La Autoestima Como Cualidad Psicológica
La autoestima es un constructo psicológico que ha sido estudiado hace un par de décadas, los últimos años ha cobrado una mayor relevancia en la vida de las personas y su estudio involucra un conocimiento más profundo de los individuos.
Carl Rogers considera a la autoestima como el conjunto de experiencias que describen al sujeto, es aquello que el individuo reconoce como propio y como parte de su identidad. Es la forma que tiene de relacionarse consigo mismo y con los demás haciéndose responsable de sus acciones.
Coopersmith refiere que la autoestima es una evaluación que hace el sujeto respecto de sí mismo y esta se relaciona con el grado de satisfacción personal y un adecuado funcionamiento afectivo. La autoestima es una actitud de aprobación o desaprobación sobre uno mismo.
La autoestima según Pick es la valoración que un ser humano que el ser humano tiene de sí mismo, una opinión y sentimiento que cada uno tiene de sí mismo, de los propios actos, los propios valores y las propias conductas.
Sánchez plantea a la autoestima desde un punto de vista sociocultural como una actitud tanto positiva como negativa que la gente tiene sobre sí mismo y se crea a partir de la influencia de la cultura, la sociedad, la familia y las relaciones interpersonales. La autoestima de un individuo es equivalente al grado en que este se mide de forma positiva o negativa con respecto a ciertos valores que considera importantes.
Clark, Clemes y Bean mencionan que la autoestima es un concepto que se origina de la autovalía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que se tienen de sí mismos y que se han recogido a lo largo de la vida. Las impresiones reunidas, que se suman a evaluaciones y experiencias se conjuntan en un sentimiento positivo de sí mismo, o al contrario, generan un sentimiento de no ser lo que se espera.
Todo ser humano necesita tener autoestima independiente del género, edad, cultura y objetivos en la vida y esta afectará a todas las facetas de la vida del individuo, la necesidad de autovaloración es fundamental para satisfacer otras necesidades, por ejemplo, la creatividad, logros personales y realización de todo el potencial humano. Las personas que pueden sentirse bien consigo mismas suelen proyectar eso a otras áreas de su vida y son capaces de resolver los retos que la vida les presenta.
Gonzáles-Arratia postula a la autoestima como una abstracción que el individuo hace y desarrolla acerca de sus atributos, capacidades, objetos y actividades que posee o persigue, esta abstracción está representada por el símbolo mí, que incluye en la idea que la persona tiene sobre sí misma. Esta definición es la que será considerada en la presente investigación.
Branden destaca a la autoestima como un concepto inherente a una sensación fundamental de mérito, a la idoneidad. Es una evaluación de la mente, la conciencia y de la persona en un sentido profundo, incluye el sentirse competente para vivir, tener confianza en sí mismo, sentirse merecedor de la vida que indica el derecho de ser feliz y vivir. También postula que la autoestima es fundamental para que el hombre alcance la autorrealización y plenitud, así mismo, en la salud física, mental, proactividad y creatividad, lo que indica la plena expresión de sí mismo.
Válek argumenta que la autoestima no es un concepto estático o inmodificable, si no dinámico y cambiante que puede disminuir, aumentar o mantenerse. Considera que se va construyendo desde la infancia, en esta etapa las percepciones que se tengan sobre sí mismo o sobre el mundo tienen alta probabilidad de perdurar en el tiempo e influir en la vida adulta.
Tarazona define a la autoestima como una variable psicológica que busca comprender como el individuo valora sus propias cualidades y esto implica un proceso de autoevaluación continua. Incluye factores propios del ser humano como son rasgos físicos, mentales, sociales, emocionales y espirituales.
La autoestima desde su origen ha sido considerada como una evaluación del sí mismo, esta puede ser positiva o negativa de acuerdo a la persona, en los últimos años se ha divido para una evaluación que incluya el sí mismo, las relaciones personales, la capacidad de resolver y enfrentarse a problemas cotidianos, incluyendo factores personales, familiares y sociales.