La Cadena De Valor Cómo Herramienta Estratégica
INTRODUCCIÓN
En presente texto tiene como finalidad el exponer de forma general las relaciones que existe ente la cadena de valor y la planificación estratégica como elemento importante en las acciones de desarrollo de las empresas. Para tal fin se parte de los fundamentos teóricos clásicos, buscando una relación con la realidad de las organizaciones y empresas.
Como elemento importante se reconocen investigaciones de Instituciones de Educación Superior nacionales e internacionales que desde su interés ha analizado los fenómenos empresariales, las tendencias organizacionales, así como las acciones que a lo largo de los últimos 34 años han permitido un seguimiento al crecimiento empresarial, así como algunos indicadores de fracaso.
Finalmente se invita al lector a que permita que el presente texto lo incentive en la búsqueda de diferentes alternativas de acompañamiento a las organizaciones o empresas colombianas, así como a la indagación autónoma de las estrategias gerenciales de la planificación estratégica como una de las herramientas que además de ser útiles en el marco empresarial resultan muy pertinentes al momento de emprender proyectos en todos los órdenes o áreas existentes.
DESARROLLO
Como se ha mencionado el presente texto tiene como finalidad el establecer unos acercamientos generales a la comprensión de la Cadena de Valor en las empresas como un elemento importante para los procesos estratégicos de las mismas, para así generar una relación de dichas apuestas teóricas y prácticas con el contexto actual organizacional y en consecuencia económico del país.
Principalmente se fundamenta la construcción del texto en las posturas teóricas de Michel Porter, Marc Gerstein e Igor Ansoff, siendo estos quienes fundamentan las teorías del pensamiento estratégico, la cadena de valor y su relación con las organizaciones a nivel competitivo del mercado. Sin embargo es indispensable tener en cuenta que las citas serán basadas en resultados de investigaciones de la Organización Internacional del Trabajo, investigaciones de Universidades nacionales e internacionales, así como en estudios empresariales de Confecámaras, esto con el fin de dar en sustento actual del tema.
Inicialmente y para facilitar el proceso de lectura, se parte de la definición sencilla de la cadena de valor propuesta por Michel Porter, para más continuar con la comprensión de la planeación estratégica y finalmente lograr una relación entre las dos acciones para el desarrollo organizacional. En este sentido se entiende que una cadena de valor
“[…] describe la gama de actividades que se requiere para llevar un producto o servicio desde su concepción, pasado por las fases intermedias de la producción y la entrega hasta los consumidores finales y su disposición final después de su uso.”2 Esto incluye actividades tales como el diseño, la producción, la comercialización, la distribución y los servicios de apoyo hasta llegar al consumidor final”.
En este orden de ideas busca a revisar todas las intervenciones que se deben tener para para el desarrollo de los productos o servicios que oferta y que estos realmente lleguen al mercado cumpliendo con las expectativas de funcionalidad y calidad exigidas por el cliente o usuario, buscando cuantificar todas esas intervenciones de la organización, desde la asignación de un rubro económico, todo esto con el fin de identificar cuáles son los costos directos e indirectos de la producción para que se busque un precio competitivo en el mercado, procurando que sea accesible al cliente pero también que genere una ganancia a la organización.
Por lo anterior se establece una relación directa de la cadena de valor con los pensamientos y propuestas prospectivas de las organizaciones vinculadas directamente a la planeación estratégica organizacional en la cual es indispensable identificar los principios, acciones, recursos, alcances, tiempos y herramientas que son necesarios para cumplir a cabalidad con los objetivos organizacionales trazados y en su mayoría de veces declarados en la misión y visión de las organizaciones.
En este sentido se convierte en un elemento importan de mencionar y reflexionar que la Planeación Estratégica tiene un sentido y fundamento en garantizar
“[…] que por lo menos las políticas (sino las acciones) de los departamentos funcionales sean coordinadas y canalizadas hacia un conjunto de metas comunes. Porter considera que diseñar una estrategia consiste en crear una fórmula general de cómo una empresa va a competir, cuáles serán sus metas y qué políticas se requerirán para alcanzarlas.”
Siguiendo la referencia anterior y relacionando la misma con la exigencia del mercado actual, el reto para las empresas u organizaciones está ligado directamente no solo a generar una permanencia en el mercado, sino también, a propiciar una coherencia a nivel interno y externo con el único fin de mantener un impacto positivo en el sector en el cual se encuentra inmersa la organización privilegiando principalmente al cliente y/o usuario.
Por lo tanto, al momento de pensar en la cadena de valor también resulta pertinente involucrar cifras, proyecciones, análisis financieros y presupuestales, los cuales se convierten en un eje fundamental para que las acciones propuestas por las empresas se puedan llevar a cabo. Es así como la estrategia se puede comprender desde dos propuestas principales, una comprendiéndola como intención que se relaciona con la proyección a futuro que generan las organizaciones, y en segunda como un modelo conductista enmarcando concretamente en las acciones y los refuerzos que se deben tener a las mismas para lograr los objetivos.
Desagregando las dos posturas anteriores podemos identificar que la primera está relacionada directamente con el horizonte que se plantea a la organización en un sentido prospectivo, requiriendo que las directivas de la misma generen estrategias vanguardistas para que su oferta de servicio o producto permita responder a las necesidades de la sociedad del futuro. En cambio, la segunda propuesta al encontrarse relacionada al conductismo se centra en identificar en el presente los elementos que se deben tener en cuenta para alcanzar una meta acompañándolos de un estímulo que me permita tener la respuesta deseada, es así como se encuentra estrechamente relacionada con el análisis de la sociedad en el tiempo presente o actual en el cual interviene la organización.
A continuación se evidencia un gráfico en el cual permite visualizar de forma más sencilla los elementos a tener en cuenta al momento de hablar de pensamiento estratégico o planificación estratégica para la toma de decisiones y direccionamiento, el cual más adelante permitirá una relación directa con el análisis de cadena de valor como tema principal del presente ensayo.
Fuente: Tomado de Modelo de gestión estratégica para la toma de decisiones en entidades agropecuarias.
La estrategia en este sentido es parte fundamental de las acciones gerenciales para el diseño, seguimiento y evaluación de los procesos administrativos. Por lo que, la cadena de valor propicia requiere para su desarrollo que las organizaciones tengan un amplio conocimiento de sí mismas, donde no sólo se preste atención a las fortalezas y oportunidades sino también a las debilidades y amenazas que al interior se poseen en cada una de las áreas que integran la organización; adicional a esto es imperante que se identifique cuál ha sido la historia de la organización y su estado previo al desarrollo de las acciones estratégicas y la posibilidad de penetración en el mercado de acuerdo a los productos o servicios ideados como oferta.
Hablando de la cadena de valor partimos de mencionar que es una técnica original de Michel Porter destinada principalmente a generar ventajas competitivas entre las diferentes empresas de un sector, Porter plantea esta estrategia desde un sentido contable relacionando el valor con el costo inicial de los productos haciendo un análisis de los costos acumulados que se dan a lo largo de los procesos de producción, de ahí que la cadena de valor “[…] permite descomponer la empresa en una serie de actividades estratégicamente importantes con el objetivo de comprender el comportamiento de los costos y las fuentes de diferenciación actuales y potenciales”.
Las organizaciones y empresas en general como reto actual tienen el de mantenerse vigentes por medio de la pertinencia no solo de sus servicios o productos, sino también por la relación que tienen con las necesidades de sus clientes y/o usuarios. En este sentido el identificar la cadena de valor en las empresas y ubicar su importancia en las mismas para lograr la sinergia requerida en cada uno de las áreas o espacios que la conforman.
Cuando se habla de cadena de valor es necesario mencionar la importancia que existe para las organizaciones o empresas, conocer el contexto al cual responden sus productos o servicios, parta de la comunicación directa con los usuarios o clientes a los cuales está dirigido dirigida la oferta general de la empresa.
Con relación al contexto actual, el pensar en la cadena de valor para facilitar el impacto de las empresas en el sector económico al cual pertenece, y su relación directa a la planeación estratégica se debe a que es una creciente preocupación del estado Colombiano el generar un crecimiento y longanimidad a las empresas que se gestan en su nación, esto debido a que después de una investigación exhaustiva de la Universidad del Rosario se encontró que
“En el ámbito organizacional, la principal dificultad que enfrentan las empresas colombianas —en su mayoría de tamaño micro, pequeño y mediano— es su baja capacidad de gestión, la cual se ve reflejada en las dificultades que tienen para proponerse objetivos de crecimiento y desarrollo, y para gestionar de manera eficiente sus recursos (humanos, financieros, tecnológicos, etc.).” (Sanabria, Saabedra, & Hernández, pág. 6)
Siguiendo en el análisis anterior es pertinente tener en cuenta los datos proporcionados por Confecámaras en el 2017 relacionado con la supervivencia de las empresas en Colombia, en el cual se encuentra que
“[…] el 60% de las empresas emergentes en Colombia se quiebra antes de cumplir cinco años de vida, de las cuales el 98% son microempresas. Es decir que solo 4 de cada 10 emprendimientos sobreviven a la etapa de posicionamiento inicial en el mercado nacional. […] en el primer año tienden a desaparecer entre el 20% y el 30% de las empresas nacientes, por lo que de las 88406 empresas que se registraron en la Cámara de Comercio de Bogotá en el 2017, a finales del 2018 muy probablemente cerrarán 22100 y, en el 2022, concluidos los cinco años de existencia, solo 35362 negocios seguirán funcionando.”
Manifestando de esta forma que la eficiencia y eficacia necesaria en la sinergia que debe existir entre la planificación y funcionalidad de las organizaciones aún no se evidencia la puesta en práctica, por lo que se logra concluir desde una análisis a empresas que crecen por encima del 10% anual que se deben incluir principalmente cuatro variables organizacionales las cuales son“[…] las herramientas de planeación estratégica, la forma en que se desarrolla la innovación, el desarrollo de nuevos modelos de negocios y la apropiación de la tecnología,[…]”
En este sentido se logra inferir que como acción importante para todas las áreas administrativas se encuentra la necesidad de fortalecer organizacionalmente a las empresas colombianas, acercando de esta forma los elementos teóricos a los espacios prácticos. Es decir que el apuesta de la academia, profesionales en las áreas administrativas, empresariales y económicas, así como los gremios y asociaciones de áreas contables debe tener un componente no solo de formación y sensibilización para los empresarios colombianos frente a la pertinencia de los temas expuestos en el texto, sino también una acción práctica que permita evidenciar el fortalecimiento empresarial, así como el acompañamiento a los mismos en medio de la creación, ejecución, seguimiento y evaluación de los planes estratégicos y las cadenas de valor que se requieran en las organizaciones nacientes.
Concluyendo el tema el presente documento ha dejado en claro la pertinencia de establecer la planificación estratégica como vínculo a la cadena de valor, por lo que estos elementos al ser integrados de forma juiciosa en los espacios organizacionales permiten minimizar los riesgos de pérdida, cierre o deslegitimación en el mercado o sector al cual pertenezcan. Por lo que de nuevo se insiste que es indispensable para las organizaciones en el conocimiento profundo de sus debilidades, oportunidades, riesgos y amenazas, así como el desarrollo de estudios de mercado que le permitan además de conocer su competencia directa en indirecta, los posibles aliados estratégicos que su organización tendrá.
Finalmente es de tener en cuenta que se espera que a un plazo corto las empresas también permitan integrar a su modelo organizacional acciones innovadoras que permitan una mayor competitividad, así como un aporte al desarrollo económico, social y científico a Colombia.
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