La Educación Como Herramienta Para El Empodreamiento

La educación es definida como un derecho fundamental que como colombianos nos fue otorgada en la constitución política de 1991. La Constitución dice entre otras palabras que además de un derecho, la educación se cataloga como un servicio que cumple una función social con el fin de generar y brindar acceso al conocimiento, a la ciencia y a la democracia (art. 67).

En Colombia, las políticas públicas están definidas y “bien planeadas”, pero este plan no contempla muchas de las realidades que como ciudadanos toca vivir, el hecho de que la toma de decisiones sea enmarcada en un grupo selecto genera un inconformismo a la hora de trasladar esas acciones a las regiones afectadas.

Las políticas públicas deben responder a las necesidades llevando acciones que mitiguen o eliminen por completo las situaciones negativas que los pueda estar afectando, esto a través de un representante ya sea un alcalde, concejo, asamblea u otro ente político que al ser elegido pueda servir de transmisor de información y gestor principal de las soluciones.

Al revisar con lupa las situaciones que afectan frecuentemente la región de La Guajira, encontramos que ha sido víctima constante de la descontextualización de las políticas públicas, lo que deja con un margen limitado de maniobra a los gobernantes de la región para poder enfrentar problemas muy innatos de la misma; esto por hablar de las regalías, si nos vamos a la parte educativa el panorama tampoco es alentador.

La Guajira ha sufrido las consecuencias de una educación descontextualizada, a tal punto de que las instituciones educativas de esta región llegan a ocupar los últimos lugares en el ranking de instituciones oficiales con baja calidad educativa, lo que conlleva a una estigmatización generalizada asociada a todas las personas oriundas y residentes.

Según LLinas La importancia de aprender en contexto es tan grande e imprescindible en nuestro entorno, debido a que permite una mejor comprensión, promueve la investigación, asimila mejor problemas de la vida cotidiana, de esta manera nos convertimos en seres inteligentes productores de ciencia y conocimientos y no de seres dependientes.

Entendiendo la importancia de la educación contextualizada y el papel que juegan las políticas públicas en esa educación, es providencial que los programas y/o proyectos sean descentralizados, el hecho de que cada región construya desde el ámbito local y el escenario regional la virtud de evidenciar y tratar las necesidades, las responsabilidades y los desafíos que establecen los diversos actores educativos, que se evidencia en la práctica, las posibilidades reales de mejorar la calidad de la educación, la calidad de vida y fomentar los espacios de participación social. Aunque los resultados no parecen ser viables desde el punto de vista de los estándares de calidad fundamentados en números estrictos y descontextualizados propios de la centralización.

La Guajira es un departamento según con un poco más del 23% de su población perteneciente a la etnia wayuu recibe pruebas de estado con preguntas tipo cuestionario que no representan el diario vivir esta población, frecuentemente se habla de artefactos o avances para mejorar la vida en la ciudad asumiendo que todos están familiarizados con los temas cuando la cruda y dura realidad nos dice que en zonas como en La Guajira aún hay niños que no conocen siquiera un semáforo, caso palpable la ciudad de Manaure en el departamento de La Guajira que no cuenta con ninguno. Teniendo en cuenta estas situaciones no es de extrañar que los estudiantes wayuu que asisten a instituciones públicas rurales (al menos en Manaure) no obtengan un resultado competitivo en comparación con estudiantes del resto del país con otro tipo de beneficios, provocando la burla y la estigmatización de todo un país cuando las políticas públicas educativas no están brindando las garantías para ser justas y pertinente con todos.

Teniendo como base la posibilidad de generar cambio en beneficio colectivo/social focalizado en la población wayuu desde las instituciones educativas, es apremiante formar estudiantes líderes en el contexto en que se desenvuelven, con autogestión, competentes e interesados en los procesos y mecanismos de participación ciudadana, que entienda la importancia de integrar la cultura con los procesos de construcción de políticas públicas que permitan mejorar la forma de vivir de esta población.

Es relevante que todos nos veamos responsables de la construcción de las políticas públicas, en especial aquellas entidades que por su esencia deben generar empatía por las situaciones socio-demográficas y socioculturales de la región en la que residen, como es el caso de las Universidades, esto ayuda a que el estado tenga una visión más clara y técnica de las necesidades y problemas que afectan a una región.

Una política pública de descentralización educativa que se apoye en las organizaciones de Educación Superior de carácter regional, le permitiría al gobierno central entender en forma objetiva los problemas sociales, económicos, ambientales y de desarrollo integral que viven los colombianos, para poder tomar decisiones concordantes con la realidad del diverso contexto nacional, que por cierto, se conoce con más propiedad desde aquellas instituciones que estamos comprometidas permanentemente con los escenarios y las realidades comunitarias de nuestro ámbito local.

El empoderamiento de los estudiantes en temas de lo público podría permitir a mediano plazo un efecto dominó, en donde se perciba fluidamente mesas de concertación más eficaces e inclusivas en donde la población siendo coaccionados por líderes que buscan un beneficio común pueda ser más participativos al momento de expresar sus carencias, y que asimismo puedan utilizar las herramientas que actualmente tienen para poder expresar libremente su opinión, o demanda.

La base para ejercer un cambio en La Guajira es la educación de los niños, pero no una educación basada en contenidos y libros que reflejan realidades ajenas y difíciles de comprender, sino una educación que permita vivir los avances del mundo, visualizados en situaciones reales y vivenciales que brinden la oportunidad de proponer y cuestionar. El empoderamiento de los niños de hoy, es el cambio que La Guajira necesita.

Referencias

  • ALZATE, J. B. (2015). CALIDAD EDUCATIVA CENTRALIZADA O DESCENTRALIZADA. Scielo Colombia, Sophia, 11(2), 113-114.
  • Dávila, F. L. (2018). Políticas educativas en Colombia: en busca de la calidad. Actualidades Pedagógicas, 196-197.
  • Hanson, M. (1997). La Descentralización Educacional: Problemas y Desafíos. PREAL, 7.
  • LLinas, R. (8 de Noviembre de 2017). Se debe enseñar en contexto.
  • MINCULTURA. (2018). Ministerio de cultura. Obtenido de https://www.mincultura.gov.co/prensa/noticias/Documents/Poblaciones/PUEBLO%20WAY%C3%9AU.pdf
22 October 2021
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