Jurisdicción Especial Para La Paz En Colombia
La Jurisdicción Especial para la Paz es el componente de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, creado por el Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-EP. La JEP tiene la función de administrar justicia transicional y conocer de los delitos cometidos en el marco del conflicto armado que se hubieran cometido antes del 1 de diciembre de 2016.
La JEP fue creada para satisfacer los derechos de las víctimas a la justicia, ofrecerles verdad y contribuir a su reparación, con el propósito de construir una paz estable y duradera. Su misión es buscar la justicia para establecer la transición hacia la paz y restaurar el tejido social, al garantizar los derechos de las víctimas y la seguridad jurídica de los comparecientes.
Esta estrategia es importante, porque pondrá en marcha mecanismos judiciales y extrajudiciales para garantizar que se satisfagan los derechos de las víctimas, asegurar la rendición de cuentas, la convivencia, la reconciliación, la no repetición y la seguridad jurídica para quienes participen en el sistema.
Ahora bien, para lograr entender la jurisdicción especial para la paz es importante dar un repaso sobre la historia de conflicto a la que Colombia ha sido sometida. La historia de este País ha sido cruelmente marcada por alrededor de sesenta años por la guerra; En sus inicios, la desigual repartición de la tierra y la falta de espacios para participación política dieron cabida al uso de la violencia y la lucha armada. Un método que en los años siguientes se fue reforzando con la irrupción del narcotráfico, el narcoterrorismo, la presencia de nuevos actores políticos y armados en un contexto de lucha revolucionaria, Guerra Fría y guerra contra el terrorismo que han ido transformando el conflicto en su razón de ser y métodos de subsistencia.
Cabe resaltar que, los grupos armados han justificado el uso de violencia como medio para lograr cambiar los problemas sociales que se presentan en la sociedad colombiana, sin embargo, este método lo único que ha hecho es crear más violencia.
Es importante aclarar que La guerra interna es un conflicto que presenta variables que dialogan con el pasado, vinculado originariamente a la lucha con fines políticos y cambios sociales, pero al mismo tiempo, se recrean con las lógicas del presente en donde adquiere ciertas dinámicas propias de las nuevas guerras. En realidad, varios factores han coincidido para aumentar la degradación de la guerra, novedosos frente a las dinámicas típicas que habían caracterizado a la violencia en Colombia hasta la década de 1980 entre ellos, el tráfico de armas, el narcotráfico, la exacerbación del secuestro y los falsos positivos. Lo que genera un estado permanente de reproducción de la guerrilla que se extiende por años.
Una de las prácticas que han sido relevantes durante el conflicto ha sido el secuestro, entendido por la legislación colombiana como «toda retención en contra de la voluntad de las personas, con el propósito de pedir cambio de su libertad una utilidad específica para sacar algún provecho»1, constituye uno de los tipos de violación más grave en relación con los derechos fundamentales secuestro simple. De todas maneras, el secuestro extorsivo, ya sea con fines económicos políticos, es el de mayor impacto en el país. Por tal motivo, en el transcurso de este trabajo se le dará mayor énfasis este tipo de delito. Muchas causas explican el secuestro extorsivo en el país, no obstante, dos de ellas son las de mayor incidencia.
La primera es de índole política, con ella se busca no solo el control del territorio a través del dominio de los cargos finanzas públicas, sino también, incidir en aquellas decisiones del Estado colombiano La segunda, de tipo económico, busca ante todo una fuente de recursos para financiar las actividades bélicas del grupo que lo practica.
Desde 1962 hasta 2004, han sido secuestradas en Colombia 26.343 personas con fines extorsivos (60,6% del total de secuestros ocurridos en ese periodo). Actualmente, el secuestro extorsivo se constituye en una fuente importante de financiación para los grupos armados ilegales; según Trujillo, B. (1998) “los ingresos de la guerrilla por concepto de secuestro representan aproximadamente 22% de sus finanzas”, de manera que en parte la guerrilla usa los secuestros como método de sustento.
Ahora bien, El término ‘falsos positivos’ se da en 2006. Se usaba como forma de referencia hacia los montajes de atentados por parte de agentes del Estado para culpar de su planeación a grupos armados ilegales y cobrar los réditos de su desactivación, estos sucesos se dan a conocer por el estallido del escándalo de los falsos positivos en Soacha, Cundinamarca, en el que jóvenes desaparecidos en ese municipio fueron asesinados y presentados por el Ejército como guerrilleros muertos en combate en Ocaña, Norte de Santander.
Cabe resaltar que, el documento expedido por la sala de reconocimiento de verdad, de responsabilidad y de determinación de los hechos y conductas con el que la Justicia Especial para la Paz (JEP) abrió el caso 003 en julio de 2018. La Sala de Reconocimiento de la jurisdicción transicional citó datos del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), que registró 1.741 víctimas de 1984 a 2011; de la Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos (CCEEU), una agrupación de organizaciones sociales, que contó 1.257 de 2002 a 2014; así como datos de la Fiscalía, que dio cuenta de 2.248 muertes entre 1988 y 2014. Teniendo en cuenta esto, es importante aclarar que muchas de estas muertes son ejecuciones extrajudiciales.
Las ejecuciones extrajudiciales son “todos los actos y omisiones representativos de Estado que constituyan una violación al reconocimiento general del derecho a la vida encarnado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos” y otros tratados internacionales, es decir, hace pasar el asesinato de civiles como víctimas del combate sin estos serlo es una forma más clara de una ejecución extrajudicial. Ávila, A (2019) afirma que, “En Colombia, la historia de las ejecuciones extrajudiciales es larga, se cree que pueden ser más de 8.000 colombianos, aunque el periodo violento se dio en las dos administraciones del Álvaro Uribe”.
Es importante mirar el enfoque o perspectiva que los medios le han dado a este tema y cómo estos han abordado el mismo, de manera que, a continuación, se va a mostrar parte de la investigación hecha por Moncada, J (2010) en la que este muestra la actividad de los periódicos en relación con este tema:
De acuerdo con los cuadros, podemos observar que el total de artículos rastreados en los 3 medios fueron de 428, de los cuales 153 (36%) son de “Revista Semana”, 133 (31%) de “El Espectador” y 142 (33%) de “El Tiempo”. Lo que deja claro que Semana fue el medio que más cubrimiento le dio al tema de los Falsos Positivos a pesar de ser el único medio de los tres que es de publicación semanal. En cuanto a las víctimas de los Falsos Positivos: “Semana” publicó un total de 22 artículos (38%), “El Espectador” 16 (26%) y “El Tiempo” 21 (36%) (Ver cuadro 3 y 4), en donde concluimos que “Semana” fue el medio que más cubrimiento le dio a este eje y lo sigue “El Tiempo” muy cerca. Podemos decir que los 3 medios cumplieron con su cuota de responsabilidad social.
Para finalizar, considero que el conflicto en Colombia, no solo ha dejado cicatrices profundas dentro del velo social, sino que también nos ha dejado precedentes sobre lo que fue, es y será nuestro país. El secuestro, los falsos positivos, los asesinatos y los actos terroristas han sido los protagonistas dentro de nuestra historia como país, pero aún se tiene la esperanza de que esta situación mejoré. Sin embargo, este precedente de violencia nos sirve para entender nuestro presente y poder aspirar a un futuro diferente.
Referencias
- Moncada, J. (2010). Tratamiento de los medios al tema de los falsos positivos en Colombia (semana – el espectador – el tiempo). Universidad Javeriana. Bogotá. Recuperado de https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/5472/tesis486.pdf?sequence=1&isAllowed=y
- Avila, A. (2019). Falsos Positivos en Colombia. El País. Recuperado de https://elpais.com/internacional/2019/05/28/colombia/1559060232_419756.html
- Alvear, J. (2019). En memoria del profesor y líder sindical Santos Mendivelso Cocunubo Asesinado por la SIJIN en 1991 presentado como muerto en combate. Prensa Colectivo. Recuperado de https://www.colectivodeabogados.org/?En-memoria-del-profesor-y-lider-sindical-Santos-Mendivelso-Cocunubo
- TICKNER, A, CEPEDA, C. (2011). Las drogas ilícitas en la relación Colombia Estados Unidos. In: GAVIRIA, Alejandro; MEJÍA, Daniel (Org.). Políticas antidroga en Colombia: éxitos, fracasos y extravíos. Bogotá: Universidad de los Andes, 2011.
- Trujillo, E. Badel, M. (1998) ‘Los costos económicos de la criminalidad la violencia en Colombia: 1991-1996. Bogotá. Recuperado de: https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/RevistaPD/2004/pd_vXXXV_n2_2004_art.7.pdf