Kant: El Hombre Es Bueno Al Igual Que Es Malo

¿Cómo pensaba Kant en la religión? En este libro, esta respuesta es contestada. El filósofo alemán pone a la moral, la religión e incluso la fe a través del escrupuloso análisis que lleva consigo la Razón que Kant tanto empeño a puesto en delimitar. El libro se divide en cuatro grandes capítulos, ensayos hechos sobre el mismo tema que siguen la misma línea de pensamiento hasta su conclusión.

En el primer capítulo, Kant se pregunta si el hombre es naturalmente bueno, o naturalmente malo. Después de dilucidar un momento, dice que si fuera solo naturalmente bueno o naturalmente malo, en verdad no habría un motivo para que también pudiera llegar a ser de la otra manera, así que dice que con respecto al mal o al bien, se habla más de una inclinación más que un estado de ser inmediato. A pesar de que hay una naturaleza, un orden en las cosas, se llega a la conclusión de que el hombre tiene una inclinación a el mal ligado con el libre albedrío de la persona. Esto es aparente, se dice, cuando se ven las acciones que se cometen en el presente, y en el estado salvaje, el cual es el estado más básico del humano cuando no tiene las normas que lo guíen.

Pero no es solo una gran maldad y ya. Kant las divide en tres, fragilidad, perversión y una decisión consciente de cambiar las máximas del orden natural por las de la maldad.

En el segundo capítulo, se habla de cómo se puede llegar a ser un hombre moralmente bueno, que sigue el deber porque es algo que se debe hacer sin buscar otras razones, cuando la tendencia o inclinación del hombre es hacía el mal.

Primero, se dice que si se nos pide que hagamos algo, ya sea por un ser divino o por el deber natural, es porque podemos hacerlo. El orden, o Dios, no nos daría parámetros que no pudiéramos seguir, aunque tengamos esta inclinación hacia el mal. Por lo tanto, decir que el humano puede ser moralmente agradable a Dios no es una imposibilidad o algo descabellado.

Por lo que entendí, la gente puede ser buena porque sabe que hubo otra gente que fue buena, así que puede seguir su ejemplo. He incluso remontándonos al pasado, antes de “la caída”, la cual implica una inocencia previa al mal, el hombre no conocía la maldad libremente elegida. El hombre fue bueno, aunque desde un momento en adelante siempre ha tenido la mancha de ese “primer pecado”.

Kant pasa a decir, que todas las santificaciones, el elevar a la gente buena a un estatus más alto, en verdad no es buena idea. Si queremos ser buenos, pero la gente buena es vista como sobrehumanos… ¿Qué esperanza en si puede tener el humano? Podría pasarse pidiéndole la santidad a Dios para que así automáticamente fuera bueno, pero las cosas no son así. Debe haber actos, decisión y deliberación, no es simplemente una luz divina que cae y mejora al individuo automáticamente.

En este intento por ser una persona moralmente buena es cuando se constituye la Iglesia, física y espiritualmente. Hay deberes, leyes que se deben seguir y cosas que se deben hacer. Y esta institución ética lucha por conseguirla, por hacer que el reino de Dios se vea reflejado en la tierra. Iglesias hay muchas, dice Kant, pero en el fondo todas tienen la misma creencia y lucha por alcanzar el bien.

Finalmente, Kant toca el tema de los servicios eclesiales. Las cosas como ritos de iniciación, ir a misa y cosas por el estilo, el filósofo hace a un lado. Dice que es un modo de reemplazar el hacer verdaderas acciones buenas con otras cosas que intenten encontrar de una manera más fácil la gracia de Dios. Así, un bautismo podrá tener importancia con la comunidad en la que se vive y para aceptar una fe y modo de vida, pero si existe Dios, este evento no tiene una gran repercusión en la moral del individuo.

El hombre se define moralmente por sus acciones libres, lo que quiere e intenta hacer. Así, un hombre que aparenta hacer cosas buenas pero ha optado por seguir las máximas del mal será malo, y una persona que haga acciones malas pero vaya a Misa y cumpla todos los ritos que ha puesto la “Iglesia” seguirá siendo moralmente mala ante Dios. La gente debe hacer lo que el orden natural les dicte, y no someterse a milagros o cosas fuera de la razón para ser de una manera o esperar un premio.

Una moral que aunque se inclina al mal, puede llegar al bien mientras se mantenga en el recto camino del deber que el orden ha instaurado en el mundo. Deja afuera toda cosa que no quepa en la razón y eleve de más las cosas, separándolas de lo humano, como los milagros y los santos. Y también le quita verdadera importancia a todas esas cosas que la religión pone pero no están verdaderamente ligados a las acciones y la moral. Esto es lo que Kant ha escrito en este tratado suyo.

22 October 2021
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