Julio César, Político De Nacimiento Y Militar Excepcional
Roma y la codicia iban agarradas de manos, esta sed que envenenaba a la política, el ansia del poder fue la que poco a poco fue destruyendo a lo que conocemos como el imperio más grande de las civilizaciones de Occidente, esta llega a la cima cuando los hombres más poderosos de Roma compiten para ser el supremo absoluto de la república romana y solo uno vencerá, este se llevara consigo el botín, el honor y las riquezas, su nombre fue Julio César y quedara marcado a lo largo de la historia como modelo de la ambición y la tiranía.
Nació en el año 100 a.C en la cuna de una familia patricia, una de las más distinguidas de Roma, pero cuando nació, su familia no era tan rica y poderosa como la leyenda afirma. Debido a esto, César quería recuperar para su familia la gloria y la posición preponderante que según se dice que eran sus antepasados.
Creció en un ambiente en donde reinaba la Anarquía en Roma, son tiempos revueltos y de violentos enfrentamientos políticos, la gente presenciaba a diario derramamientos de sangre y muertes, el asesinato era tan importante como las urnas, la violencia no debía de ser el medio para decidir las grandes cuestiones políticas y el destino del país, pero como todos bien sabemos, violencia engendra más violencia.
Ese fue el atribulado mundo en el que creció Julio Cesar, siendo adolescente y yendo por mar a estudiar a la isla de Rodas, Cesar fue secuestrado por unos piratas que pidieron rescate por él, eran los mayores piratas y traficantes de esclavos del mediterráneo, hicieron prisionero a Cesar y pidieron un rescate, se tardó en recuperar el dinero y paso mucho tiempo con los piratas. No era un romano corriente y no se dejó asustar, los piratas eran una gran amenaza para la aristocracia, pero demostró que incluso ante el mayor de los peligros él sabía salir victorioso. Cesar consiguió la libertad y los piratas acabaron ante la justicia romana y fueron crucificados para servir de alimento para las aves carroñeras.
Antes de convertirse en uno de los líderes más poderosos en la historia, Julio Cesar es un soldado raso del ejército romano, a los 16 años falleció su padre, se quedó sin nada y tuvo que abrirse paso en la vida y él sabe que solo podrá recuperar la gloria familiar es a través del ejército. Parece desear lo mismo que muchos hombres de esa época, el deseo de ser el más rico, el más célebre, el más famoso de todos. Gloria era la única cosa que todos los romanos querían y eso yace en el éxito militar.
Durante una década, Cesar fue subiendo de rango, convirtiéndose en un aguerrido soldado, él y miles de soldados conquistan territorios para Roma. En los últimos 400 años Roma paso a ser de una ciudad de solo cinco km² a una superpotencia de más de 1,150,000 km².
A sus 30 años de edad era un experimentado soldado, fue enviado a una provincia de Roma llamada Hispania, demostró tener tanto valor que cualquier otro soldado y se comenzó a forjar la reputación militar de Cesar y como se debe de saber, cualquier miembro de la elite que demostraba tener valor y frialdad en el campo de batalla conseguiría influencia política en Roma, es por esto que a su regreso, él se dedica a la política y utiliza su creciente popularidad para ganar las elecciones a Cónsul, lo que significaba conseguir el puesto más prestigioso en la época de Roma como Republica.
El como muchos otros, nació para ser político, era un gran escritor y orador. Cesar te podía manipular para que hicieras lo que él quisiera con tan solo un simple discurso. Cualidad que podemos ver en muchos de los políticos y personajes de la Historia como Pericles, Alejandro Magno, Santo Thomas de Aquino, acercándonos más a la actualidad podrían ser Abraham Lincoln, John F. Kennedy, Nelson Mandela e incluso Adolf Hitler.
Entre muchos de sus admiradores estaba Marco Bruto, quien fue el hijo de Servilia, una amante de Cesar. Este posteriormente se convertiría en un político y militar en la etapa final de la República.
Julio Cesar quería introducir nuevas reformas políticas, por lo que se convirtió en una amenaza para el sanado y la aristocracia. Era su antítesis en todos los sentidos. Para Cesar era crucial que el Senado le cediera el gobierno de las Galias, ya que, si tenía éxito, de ella obtendría dinero de los saqueos y con los enemigos capturados al venderlos como esclavos, pero debido a este conflicto que siempre tuvo Cesar con el senado esto fue negado.
En la brutal arena política de Roma no se debía luchar solo, al ser una persona cuanto menos inteligente que entendía perfectamente esto, Cesar se reúne con los dos hombres más poderosos de la República, uno era su viejo amigo Craso, quien era el hombre más rico de Roma y el otro era el celebrado general Pompeyo Magno conocido como Pompeyo el Grande. Esta unión no fue nada fácil, ya que existían conflictos entre Craso y Pompeyo, pero Cesar, astuto como un gladiador en el circo convenció a los dos para que le ayudaran a ganar las elecciones y tomar el control del senado.
De esto podemos sacar que Cesar era verdaderamente el tercer Hombre, aunque no sería distinguido militarmente como Pompeyo ni era tan rico como Craso, Era brillante y tenía un aura y un carisma que los demás no poseían.
Esta extraordinaria alianza era conocida como el Triunvirato, que, tenía tanto poder que controlaba el aparato político y podía en cierto sentido asignar cargos a voluntad, esto como es obvio, puso punto final a la libertad política de la aristocracia que había estado en muy alta estima. Para cerrar el pacto, Cesar propuso un contrato matrimonial entre su hija Julia y Pompeyo.
