La Espiritualidad De La Corresponsabilidad Para Cumplir Con La Misión De Jesus

Introducción

Desde el año 2005 la Parroquia del Espíritu Santo se propuso asumir la espiritualidad de la corresponsabilidad para cumplir con la misión de proclamar la Buena Nueva y modelar a Jesús en la vida parroquial y comunitaria. En aquel momento se ofrecieron varios talleres sobre el tema y se fue incorporando en la vida parroquial. A través de los años ha rendido frutos tanto en el ambiente parroquial, como en el establecimiento de grupos y ministerios, especialmente los de servicio.

Sin embargo, como ha habido emigración de parroquianos hacia otras parroquias en Puerto Rico o hacia los Estados Unidos y han llegado nuevos integrantes a formar parte de nuestra comunidad eucarística, deseamos mediante este trabajo, refrescar los conocimientos sobre la espiritualidad en aquellos que han estado con nosotros desde entonces y compartir con los nuevos componentes de esta espiritualidad.

Nos proponemos definir la espiritualidad de la de la corresponsabilidad, señalar algunas de las bases bíblicas en qué se fundamenta e identificar cómo la Corresponsabilidad es congruente con la misión que Jesús nos encomendó.

Desarrollo

¿Qué es la corresponsabilidad?

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española es el reparto justo y equitativo compartido de responsabilidades. Más, en línea con la Carta de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos se define como la respuesta del discípulo agradecido.

Otras definiciones indican que es:

• un proceso de conversión diario / continuo lo que conlleva ir soltando viejas actitudes y asumir nuevas más en línea con el querer de Dios
• colaborar con el plan de salvación, ya que la salvación no es un proceso individual, ni asunto mío y de Dios. Es una responsabilidad comunitaria de ayudarnos unos a otros en nuestro proceso de salvación
• un estilo de vida, una espiritualidad. Es decir, no es una moda que pasará

Por último y más importante, la corresponsabilidad conlleva el reconocer que todo lo que tenemos lo recibimos de Dios porque Él nos ama, no porque lo merezcamos. Como indica Papa Francisco en su exhortación apostólica “La Alegría del Evangelio”, Dios nos premiará en el amor.

Bases bíblicas de la corresponsabilidad

• Génesis Cap.1-2 El Señor se esmera en la Creación y en especial, en crear al hombre y la mujer a su imagen y semejanza y le pone todo a sus pies para que dé nombre a lo creado, lo administre y sea feliz. Aclaramos que la palabra “administrar” es solo eso; manejar lo que es de otro. No somos dueños de lo que el Señor pone en nuestras manos. Espera que demos frutos y lo devolvamos multiplicado.
• 1ª Sam, 24-28 Ana le entrega su hijo al Señor. Con el pasaje vemos como Ana al recibir lo que con tanto afán pidió al Señor, una vez se lo da, lo entrega a Él. Nos modela el desapego que debemos tener por lo terrenal.
• Salmos 8, 28,35, 36, 40, 52, 67, 86, 109, 111, 116. Son muchos los salmos que nos hablan de la generosidad de Dios y del amor infinito que nos tiene y de porque suple nuestras necesidades. Sin embargo, los invito a que oren con el Salmo #8 que dice entre otras cosas “Qué es el hombre para que le hayas dado tanto; lo hiciste poco inferior a los ángeles…”
• Lc 17, 7-10 El deber del sirviente. Este pasaje persigue mostrarnos que no debemos esperar recompensa por el servicio que prestamos
• Ef 5,20 “… Dando gracias continuamente y por todo a Dios”. Como muchos otros pasajes bíblicos en este se enfatiza la gratitud por la generosidad de Dios

Misión encomendada

La corresponsabilidad nos permite cumplir con la misión encomendada por Jesús a sus discípulos y que hoy nos toca a nosotros asumir. Primero que todo nos mandó a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. (Mt.22, 37-39). Luego nos encomendó a ir y hacer discípulos por todo el mundo. (Mt.28, 19), a dar frutos. (Mt.25, 14 y sig. “Parábola de los talentos), a evangelizar. (Mt.28, 20) y a buscar y salvar lo que está perdido. (Mt.18, 12-14), (Lc.15).

Si asumimos la espiritualidad de la corresponsabilidad lograremos hacer inmersión en la oración. Nos sentiremos llamados a trabajar en la Viña del Señor. Como consecuencia entraremos en un proceso de discernimiento acerca de nuestros talentos, tesoro y tiempo. Finalmente nos integraremos a la comunidad parroquial no como simples consumidores de lo que la “Iglesia me da”, sino como servidores entregando tiempo, talento y tesoro para construir el Reino según modeló Jesús.

Conclusión

Vivir la espiritualidad de la corresponsabilidad es vivir el Evangelio y ayudar a otros a vivirlo; es ayudar a construir el Reino de Dios en la porción del pueblo de Dios donde nos toque vivir, en nuestro caso la comunidad parroquial del Espíritu Santo.

No es otra cosa que cumplir la misión que Jesús nos encomendó y por la cual deberemos responder como discípulos agradecidos, como líderes serviciales. Es ni más ni menos que MODELAR A JESÚS.