La Escritura Y El Lenguaje: Crucial Para La Comunicación

A través del lenguaje cada sujeto conforma y construye significados de acuerdo con la interacción con otros y su cultura, su función esencial es dar significación y sentido a los signos que permiten conocer la realidad del ser humano, ya que posibilita comprender los conocimientos de una sociedad. Es un mecanismo, por medio del cual se facilita la asimilación de las prácticas sociales y culturales propias de la comunidad a la cual se pertenece.

De la misma manera, el lenguaje es fundamental para la comunicación en los diferentes contextos, pues se consolida en las relaciones que se construyen en sociedad, siendo parte elemental del ser humano ya que es por este medio que las capacidades, competencias y habilidades comunicativas se consolidan a través de las experiencias cotidianas. Solé & Teberosky resaltan la importancia del entorno social y cultural de los niños como provocación hacia la construcción del lenguaje; en este sentido se le permite al individuo socializar en las diferentes situaciones que viva, gracias a la transmisión de emociones, sentimientos e ideas que genera como ser social desde diversos procesos de desarrollo cognitivo y de pensamiento.

De acuerdo con lo anterior, el lenguaje se desarrolla desde la infancia y a lo largo de la vida de las personas, fortaleciéndose a través de las experiencias y la interacción del individuo, convirtiéndose de esta manera en “una capacidad esencial del ser humano, la cual se caracteriza por poseer un doble valor: uno, subjetivo, y otro, social, resultante de asumir al ser humano desde una doble perspectiva (individual y social)”, permitiendo que cada individuo se apropie y represente su realidad de manera interna o externa, mediante la construcción y transformación de dicho lenguaje.

De allí, que para Vygotsky, el desarrollo, la evolución del lenguaje y del pensamiento se produzcan como consecuencia de los procesos sociales del ser humano y desde la interacción social. Para ello se hace uso de utilizan de mecanismos como la codificación y decodificación, que a su vez facilitan el intercambio de mensajes, señales, expresiones, y operaciones psicológicas.

Asimismo, Luria expone que “el lenguaje es un sistema de códigos con la ayuda de los cuales se designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos’; es decir, facilita los procesos de comunicación entre los seres humanos. En efecto, el lenguaje se emplea como un instrumento de aprendizaje, ya que permite a las personas ingresar exitosamente al mundo social y educativo para suplir las necesidades que le demanda su entorno.

Por consiguiente, en los procesos de enseñanza y aprendizaje, el lenguaje debe permitir la formalización de experiencias, contribuyendo, desde el ámbito escolar, al fortalecimiento de habilidades comunicativas como leer y escribir, permitiendo, a su vez, la comprensión y reflexión de las dinámicas socioculturales. Al respecto, Vigotsky, señala que es fundamental que el ser humano participe en actividades culturales, dado que allí puede enfrentarse a situaciones cotidianas que deberá resolver, a partir de una formación académica que no solo implica la oralidad, sino también la lectura y la escritura.

Ahora bien, el ejercicio de lectura posibilita comprender y descubrir los diversos significados que hay en la palabra escrita, para adquirir nuevos conocimientos. Al respecto, Jolibert expone que al leer se aprende a enfrentar textos, a interrogarlos y a construir nuevos significados. Este proceso otorga al estudiante el poder de interacción a través de la argumentación, además que ‘No se puede separar el aprender a leer, de aprender a producir. Se aprende a leer produciendo textos y se aprende a producir textos leyendo’.

Se podría concluir, que la escritura es fundamental para la comprensión del lenguaje y esto precisa saber redactar. Cassany menciona al respecto que escribir es una forma de creatividad humana, de hacer uso del lenguaje y a su vez, es una acción para conseguir objetivos comunicativos. De manera que, al escribir se plasman pensamientos, se potencian capacidades, se adquieren conocimientos y nuevas formas de leer el mundo.