La Comida Chatarra y Su Impacto en la Salud Humana

Introducción

La comida rápida es todo tipo de comida preparada de manera rápida, conveniente y económica. Puede comprar comida rápida en casi todos los lugares donde venden comidas y refrigerios. Las máquinas de dispensación, los restaurantes de autoservicio y las tiendas de autoservicio que funcionan las 24 horas del día son probablemente los sitios más comunes donde puede comprar comida rápida. 

La comida rápida es tan popular porque por menos de $ 5.00 puedes comprar una comida completa. La comida rápida no es cara, ya que generalmente se prepara con ingredientes baratos, como carne con alto contenido de grasa, granos refinados y azúcar y grasas añadidas en lugar de alimentos nutritivos como carnes magras, frutas y verduras frescas. 

Desarrollo

En 1920, las primeras tiendas en los Estados Unidos aparecieron en hamburguesas, aunque no fue hasta 1937 cuando los hermanos Dick y Mac McDonald’s comenzaron a usar cadenas de producción, con la intención de poder asistir en unos minutos a las órdenes de la multitud de personas que tenían que comer en un tiempo reducido. 

El perfil del cliente era entonces el trabajador y con bajos salarios. En 1948, introdujeron el concepto de drive-in-restaurant para sus negocios, donde solo se servían hot dogs en respuesta a la demanda de una comida en el auto y precios bajos, aunque el negocio de los hermanos McDonald’s aún tenía que pasar por algunos cambios hasta llegar a la franquicia conocida en todo el mundo. A mediados del siglo XX comenzaron las imitaciones como Burger King y Wendy.

Los expertos en salud dicen que la comida rápida no es muy saludable porque pequeñas cantidades de alimentos concentran muchas calorías, es decir, si se come esporádicamente no causaría un riesgo para la salud. Sin embargo, las condiciones de trabajo, así como la falta de tiempo, hacen que la comida rápida sea la opción de muchas personas para poder comer rápidamente y con un bajo costo, como de costumbre. 

Las grandes cantidades de grasa que proporciona la comida rápida lo hacen poco saludable, por lo que en Italia en 1986 se inventó el término opuesto, Slow Food o slow food, con la intención de recuperar alimentos y sabores tradicionales que dejan atrás la comida rápida, usan productos sustitutos naturales para aquellos que usan comida rápida, por ejemplo, tomate natural contra el ketchup que se usa en comida rápida. 

La falta de vitaminas y fibras, además de una gran cantidad de grasas y colesterol, puede causar sobrealimentación y obesidad. El exceso de calorías queda muy bien reflejado con esta pequeña comparación; un menú normal de un restaurante de comida rápida que consiste en una hamburguesa con queso doble, papas fritas y un refrigerio mediano y un helado llevan un total de 1213 calorías, mientras que una ensalada mixta, un bistec y una fruta apenas alcanzan las 850 calorías. 

No solo influye la cantidad de calorías, sino que también es importante mencionar la enorme cantidad de grasas saturadas que contiene la comida rápida. El abuso de estas grasas se debe a la dificultad que tienen para enriquecerse y para preservar su integridad mejor que los aceites usados en la cocina. El abuso de este tipo de grasa además de la obesidad puede ocasionar otros problemas como diabetes, presión arterial alta o niveles altos de colesterol.

La falta de tiempo, es una de las razones indicadas como responsables del abuso de la comida rápida. Según la investigación, la falta de tiempo conduce a una dieta deficiente que ocurre hoy en nuestra sociedad, con horarios que a menudo únicamente dejan una hora para el almuerzo. Esto significa que las horas de trabajo son en gran parte responsables de esta falta de dedicación a los alimentos que nos obliga a recurrir a la comida rápida, aunque estas causas están más concentradas en el sector obrero, ya que los consumidores jóvenes recurren a este alimento para su conveniencia.

 Sabor, apariencia y por su bajo costo. Por todo esto, el tiempo dedicado a realizar la compra y la preparación de alimentos se ha reducido considerablemente. Muchos alimentos que se compran son precocinados, alimentos que entran en la categoría de comida rápida porque cumplen con las características de esto. También son rápidos y fáciles de comer, de bajo costo y en su mayoría con alto consumo de calorías. Esto provoca el abuso de la comida rápida no únicamente en restaurantes especializados en dichos alimentos, sino que también ocurre en el hogar.

Si comes regularmente en restaurantes de comida rápida, los efectos en tu salud pueden ser desastrosos. Los estudios han demostrado que las personas que comen comida rápida más de dos veces por semana aumentan drásticamente sus probabilidades de desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares y una serie de otros problemas crónicos, y puede haber más razones para preocuparse. Según una investigación publicada en Environmental Health Perspectives, las personas que comen comida rápida regularmente tienen niveles más altos de ftalatos en sus cuerpos. 

Los ftalatos son sustancias químicas que pueden alterar las hormonas y afectar la fertilidad. Algunos de los efectos que la comida chatarra puede tener en nuestro cuerpo son: aumento de peso: aporta muchas calorías, con únicamente una comida de este tipo estamos ingiriendo la mitad de la energía que necesitamos para todo el día, esto se suma a la energía que él nos da el resto de la comida del día, la cantidad de calorías ingeridas son excesivas lo que favorece el aumento de peso; aumento de colesterol.

Los productos utilizados en la preparación de comida chatarra, mantequilla, salsas, crema, aceite de coco, etc., nos proporcionan un exceso de grasas saturadas que pueden conducir a un aumento grave del colesterol en la sangre; digestiones pesadas: alimentos fritos con mucha grasa que los hace bastante indigestos y que favorecen las digestiones difíciles; pueden crear adicción: como ya dijimos, la comida chatarra tiene una gran cantidad de conservantes, colorantes, sal en exceso, condimentos fuertes y aditivos que mejoran el sabor.

El gran consumo, a menudo excesivo de comidas rápidas, ha causado un aumento en la obesidad infantil y en los adultos también. Uno de los problemas de la comida rápida es el consumo de ingesta de energía excesiva, siendo esta característica de gran importancia en lo que se refiere a la obesidad. Debemos decir que la obesidad es una enfermedad caracterizada por un desequilibrio en el balance de energía, que es el resultado de la entrada y el gasto de energía. 

Cuando la contribución excede el gasto, el saldo es positivo y, por lo tanto, da como resultado un aumento en el peso, lo que puede conducir, finalmente, a la obesidad. Esta alteración en el equilibrio también se ve favorecida por el estilo de vida sedentario y los factores genéticos. Se puede decir que en la mayoría de los casos de obesidad infantil, evitando siempre aquellos casos en los que existen patologías como intolerancia o hipotiroidismo, una de las causas es el consumo de comida rápida. 

Conclusión

Es muy importante tener en cuenta que cuando hablamos de obesidad, hablamos de un gran riesgo de sufrir una serie de enfermedades, en muchos casos fatales. La comida está estrechamente relacionada con las enfermedades cardiovasculares. Esto se ve claramente cuando enumeramos las principales causas de muerte en nuestro país: diabetes, obesidad, presión arterial alta y niveles elevados de colesterol LDL. Vivimos con prisa y esta forma de vida también influye en nuestra dieta. Esta facilidad y rapidez de preparación se pueden considerar ventajas de este tipo de alimentos, pero es un tipo de alimento que, a la larga, tendrá su efecto en nuestro cuerpo, deberíamos alimentarnos mejor para tener una vida larga.

Bibliografía

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• MICHELLE FISK . (2017). Fast Food & Bad Health Side Effects. 
• Annette McDermott. (2016). Reasons Fast Foods Are Bad for You. 
• Mariola Rodríguez Sirgado. (2011). El Consumo de Comida Rápida Situación en el mundo y acercamiento autonómico.