La Explotación Infantil, Un Problema De La Vida Diaria

La explotación infantil es un problema que afecta la vida de muchos niños en el mundo, y los niños en Ecuador, no son inmunes a este. Independientemente de si se trata de un continente, país, ciudad o cantón, la explotación infantil es una situación que, trágicamente, se encuentra el día de hoy muy presente, y basta con pararse en un semáforo o acercarse a un supermercado para poder confirmar la presencia de esta problemática. 

Negarse ante la realidad del trabajo infantil, mejor denominada explotación infantil ya que no existe una forma legal de trabajo que involucre niños, esta es una situación que permanece constante a lo largo todo el año por el porcentaje de niños que no asisten a clases, pero ante los ojos de todos incrementa notoriamente cuando los salones de clases se vacían al llegar las vacaciones, debido a que muchos de los niños se encaminan a las calles del Ecuador con la intención de vender todo tipo de artículos, es necesario mencionar que todo esto bajo los intensos rayos del sol ecuatoriano y con la luz roja de los semáforos como compañera, tomando riesgos que atentan contra su integridad, inocencia e incluso contra sus vidas. Estos niños y las ganancias que pudieren reportar al final del día terminan volviéndose una columna fundamental en la economía de sus familias. En esta investigación se pretende revisar y diagnosticar como la norma regula y hasta qué punto logra erradicar la explotación infantil en la provincia del Guayas, dando conceptos sobre la explotación infantil, porcentajes con respecto a los menores de 15 años que trabajan, y un análisis al ordenamiento jurídico con respecto a esta problemática.

Historia

Es necesario conocer la historia de la explotación infantil para poder entender las normas que existen en la actualidad. Durante el siglo XVII y XVIII se consideraba que era necesario que los niños trabajen para desarrollarse de mejor manera cuando sean adultos. A finales del siglo XIX, con la aparición del derecho protectorio, el cual busca la protección del más débil, con el cual se empieza a reconocer el trabajo infantil como un problema en la sociedad debido a los riesgos que trae para los niños. Posteriormente, en el siglo XX, y con la creación de la Organización Internacional del Trabajo, se empieza a enmarcar legalmente ciertos requisitos para trabajar, priorizando una edad mínima para trabajar, siendo esta 14 años. En el transcurso de este siglo se empieza a concientizar sobre la vulnerabilidad de los menores, y con esto se crea la Convención sobre los Derechos del Niño, marcando el inicio de una verdadera protección a la explotación de menores en el ámbito laboral. Finalmente, en el año 1992, la Organización Internacional del Trabajo crea el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil – o International Programme on the Elimination of Child Labour, en sus siglas en inglés IPEC-, con la cual se pretende la evitar y luchar contra la explotación infantil, a través de acciones junto a los gobiernos, organizaciones de empleadores, organizaciones no gubernamentales, organizaciones de trabajadores y más grupos sociales.

Diferencia entre trabajo y explotación

Como se mostró anteriormente, el trabajo y la explotación infantil son conceptos que van muy relacionados, sin embargo, son independientes el uno del otro. El término trabajo infantil se considera, justificadamente, como una expresión compuesta, por lo que, para poder comprenderla, es necesario separar las palabras que lo conforman, y de manera individual, definir cada una. Por Trabajo, según el diccionario de la Real Academia Española se define como ‘ es la acción o efecto de ocuparse en cualquier ejercicio, obra o ministerio; Esfuerzo humano aplicado a la producción de la riqueza’ (Real Academia Española, 2001). De acuerdo a esta ilustración el trabajo es una acción destinada a producir algo. Complementando, se encuentra la palabra infantil, la cual se refiere a infante, o niño en la etapa entre los 0 y 12 años. Sin embargo, al momento de combinar las palabras, la definición de infantil cambia, y hace referencia a todas las personas que no cumplen la mayoría de edad. Con estos dos conceptos comprendidos, al momento de combinar las palabras y formar la expresión compuesta, llegamos al concepto de que trabajo infantil son las acciones que menores de edad realizan, realizadas con la finalidad de obtener una retribución. De acuerdo a lo establecido por la Organización Internacional del Trabajo, se entiende como trabajo infantil las actividades laborales donde participan menores de edad, con las cuales los menores adquieren experiencia, sin embargo, esta actividad no interrumpe con su horario escolar y no perjudica su desarrollo psicológico ni físico; sin embargo, se dan casos en los que el trabajo puede ser peligroso para el menor, puede interferir con su asistencia a clases, causa el abandono de las escuelas, o les exige combinar sus estudios con trabajos que consumen su tiempo .

Haciendo el mismo ejercicio para el entendimiento de explotación infantil, según la RAE explotar significa ¨utilizar abusivamente en provecho propio el trabajo o las cualidades de otra persona¨ (Real Academia Española, 2001). El concepto de infantil se aplica de la misma forma que se mencionó anteriormente, y tiene la misma variación que en trabajo infantil. Conforme a esto, la explotación infantil consiste en la violación de algún derecho del niño, ya sea esta por esclavitud, trabajando en actividades que perjudiquen su salud, siendo obligados a prostituirse, o que posterior al trabajo se les quite y retenga el dinero que adquirieron. La verdadera diferenciación entre estos conceptos consiste en criterios como la inadecuada remuneración, la dedicación exclusiva del trabajo, el impedimento a la educación, el daño a la dignidad del niño o niña, que el trabajo produzca estrés físico y/o psíquico, y que las personas que estén trabajando sean niños de edades muy tempranas o menores a 14.

Varios Organismos Internacionales han expresado sus conceptos sobre explotación infantil, sin embargo, se tiene prioridad al concepto dado por la Organización Internacional del Trabajo, el cual se mencionó anteriormente; el concepto dado por el Fondo Internacional de Emergencia para la Infancia de las Naciones Unidas (UNICEF), el cual lo define como: ‘toda actividad laboral, remunerada o no, realizada por niños menores de 15 años, la cual no les permita tener el debido desarrollo educativo, o que de cualquier manera afecte su bienestar, salud o desarrollo integral. Por otra parte, adolescente es toda persona mayor de 15 y menor de 18, por lo que trabajo adolescente seria la actividad laboral realizada por personas entre ese rango de edad’ (UNICEF, 2005); Por otra parte, en el concepto que la Organización Save The Children aporta, se ve claramente como se le da una apreciación al trabajo infantil en su sentido más amplio, es decir, como: ‘Las actividades que realizan los niños y niñas para contribuir a su propia economía o la de sus familias. Esto significa que incluimos el tiempo invertido en realizar tareas domésticas al igual que en actividades de generación de ingresos, ya sea dentro o fuera del hogar; Por consiguiente, el trabajo agrícola no remunerado que realizan muchas niñas y niños en los campos de cultivo familiar, así como las labores domésticas que desempeñan muchos niños en sus casas, se encuentran comprendidas en este concepto. El trabajo puede ser a tiempo completo o a tiempo parcial’ (Save The Children, 2003). Estos conceptos concuerdan en que estas actividades laborales obstaculizan el desarrollo de los menores, y que afectan gravemente la educación de los mismos.

Efectos de la Explotación Infantil

Con respecto a los efectos de la explotación infantil, además de los daños sociales que causa, este produce una gran afectación en la educación de los menores. Esta actividad laboral corta el futuro de los niños y produce problemas en el sistema educativo debido a la deserción. En cuanto a la educación, podemos decir que el trabajo infantil corta el futuro de los niños (as) y adolescentes ya que es el principal componente para que existan los problemas que sufre el sistema educativo por los problemas de deserción existentes. “Nuestro país tiene, según referentes oficiales, un 7% de analfabetismo real, pero el analfabetismo funcional llega al 40%. La ausencia escolar y el incremento del número de niñas/os en las calles debido a situaciones de deserción”

En el Ecuador no es difícil o anómalo ver a un niño, niña o adolescente trabajando en las esquinas de las calles, en negocios ambulantes como vendedores, o como ayudantes en casas o negocios, también podemos verlos en el campo trabajando y todos y cada uno de ellos en formas precarias, lamentablemente esta es la realidad de nuestro país y el de muchos otros. La fase de la infancia es donde los niños, niñas y adolescentes deben aprender, crecer, jugar y sobre todo desarrollar su personalidad teniendo así la oportunidad de pensar en sus ideas o planes para un futuro cercano, no obstante, muchos de ellos tienen que dejar de lado sus ideas ya que deben empezar a trabajar mucho antes de que estén preparados física y emocionalmente; perdiendo su niñez y madurando a la fuerza.

Debemos tomar conciencia que el trabajo infantil es totalmente ilícito, y no solo porque la Constitución de la República del Ecuador o el Código de la Niñez y la Adolescencia lo estipula, sino porque también constituye un fenómeno social de gran importancia, ya que si se dice que el futuro de un país son los niños(as), entonces porque existen personas que en muchas de las ocasiones son su propios padres o sus representantes legales los que los explotan laboralmente en condiciones precarias y en jornadas exhaustas donde no les queda tiempo ni siquiera para descansar y mucho menos para realizar actividades propias de su edad como ir a la escuela, ya que no tiene tiempo o están demasiado cansados para asistir y dejándola por completo.

Tipos de trabajo infantil

Los trabajos permitidos para los niños, niñas y adolescentes que cumplan la edad mínima determinada en el país (15 años), son todos aquellos que no afecten su integridad física, mental y moral, y, de manera prioritaria, su escolaridad. Sin embargo, existe una gran variedad de actividades donde trabajan los menores de edad, las cuales no cumplen con lo establecido en lo antes descrito. Las principales actividades son las agropecuarias, mineras, marítimas o fluviales, domesticas, actividades en la calle. Las actividades agropecuarias se definen como todas aquellas que tienen que ver con el sembrío, cultivo y cosecha; cría de ganado, silvicultura, horticultura, ordeñe de animales y pastoreo. Es así como los menores corren el riesgo de intoxicaciones por herbicidas y plaguicidas, además de lesiones por manipulación de maquinaria y cargas pesadas. Las actividades mineras consisten en exposición a la extracción, procesamiento y transporte de minerales, donde los menores están en contacto con los gases, polvos, vapores y a la contaminación de mercurio, así como también a las lesiones físicas que se da por la realización de un esfuerzo superior a su desarrollo. Por otro lado, las actividades marítimas y/o fluviales son todas aquellas donde la pesca, extracción de perlas o moluscos, exige a los menores pasar muchas horas sumergidos en el agua y lodo. Las actividades domésticas se conocen como las tareas realizadas dentro del hogar como actividad económica. Las cuales son: cocinar, lavar, limpiar, cuidar niños o personas adultas mayores durante larga horas, en las cuales el menor no puede realizar actividades acordes a su edad por estar expuestos a la servidumbre. La principal forma de explotación infantil son las actividades en la calle en las cuales los niños, niñas y adolescente están expuestos a la recolección de basura para su posterior reciclado, lavado de automóviles, limpieza de calzado; además, de la venta ambulante de diferentes productos, trabajo en mercados y participación en espectáculos callejeros.

Consecuencias de la explotación infantil

Las consecuencias que genera el trabajo infantil son diversas, sobre todo por las condiciones infrahumanas en las que se lleva a cabo. Como se ha descrito anteriormente, todo trabajo que afecte la condición física y psicológica de los niños, niñas y adolescentes para su desarrollo normal, es ilícito. Las sociedades, que permiten el trabajo infantil, contribuyen a la trampa de la pobreza y viceversa, perpetuando la de una generación a otra, lo cual genera pérdida en el bienestar de los menores, como para la sociedad y a su vez limita globalmente la economía de un país.

El incursionar a trabajar en una edad temprana, ayuda a que los menores desistan de estudiar, dado que la actividad que realizan no les da el tiempo necesario que requiere el estudio; así mismo, por el lado de la salud corren muchos riesgos, debido a que pueden sufrir fracturas, alergias, por estar expuestos a diferentes clases de trabajo (agricultura, basurales, etc.), las cuales requieren fuerza y por su edad no están aptos.

Si relacionamos las características entre los menores y los adultos, notamos, en el aspecto fisiológico y psicológico, que los menores son más vulnerables. Como se describió anteriormente, trabajar a temprana edad proporciona desgaste orgánico, incluso si realizan trabajos ligeros, ya que son llevada a cabo con excesivas horas y en la mayoría de los casos con repetición. Generando en la edad adulta limitaciones en el desempeño laboral. Por todo lo señalado, se han implementado diferentes actividades relacionadas al trabajo infantil, una de ellas es el programa Niñez Trabajadora de Juconi (Juntos con los niños), la cual ayuda a rescatar a los menores en situación de riesgo. Permitiendo en los actuales momentos, hablar de una disminución de menores, involucrados en el trabajo infantil.

Porcentajes de menores trabajando

Conforme a las encuestas y aun estudio realizado por el Instituto de Encuestas y Censos (INEC) y por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia – United Nations International Child´s Fund o en sus siglas UNICEF- se puede ver que, en el ámbito laboral del Ecuador, un 8,56% está conformado por menores de edad. De igual manera, con esta encuesta se puede ver que de ese 8,56%, existe un 16,1% que corresponde a todos los niños menores de 14 años con un mínimo de 5 años

De igual manera, el Instituto Nacional de Encuestas y Censos, con el apoyo del Ministerio de Educación y de la Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación – SENESCYT- realizaron una encuesta sobre la asistencia a clases y el nivel de instrucción en el que se haya mayor asistencia, teniendo como base la encuesta sobre los menores laburando. De ese 16,1% de menores trabajadores, se puede apreciar que hay un 24,9% de inasistencia a clases. Así mismo, del 24 se concluyó que el mayor nivel de Instrucción al que asisten es en Educación básica, teniendo una asistencia de 85%, mientras que Bachillerato solamente presentaba un 15% de asistencia.

Normativa Ecuatoriana

En el Ecuador, siendo conscientes de esta problemática, se han realizado múltiples acciones para lograr la erradicación de la explotación infantil. Acciones como la ratificación de Tratados Internacionales sobre la eliminación, prevención y detección de la explotación infantil, y primordialmente un Proyecto de Erradicación de Trabajo Infantil, el cual tiene como objetivo disminuir y prevenir el trabajo infantil peligroso a través de articulados, programas y acciones que tratan de enfrentar sus causas y efectos desde una mirada social y la restitución de derechos de los menores. En este proyecto se establecen acciones y estrategias que pretenden erradicar la explotación infantil, como por ejemplo las Inspecciones de Trabajo, a través de inspecciones que realizan Analistas de PETI de trabajo bajo el componente de Erradicación del Trabajo Infantil para regularizar la situación laboral de los adolescentes mayores de 15 años y derivar los casos de niños, niñas y adolescentes (NNA) menores de 15 a sistemas que protejan sus derechos Igualmente, con la Coordinación Interinstitucional, esta Cartera de Estado coordina su intervención en los territorios junto con los Ministerios de Inclusión Económica y Social, Educación, Salud, Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (DINAPEN), Consejos Cantonales de Protección de Derechos, Juntas Cantonales de Protección de Derechos de Niñez y Adolescencia, Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales, entre otros.

CONCLUSIÓN

Luego de la exposición que se ha realizado respecto del fenómeno de la explotación infantil, la normativa, como el Proyecto de Erradicación de Trabajo Infantil, los organismos e instituciones como la Organización Internacional del Trabajo que se han creado programas con el fin de contribuir a la erradicación de esta terrible problemática tanto en el país como en el mundo, como el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil – o International Programme on the Elimination of Child Labour, podemos deducir que a pesar de estos esfuerzos la explotación infantil es una cuestión mucho más compleja de lo que se piensa y por lo tanto que esta se debe enfrentar de manera mucho directa.

Hemos analizado diferentes estadísticas de importantísimos organismos e incluso se ha analizado la legislación ecuatoriana, para así poder concluir que a pesar de que los porcentajes puedan variar, disminuir, significa que se esté logrando el objetivo principal, el cual es contribuir con la eliminación de la explotación infantil. La falta de erradicación de esta problemática es de suprema importancia ya que se vulneran derechos de los niños, precisamente de aquellos menores que son de 15 años, atentando así contra su integridad, inocencia e incluso contra su vida. 

19 April 2021
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