejemplo de despotismo benévolo) las desventajas que le ve son mayores. La principal de estas nos dice que el despotismo “… no produce sus peores efectos tanto la individualidad exista bajo él; y todo lo que aniquila la individualidad es despotismo…”. De este extracto es que se puede inferir que Mill habla como ideal de gobierno de la democracia representativa, ya que plantea como tesis de su texto “sobre la libertad” la individualidad. 

La democracia representativa, nos habla de una sociedad en la cuál se sigue la “voluntad de la porción más numerosa”, ya que los gobernantes (representantes) del pueblo, llevan a cabo los deseos de la mayoría. Esto se asemeja de cierta manera a la idea que plantea Tocqueville de la “tiranía de la mayoría”. En el planteamiento de este segundo autor, se nos habla de una sociedad en la que existe la igualdad, por lo cuál la libertad se ve limitada, ya que este planteaba que a mayor igualdad la libertad es menor. Pero la libertad planteada por este mismo es más bien aquella en la cual las personas hacen las cosas por su misma sociedad, o más bien fines políticos, es decir, se rigen por las normas sociales, ya que, si no es de esta manera, la libertad pasaría a convertirse en libertinaje. A diferencia de Tocqueville, para John S. Mill, si es posible que en la democracia representativa exista una libertad ligada con la individualidad de cada persona y cada aspecto de esta misma.

La individualidad está estrechamente relacionada con lo que Mill plantea sobre la libertad, ya que la libertad para él está dividida en dos ámbitos, social y privado. El primero nos habla del comportamiento con nuestros pares, nos dice que en este ámbito la libertad está limitada porque esta se rige por las normas y leyes que existen en la sociedad. En segundo lugar, tenemos el privado, el cuál habla de lo que nosotros hacemos y nos afecta solo a nosotros mismos, no a terceros, ya que de afectar a estos pasaría a ser parte del ámbito social. Estas dos “caras” de la libertad hacen referencia exactamente a lo que nos dice Mill es llamado individualidad, ya que en el texto se nos habla principalmente de las “libertades individuales’, libertades que están sujetas a en que sujetos estas tienen impacto, es decir, si afectan a terceros o solo tienen impacto sobre uno mismo. En el siguiente fragmento el autor nos afirma esto expresando que en su libro existen dos máximas principales sobre la tesis de este y la individualidad: “… el individuo no debe cuentas a la sociedad por sus actos, en cuanto estos no se refieren a los intereses de ninguna persona, si no a él mismo… de los actos perjudiciales para los intereses de los demás es responsable el individuo, el cual puede ser sometido a un castigo legal o social…’

Ahora bien, como se ha planteado hasta ahora, la individualidad tiene influencia en gran parte de los conceptos abarcados por el autor en el ensayo “Sobre la libertad”, de los cuales también es parte el concepto de voluntad, ya que la voluntad está directamente relacionada con lo que anteriormente mencionamos al hablar de “voluntad de la porción más numerosa”. Para el autor la voluntad hace referencia a que

Según lo planteado por Tocqueville, el concepto de individualidad sería una consecuencia de la igualdad. Ya que la individualidad de una persona estaría sujeta a lo que la sociedad quisiera, es decir que su individualidad privada se desarrollaría en base a su individualidad pública. Debido a esto podemos apreciar un gran contraste entre ciertas ideas de ambos autores, a pesar de ser contemporáneos. Este autor nos decía que: “Como cada hombre será igualmente débil, sentirá idéntica necesidad de sus semejantes, y al saber que no podrá conseguir su apoyo sino con la condición de prestar su ayuda, descubrirá fácilmente que para él el interés privado coincide con el interés público.”

Otro concepto que toca Mill en su libro es el de la verdad, el autor nos dice que la verdad no siempre está completamente acertada, ya que puede llegar una persona con una verdad mas certera y de eso se puede aprender, como también puede llegar una persona con un pensamiento totalmente irracional, el cual nos hará reforzar nuestra verdad. Es decir que debemos poner en duda nuestras certezas, de esta forma podremos aumentar su veracidad o descartarlas por no poseer la suficiente. Esto es explicado cuando Mill habla de Newton, al decir que:

Si no se hubiera permitido la discusión de la filosofía newtoniana, a estas fechas no estaría la humanidad tan segura de su verdad como lo está. Las creencias no tienen más salvaguardia para mantenerse que una permanente invitación a todo el mundo para que pruebe su carencia de fundamento. Si la invitación no es aceptada o si, aceptada, fracasa en su intento, podremos estar lejos todavía de la certidumbre. Podemos esperar que, si existe una verdad mejor, será encontrada cuando la mente humana sea capaz de recibirla, y, en tanto, podemos estar seguros de habernos acercado a la verdad todo lo posible en nuestro propio tiempo.

El fragmento anteriormente citado nos afirma lo dicho con anterioridad, pero también nos dice que, hasta no estar listos, solo lograremos acercarnos a dicha verdad que es mejor que la nuestra pero no podremos tomarla como propia.

Finalmente, podemos concluir del pensamiento de John Stuart Mill es que este creía fehacientemente en una sociedad en la cual cada individuo tuviera su libertad, individualidad y ejerciera su voluntad, pero sin traspasar los limites del resto, es decir, ejercerla mientras las consecuencias de esto solo tengan un impacto sobre uno mismo. También al ser un demócrata, este hablaba de una democracia representativa como la mejor forma de gobierno, dejando en el olvido el llamado despotismo, ya que este no era guiado por la voluntad de la mayoría, mas bien era la voluntad de la autoridad. Además, el despotismo no podría funcionar mientras la individualidad (una de las máximas del libro de Mill) tuviera existencia alguna bajo él. El gobierno déspota además no permite que la verdad sea puesta en duda, ya que la verdad de aquel que gobierna debe ser la verdad absoluta, aunque para la gran mayoría esté errada, lo cual es absolutamente opuesto a lo que Mill nos plantea sobre el concepto de verdad.

Bibliografía

  1. Mill, (2018). Sobre la libertad. (Edición especial realizada para “Programa Core UAI” de la Universidad Adolfo Ibáñez.) Santiago: Liberalia Ediciones Ltda.
  2. Tocqueville, (NF). La democracia en América. (2a ed.) NF: Trotta.
24 May 2022
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