La Ayuda Del Deporte Para Prevenir El Cáncer
Introducción
Los beneficios del ejercicio físico para la salud están fuera de discusión. Nadie puede discutir la mejora en la calidad de vida que otorga la práctica continuada de un deporte. A esto debemos sumar el hecho de que también ayuda el deporte a prevenir el cáncer. Las patologías oncológicas son un flagelo importante en nuestras sociedades. Gran parte de la mortalidad humana se atribuye a las neoplasias. Y al aumentar la expectativa de vida, cada vez más somos propensos a desarrollar estados cancerígenos.
Los estudios científicos al respecto han comprobado que ciertos estilos de vida son beneficiosos para la prevención del cáncer. Entre ellos, la práctica de un deporte. Consideremos que, en general, el deporte puede ayudar a prevenir hasta un tercio de la prevalencia de cáncer. Incluso hay investigaciones que han determinado, con bastante precisión, que media hora de ejercicio diario reduce el riesgo de cáncer de colon, por ejemplo.
Desarrollo
En el contexto en que el deporte estimula también otros hábitos, como la buena alimentación, no caben dudas del beneficio. Aunque muchos cánceres no tienen un origen claro, hay otros de los que sí sabemos su procedencia y podemos actuar en consecuencia para disminuir la posibilidad de padecerlos.
Variadas patologías oncológicas comparten factores de riesgo. Es habitual asociar el sobrepeso y el sedentarismo al desarrollo de patología cancerosa. En este sentido, el deporte ayuda a prevenir el cáncer porque reduce el peso corporal y activo mecanismo dependientes del movimiento. Como bien adelantábamos, también el deporte ayuda a cambiar hábitos. El ejercicio físico continuado nos impulsa a comer mejor, a elaborar planes y rutinas alejadas de las costumbres no saludables y hasta a dejar tóxicos como el alcohol o el tabaco.
Una mejor condición física se vincula a una mejor fisiología del aparato digestivo. Esto reduciría la incidencia de cáncer de estómago y de colon. Nuevamente, el deporte ayuda en este caso porque suele acompañarse de una dieta específica. Por otro lado, quienes investigan los orígenes de las neoplasias han descubierto que las inflamaciones crónicas de los tejidos podrían ser causales de neoplasias. Pues bien, ayuda en este caso el deporte a prevenir el cáncer siendo un antiinflamatorio natural.
Los músculos son el tejido más beneficiado por el ejercicio. La práctica continuada obliga al tejido muscular a sacar glucosa de la sangre para funcionar como combustible. Esa reducción de la glucemia sanguínea mejora los niveles de insulina y reduce el riesgo de cáncer de mama en las mujeres.
Tipos de cánceres ayuda a prevenir el deporte
Si bien los beneficios del deporte sobre la prevención del cáncer son generales, hay investigaciones que han confirmado el poder preventivo en algunos cánceres en particular:
- Mamá: si una mujer realiza más de tres horas semanales de ejercicio, su riesgo de cáncer de mama se reduce casi un 30% en comparación con una mujer sedentaria. Lo bueno de esto es que el riesgo se reduce para todas las mujeres, a cualquier edad, y sin importar los antecedentes previos de salud.
- Útero: también como beneficio para las mujeres, la práctica deportiva reduce el riesgo de cáncer uterino.
- Pulmón: el riesgo de cáncer de pulmón se reduce en los deportistas, ayudado por la suspensión del tabaco que viene de la mano del deporte.
- Colon: el cáncer colónico ha sido muy estudiado en su relación con el deporte. Algunos estudios han encontrado hasta una reducción del 50% del riesgo en personas con actividad física regular. No está totalmente claro el mecanismo de fondo que lo explicaría, pero no podemos obviar la cuestión dietaria que se asocia cuando cambiamos el estilo de vida.
Conclusión
La práctica de cualquier deporte ayuda a prevenir el cáncer. Sin embargo, hay grados de actividad física que la ciencia ha probado como beneficiosos en su mínima expresión. Es decir que, realizando estas rutinas, el riesgo de cáncer ya se reduce. Una de las medidas más conocidas es la de los 150 minutos semanales. Puede ser corriendo, caminando, nadando, en el gimnasio con máquinas, bailando o pedaleando.
Lo importante es distribuir estos minutos en la semana logrando un mínimo de media hora cada día. Tanto ejercicios aeróbicos como de fuerza han demostrado sus beneficios frente al cáncer. Por ende, un deporte como el fútbol sería tan recomendable como la rutina de pesas, por ejemplo. La combinación de ambos es el ideal, destinando tiempo a lo aeróbico y a la musculación.
Para quienes se encuentran complicados con el tiempo para disponer momentos de ejercicio, la opción es incluirlos en la rutina diaria. Utilizar las escaleras en lugar del ascensor, la bicicleta en lugar del auto, caminar en vez de un taxi. Siempre que se pueda, la inclusión de la actividad física redundará en beneficios.