Programas de Conservación del Conejo de Amami
Introducción
Conocido por su nombre científico como Pentalagus furnessi, el conejo de Amami o conejo de orejas cortas es una especie de lagomorfo de la familia de los lepóridos. Antiguo habitante de todo el continente asiático, actualmente habita en dos pequeñas islas al sur de Japón. Se le considera un fósil viviente, ya que es uno de los conejos más primitivos. Curiosidades sobre el conejo de Amami. Mide unos 50 centímetros, y en su físico destacan rápidamente sus orejas muy pequeñas, de menos de 50 milímetros. Pesa unos 2-3 kilos. Su pelo es de color marrón, tirando a rojizo en los costados.
Desarrollo
Es un animal de hábitos nocturnos y como la mayoría de los conejos, acostumbra a construir madrigueras. Comportamiento y hábitat. El conejo de Amami vive en un clima muy concreto al cual ha tenido que adaptarse. Se trata de un clima subtropical. Tiende a mantenerse más activo por las noches, para alimentarse principalmente. Sus madrigueras suelen localizarse en pequeños valles cubiertos de masa forestal. Y el alimento lo buscan en 100-200 metros a la redonda. Se alimenta de más de 29 especies vegetales, sobre todo brotes jóvenes y frutos.
Características de la madriguera. La entrada a la madriguera no está siempre oculta por la vegetación, ya que, en la zona en la que habitan hay poca maleza. Suelen ser horizontales o ligeramente oblicuas, con entre 10 y 20 centímetros de alto y 12-25 de ancho. Y van discurriendo hasta llegar a la cámara principal, donde construyen un lecho con hojas tiernas. Además de las madrigueras bajo tierra, pueden utilizar como refugio los árboles, esconderse debajo de las rocas, etc. ¿Cómo se comunica el conejo de Amami? El conejo de Amami tiene una forma de comunicarse bastante única.
Golpea el suelo con las extremidades traseras para hablar con sus congéneres e, incluso, para asustar a los intrusos. Al atardecer se asoman a la entrada de la madriguera y emiten estos ruidos y vocalizaciones, que pueden oírse por todo el valle. La conservación del conejo de Amami. ¿Por qué disminuyen las poblaciones? Las poblaciones de este pequeño conejo no han dejado de disminuir en los últimos años: Las operaciones de deforestación en las islas japonesas, han tenido como resultado la reducción del bosque en el que habitan a un 30 % desde 1980.
Por otro lado, las invasiones continuas del hábitat por parte de depredadores también influyen en la reducción de sus poblaciones. Y finalmente, la introducción de la mangosta en estas islas, ha supuesto la desaparición de numerosas especies de fauna salvaje, entre ellas el conejo de Amami. Estrategias de conservación. En busca de una manera de protegerlo, en 1921 Japón nombró al conejo de Amami como patrimonio natural. Y desde entonces, su caza ha estado prohibida. Pero esta prohibición no ha ido acompañada de ninguna medida en pos de la conservación de su hábitat, por lo que las poblaciones no dejan de disminuir.
El conejo de Amami es considerado una especie en peligro de extinción en la Lista Roja de la UICN. Para poder conservar esta especie y todo el ecosistema de las islas japonesas en las que vive, es necesario tomar medidas drásticas urgentes. Medidas destinadas, sobre todo, al control de los depredadores, la introducción de especies exóticas como la mangosta y la protección del hábitat. El grupo de especialistas en lagomorfos de la UICN también propone otras técnicas, como los programas de monitoreo de las poblaciones.
Conclusión
Con estos programas es más fácil conocer los peligros a los que se enfrenta el conejo, y así ponerles solución. Por no hablar de la necesidad de erradicar a la mangosta de su área de distribución, para proteger todo el ecosistema de las islas. El conejo de Amami es una especie simbólica de los bosques húmedos subtropicales de las islas Amami-Oshima y Tokuno-Shima, al sur de Japón. Y es ahí donde radica la importancia de su conservación y de la protección de todo el ecosistema. Es una reliquia evolutiva, un fósil viviente, y como tal debe ser conservado.
