La Cura Para La Humanidad No Se Relaciona Con El Sufrimiento Animal
La experimentación animal ha estado presente por muchos años, aproximadamente desde 1940, y se relaciona con procedimientos rigurosos para la obtención de resultados médicos u otro tipo. Entre los primeros experimentos se destacan las disecciones, vivisecciones o varios tipos de transfusiones sanguíneas, pero en la actualidad sus fines han ido más allá de los simple introduciendo paros cardiacos artificiales o implantación de tubos en zonas biliares lo cual puede llegar a ser muy doloroso y provocar la muerte en animales. Lo más curioso es que gran cantidad de gente, en este siglo, está a favor de este tipo de prácticas porque obtienen “beneficios” como la obtención de cosméticos, productos de limpieza, la supuesta cura ante enfermedades catastróficas, entre otros. La verdad, es que este tipo de opiniones se encuentran en lo incorrecto. Fickentcher (1980) afirmó: “Normalmente, los experimentos en animales no solo fallan en su intento de contribuir a la seguridad de los fármacos, sino que tienen el efecto contrario” (p.1). Esto ayuda a comprender que, en la actualidad el ser humano debería ser testigo de curas para enfermedades mortales o terminales como es el caso del SIDA o del cáncer, sin embargo, muchas veces cuando estaban a punto de obtener la cura, ellos fueron interrumpidos por otros experimentos. Además, algunas veces los resultados con animales aparentan ser aptos para los humanos, pero es importante entender que ellos no tienen el mismo tipo de mecanismo fisiológico que las personas, ambos son totalmente diferentes, por eso los resultados llegan a ser inexactos y peligrosos para la vida, al ser distinta la manera en la que los humanos llegan a reaccionar con el resultado de las pruebas, en la que los animales no humanos lo pueden llegar a hacer. Son por estas razones que las experimentaciones in vivo, llega a ser un tipo de prácticas científicas con el uso de animales como modelo, que llegan a poner en riesgo a la población mundial debido a la formación de complicaciones en la salud humana, la desviación de investigaciones eficaces en enfermedades mortales como el SIDA o el cáncer y la perdida de vida de animales, esto, con cierto toque de crueldad.
La exactitud con la que se pueden reflejar los resultados de los experimentos con animales pueden no ser en su mayoría precisos, ya que es diferente la manera en la que los seres humanos reaccionan ante los efectos de las practicas que los mismos animales, incluso, la manera en la que los materiales son administrados en los laboratorios es totalmente distinta, porque las personas los absolver e ingieren de otra manera. Algunos piensas que tanto animales y seres humano tiene procesos fisiológicos iguales, y por tal razón adquieren las mismas enfermedades que pueden llegar a ser prevenidas a través del uso de animales como parte inicial de sus experimentos. Esta idea evidentemente es falsa, debido a que puede llegar a existir un gran contraste entre ambas especies dentro del ámbito biomédico. En el mundo, aún existe un pequeño grupo de profesionales en medicina y salud, y han llegado a la conclusión donde explican que la experimentación animal es, en definitiva, una idea completamente no verídica la cual, lastimosamente, explica que los resultados de las prácticas con animales no humanos pueden ser aplicados en los animales humanos. El no saber que las vacunas, drogas, entre otros elementos responden de distinta manera dentro de los organismos de cada especie, llega ser un peligro para la salud humana. Por ejemplo, la invención de la Talidomida entre los años 60 y 70 es considerada como una de las peores desdichas relacionada con la precisión y exactitud de resultados en prácticas in vivo. Según los marcadores, la Talidomida había sido probada en animales como un sedante en embarazos, sin embargo, al parecer existieron alrededor de 10,000 niños con deformidades gracias a este tipo de “medicamento comprobado y seguro”. Otro caso que se debe nombrar es el del Clioquinol, un remedio anticuado para el estreñimiento, este, en lugar de cumplir su función de aplacar los síntomas, los llegaba a empeorar, ocasionando que más de treinta mil personas quedaran totalmente ciegas, paralíticas y al final, lastimosamente, murieran. Rollin (1993) argumentó: “(…) no solo bienestar significa el control del dolor y el sufrimiento, también implica la crianza y el cumplimiento de la naturaleza de los animales” (p.6). Si se llega a interpretar esta frase por cada persona, se llegará a la conclusión donde se explica que los animales no tienen ningún motivo para ser utilizados en experimentos científicos o médicos, ellos tienen una especie diferente y merecen el mismo respeto que los seres humanos. El bienestar de las personas no dependerá siempre de aquello porque, un aproximado de cien mil pacientes mueren y más de dos millones son internados por complicaciones riesgosas ocasionadas por medicamentos que son administrados gracias a un doctor. El organismo de cada uno es diferente de otro, las personas no son iguales, por lo tanto, usa animales en el siglo XXI es sin duda anticuado e innecesario.
Para algunas personas, la experimentación animal puede ser el mejor método o vía para obtener o conseguir la cura en enfermedades y soluciones dentro del ámbito médico. Sin embargo, es muy complicado que los seres humanos lleguen a entender que con este tipo de prácticas se retrasan los posibles tratamientos a enfermedades, algunas mortales, que van afectando cada vez más a la población mundial. Se puede explicar que de cierta manera, experimentar con animales para la solución de conflictos médicos, no llega a generar un efecto notorio dentro de la lucha contra estas afecciones, al contrario, como se explica anteriormente, las desvía de la cura que puede llegar a ser certera, y en el caso del cáncer es la prevención. Gracias a la información dada por el Instituto Nacional del Cáncer, existe un 80% de los casos que pueden llegar a ser evitados, porque este tipo de enfermedad es causada muchas veces por una dieta con gran cantidad de grasa, el consumo de tabaco, la contaminación ambiental entre otras. Estas, pueden ser prevenidas y no necesariamente con el uso de animales que son tomados como modelos de experimentos, ya que, ellos no adoptan las mismas alteraciones en la salud que los humanos. Por otro lado, tenemos a la enfermedad conocida como SIDA, su cura también ha sido retrasada y ha generado problemas con las personas que la han padecido, debido a que se les otorgó una información, la cual era falsa, que “explicaba” la rapidez con la que viaja el virus a todo el cuerpo. “Los modelos animales difieren de los humanos, las conclusiones obtenidas de la experimentación con animales, cuando se aplican a las enfermedades humanas, conducen a un retraso del progreso, confunden y perjudican al paciente” (Monelm, 1987, p.2). Esto quiere decir que, la razón por la que se da este tipo de malentendidos y desviación de investigaciones eficaces, en estas enfermedades, se produce porque los animales tienen un distinto organismo y no obtienen los mismos tipos de virus que los seres humanos. Greek (2015) opina que la experimentación con animales en este siglo, llega a ser algo más que bobo, esto resulta ser algo anticuado e inmoral. A pesar de aquello, el ser humano sigue intentando encontrar la solución de enfermedades a través de animales, lo que sigue retrasando el proceso para encontrar la opción que puede llegar a ser certera ante este tipo de dolencias que la población mundial puede adquirir.
Una de las características más notorias dentro de la experimentación animal, es el sufrimiento y el tipo de dolor que pueden obtener este tipo de seres vivos en prácticas médicas y científicas. Si bien es cierto, la dolencia producida gracias este tipo de agresión, no es notado como tal, ya que es considerada como un estado de conciencia siendo muy compleja de identificarla en animales, pero no imposible de evidenciarla a través de contorsiones, quejas, dilatación de pupilas, elevación del pulso, caída de la presión sanguínea, entre otros. > (1989) afirmó: “Dejen que [los animales de granja] vean el sol solo una vez, aléjese del rugido asesino de los aficionados. Déjalos respirar aire fresco por una vez, en lugar de gas de estiércol” (p.6). Esto da a entender que en el siglo XXI, los seres humanos son respetados por la sociedad, pero esta no respeta de igual manera a los animales por el simple hecho, el cual se relaciona con la manera en la que son vistos, como modelos de experimentación. Son usados por la necesidad humana con poca consideración hacia el tipo de tortura que se les aplica, son matados por médicos y científicos sin ningún sentido, porque dentro de la experimentación in vivo se llega al punto en el que se pierde la vida de los animales sin lograr un resultado eficaz y claro del “objetivo” que se debió tomar en cuenta dentro de la práctica realizada. Alrededor de cien millones de animales son llevados a pruebas cada año y, lastimosamente, por la carencia de autonomía que cada uno de ellos posee, es inevitable negarse a no ser parte de ello. Por lo menos un 30% de este tipo de seres vivos llegan a ser eutanizados para la obtención de evaluaciones de sus tejidos, órganos, introduciendo paros cardiacos artificiales, pesos que producen parálisis, intubaciones en la zona biliar, entre otras muchas más. El no llegar a entender que este tipo de experimentación causa un dolor innombrable en animal, no solo es culpa de la población de un país en específico, también influyen las leyes generadas por los gobiernos y organizaciones de un lugar, estas siguen creyendo que este tipo de procesos ayudan al beneficio humano y no llega a causar algún efecto en los animal no humanos. A pesar de esto, existe la opción para reducir la cantidad de animales cada año, pero no se pone en práctica, esta es la solución de las 3R: reemplazar, reducir y refinar, todo depende de la población, depende de los seres humanos encontrar la manera verdadera por la cual se consiga resultados y soluciones para el bien de la sociedad y de los demás sin los animales.
En conclusión, la experimentación animal es una práctica innecesaria al tener más bajos que altos, a retrasando el proceso de hallar soluciones a enfermedades que afectan cada año a la población mundial como es el SIDA o el Cáncer. Además, se atenta contra la salud humana, al provocar que más de dos millones de personas se internen en hospitales por una forma diferente al reaccionar con dichas curas propuestas dando a entender lo bobo e ineficaz que llegan a ser los procedimientos con seres vivos no humanos, si no rinden favorablemente se les arrebata su vida o los hacen sufrir y no pueden negarse a hacerlo al no tener voz propia. Por esta razón, la criatura humana los ha tachado como sus modelos de exámenes biomédicos. Es importante aclarar que el mundo no necesita continuar con este tipo de experimento arcaico, lo que necesita es encontrar otras maneras para avanzar y solucionar aquellas situaciones que los mata y afecta. Existen las 3R que deberían ser puestas en práctica, solo así se conseguirá un método verdadero para el beneficio de la humanidad porque si todos alzan su voz, lograrán frenar esta situación vetusta sin el uso de estas ingenuas criaturas que lo único que deberían hacer en este momento es vivir y ser respetados como los seres humanos en todo el mundo.