Karl Marx y El Análisis De La Mercancía

Introducción

La obra de Karl Marx, “El capital”, parte del análisis de la mercancía, crucial para entender sus postulados y las relaciones sociales de producción. La sociedad a la que va a estudiar Marx es la capitalista, es decir, una sociedad que produce mercancías y ve todo como mercancía, especialmente, el trabajo, el cual Marx hace énfasis. La mercancía, en este contexto, es un objeto exterior que satisface necesidades de cualquier tipo y también es útil en diversos aspectos. Toda mercancía tiene un valor dual, es decir, tiene un valor de uso (según su cualidad) y un valor de cambio (con arreglo a su cantidad). 

Desarrollo

Las personas suelen visualizarlas según su forma de valor de uso, como el trigo; pero necesitan indispensablemente ser también objetos de uso, es decir, tiene una forma natural y una de valor. El valor de uso tiene que ver con el trabajo útil que esté orientado a un fin, cada valor de uso es cualitativamente diferente y solo tiene valor porque existe un trabajo abstractamente humano. El valor de cambio, por otra parte, tiene que ver con el intercambio de valores de uso de una clase por otra. Las mercancías manifestarán su valor en forma de dinero, sin embargo, su manifestación siempre será relativa.

Ya que estará en relación con la otra mercancía. En este contexto, es necesario que exista algo común en los valores de cambio para que puedan ser intercambiables. Marx explica, que solo podrán ser medibles por su utilidad, por su valor de cambio. Es decir, que cada mercancía va a tener diferentes niveles en su valor de uso, en cuanto a su cualidad. Es aquí, donde el concepto de trabajo se vuelve clave, porque se encarga de prestar servicios equivalentes, es decir, ayuda a definir el valor de las mercancías. Marx explica, que el trabajo es la actividad humana que produce mercancías y satisface necesidades. 

El trabajo es entonces, el uso de la fuerza de trabajo (capacidad que tiene el obrero de trabajo, sus habilidades), esta fuerza de trabajo es lo que vende el obrero y por ello recibe un salario, gracias a este proceso se van a poder intercambiar las mercancías en el mercado. Marx, además, va a diferenciar dos tipos de trabajos: trabajo concreto y trabajo abstracto. El trabajo concreto tiene que ver con todo lo necesario para producir una mercancía, es decir, la fuerza de trabajo, la maquinaría, herramientas, también se encargará de producir valores de uso. Por otro lado, el trabajo abstracto tiene que ver con las semejanzas o lo que tiene en común las mercancías.

Conclusión

El desgaste de fuerza humana en sentido fisiológico y mental, que, en consecuencia, crea valores de cambio. Finalmente, Marx explica el fetichismo de la mercancía. El fetichismo de la mercancía consiste en el proceso por el cual, el intercambio de mercancías en una vez de ser entre sujetos, se vuelve un intercambio entre objetos. Es decir, el sujeto pierde todo el protagonismo. Estos sujetos ven a las mercancías como objetos mágicos que parten de la nada, de esta forma, se olvidan del proceso de explotación que hay detrás. Naturalizan la explotación y se vuelven consumidores de este proceso donde la que domina es la mercancía. 

17 August 2021
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