La Famosa Obra El Principe Nicolás Maquiavelo

El Principe es una famosa y compleja obra de Nicolas Maquiavelo, publicada el año 1531. Dicha obra fue escrita cuando este estuvo encarcelado, acusado de haber conspirado contra Los Médici. Se ha consolidado como una obra de gran transcendencia en el mundo entero, y a continuación voy ha hacer una recopilación de las ideas principales de la misma. En primer lugar tratare as distintas clases de principados y como se adquieren. Antes de nada, presenta la mas importante de las distinciones, principado o república. Seguidamente, el autor establece que existen tres tipos de principados: el primero, el Mixto, que viene a ser, según lo explica Maquiavelo, aquel que no es enteramente nuevo y posee un miembro añadido a un principado antiguo ya existente, el segundo lugar, esta el principado nuevo, que son aquellos que se forman a partir de la conquista de otro Estado, por ello son más frágiles debido a que deben imponerse para poder conservar el poder; por ultimo, los hereditarios, tal y como su nombre indica son los que se heredan de la familia, el príncipe hereda derechos dinásticos, a diferencia de los nuevos, no tienen dificultad para conservar el poder, ya que siguen una tradición y ya están establecidos en el territorio. En tanto a la adquisición del mismo, puede darse por las armas propias o ajenas, o bien por suerte o virtud. A lo que las obligaciones que debe tener el príncipe con su milicia respecta, es claro que el deber de este es pensar en el arte de la guerra, y como esencial requisito, entender de asuntos militares para, en consecuencia, tener la necesaria confianza con ellos. Además, está obligado también a ocuparse de la cultura militar, esta puede adquirirla mediante el estudio de la misma o bien practicándola.

Maquiavelo estableció que tanto un príncipe como un hombre podían ser alabados o insultados, esta comparación es para señalar la igualdad entre ambos para mantener y conservar el Estado. Se trata la virtud, mediante la cual puede ser, por un lado, ejemplo de bondad y piedad, o bien, puede acabar abocándose a la ruina. Por ello es clave saber bien cómo ejercer dicho cargo. Seguidamente, tienen lugar la libertad y la miseria. En tanto al segundo, el autor establecía que era mejor ser considerado miserable o avaro, que no de despilfarrador y codicioso, no obstante, si esta se hace de manera virtuosa, es reconocido más bien como algo “bueno”, día más renombre y fama al príncipe. Respecto a la libertad, no puede ser denominada perniciosa o prodiga, sino necesaria, y tomada ademas con cierta medida para evitar que supere los limites. Hace referencia también a aquellos que llegan al principado mediante delitos. Son aquellos que partiendo de una clase normal ascienden de forma considerable al puesto de príncipe, es posible mediante corrupción o bien, a una traición al príncipe original. Mas formas son por medio de la fuerza bruta, conspiración por poder de liderazgo en el ejército, entre otras. Los principados civiles, como su nombre indica, son aquellos en los que algún civil llega a hacerse príncipe, sin juego sucio ni malversación, solo con el apoyo de sus conciudadanos llega a reinar en su patria. Para llegar a dicho cargo, no son valiosas las fortunas que tengas, sino la astucia para conseguir ser querido y respetado por los gobernados.

Por otro lado, existen también los principados eclesiásticos. Dicho puesto no requiere ni mucha fortuna ni buena posición. Solo necesita del apoyo y reconocimiento del lado espiritual, un claro ejemplo de ello son los papas, nombrados divinamente, que a lo largo de la historia fueron en varias ocasiones príncipes de diversos estados. El mantenimiento de este poder era sencillo, por aquel entonces la mayoría de la población era creyente y, en consecuencia, incapaz de contradecir lo que supuestamente Dios hacia impuesto, creando así sumisión, temor divino y sanción religiosa. Los ejércitos, son una pieza clave en un principado. Existen los ejércitos mercenarios, estos son parte del ejercito cuyas aspiraciones van mas allá del servicio a la nación, sus aspiraciones son la adquisición del poder y si fuera necesario, traicionar a la nación. Pues en las batallas, son sanguinarios sin compasión ninguna hacia la vida de los demás. Por ello, cuando se trata de guerras, los ejércitos de este tipo son los mas efectivos para obtener la victoria. A parte de este, están también los ejércitos auxiliares, mixtos y propios. La fidelidad del príncipe a la palabra dada, capitulo XVIII, explica, tal y como el titulo indica el compromiso del príncipe con el pueblo cuando promete dicha cosa. El príncipe que cumpla con su palabra, será digno. No obstante, llevado a la practica, hemos podido observar que a lo largo de la historia, los príncipes no han sido dignos, no han cumplido con su palabra, y a menudo han recurrido a tacitas para engañar al pueblo y salir impune. Muestra dos formas de combatir, una por medio de la fuerza, o bien, por la ley. Siempre debemos recurrir en la mayoría de los casos a través de la ley, no obstante, no quita que en ocasiones sea pertinente recurrir a la fuerza, esto depende de las situaciones y circunstancias que se nos presenten.

En el capitulo siguiente, dedicado al odio y el menosprecio hacia el príncipe, y el autor dice en reiteradas veces que debe evitar ser despreciado y odiado por los habitantes de su territorio. Debe evitar también tener una mala reputación pasando por ligero, afeminado, pusilánime, calificativos estos que lo llevarían al menosprecio. Sin embargo, el príncipe debe ser astuto y hacerse ver ante los ojos de los demás como una figura fuerte y grande, haciéndose respetar. En tanto a las fortificaciones y otras obras de los príncipes, Maquiavelo considera que las acciones del mismo deben emprenderse para asegurar el mantenimiento de sus Estados, como por ejemplo la división del territorio. Dichas acciones, son para el autor vistas desde una perspectiva negativa, mostrando los puntos a favor y en contra, y como repercuten para el resto y en sí mismas. Refiriéndose a la fortaleza, el autor señala la importancia que tiene el odio, ya que si el pueblo odia al príncipe no hay vuelta atrás, en cambio, contrariamente, puede convertirse en la mayor fortaleza posible. Pues, uno de los objetivos más claros y firmes que debe tener en cuenta un príncipe, es conseguir ser querido por su pueblo. Para ello, Maquiavelo considera que debe dar ejemplo de su persona y de sus hazañas. La clave es conseguir que el pueblo se sienta seguro con respecto a él, por medio de dar a conocer a estos sus mayores talentos y honorarlos.

Para un príncipe, es esencial hacer una buena elección de sus ministros, qué serian buenos o malos, según a la prudencia de esta elección. Así pues, se considerará que el príncipe hizo una buena elección si dichos ministros son fieles y tienen la suficiente capacidad para ejercer, diremos que el príncipe ha actuado con prudencia ya que supo conocerlos y conseguir que se mantuvieran fieles a él. Por lo contrario, si dichos consejeros traicionan al príncipe, se acusara de imprudente al mismo, e iniciara con una falta grave su mandato, por no haber sabido hacer una buena elección. En tanto a los aduladores, presentes siempre, deben evitarse bajo cualquier circunstancia. Para ello, debemos comprender a aquellos que no ofenden al decir la verdad, aunque, sin llegar a faltar el respeto. Por ello, el príncipe comportándose de forma prudente debe rodearse de personas fieles y razonables, con plena libertad para expresarse, con la verdad por delante, siempre, únicamente, cuando el príncipe requiera sus servicios, nunca deberán expresar su opinión respecto temas que el príncipe moles haya preguntado.

En cuanto a los últimos capítulos, el autor da lugar a reflexión, planteando las causas de la ruina de Italia, seguido de la perdida de los Estados y dando solución a la misma, con un reordenamiento del Estado. Proponiéndolo a través de su obra, con el estudio de los principados nuevos explicados anteriormente. Explica a continuación de forma analítica cuál fue su fortuna y virtud, con el único fin de demostrar lo antes expuesto, que la audacia y la virtud son esenciales para el desarrollo de la lucha política.