La Historia Del Imperialismo Y El Nuevo Imperialismo
Los pensadores se dieron cuenta del poder del pueblo en una nación, que deben darse derechos de los mismos y deben escogerse las autoridades por los mismos. (Moreno, 2019) “(…) capitalismo desata unas fuerzas productivas demasiado grandes para poder dominarlas. La sociedad socialista es la sociedad de la madurez del desarrollo, mientras que la sociedad capitalista es intrínsecamente desarrollista (…)” Hinkelammert, 1973, p.10
El capitalismo en sus orígenes en la revolución industrial hasta la actualidad, tuvo diversos cambios mediante su evolución, los cuales fueron modificados por los partidos socialistas a lo largo del tiempo. En su debido tiempo, se pudieron dar sus apogeos para el bien del capitalismo y para el socialismo. Sin embargo, tuvieron sus falencias y desventajas en diversos países de Europa.
Debido a las constantes luchas de los trabajadores para que puedan realizar sus labores de manera más justa, se dieron puntos positivos, ya que en la actualidad la mayoría de los países cuentan con un manejo equilibrado del socialismo y capitalismo. Es decir exista una conexión directa del socialismo y el capitalismo con respecto al manejo actual de la mayoria de paises desarrollados y no desarrollados en el mundo.
El imperialismo representa a una nación desde la perspectiva de dominación, el socialismo estaría conformado por un grupo de individuos que comparten una misma ideología y la quieren ejercer para el estado. Si bien, ambos están en diversos contextos, uno desde una nación entera y el otro desde un grupo de ciudadanos. Estos logran a tener una conexión generada por el capitalismo, pues ambos se promueven por el poder financiero para sus bienes propios. El imperialismo está muy arraigado para conseguir las materias primas en el mercado mundial, mientras que el socialismo busca los derechos, especialmente para que exista igualdad no sólo específicamente en los derechos, sino de que se pueda obtener ingresos necesarios para que los ciudadanos con menos oportunidad financiera tengan una forma de sobrevivir en la sociedad.
El imperialismo en Europa durante en el siglo XIX ocasionó una gran crisis económica ya que según Dos Santos(1986) “Las crisis se deben a factores exógenos al sistema choca con amplias refutaciones de los hechos. Las crisis han tendido a ser periódicas, presentando la forma de ciclos”. (p. 132). Para ello, la explicación monetaria es un tema importante para poder relacionarlo con lo que sucedió en el imperialismo ya que los reinos de Europa al tratar de volver a colonizar tierras generó un comportamiento inflacionario que provocó distorsiones en las distribuciones del ingreso. Esto lleva a que exista un reajuste en de la economía lo cual lleva a diferentes problemas como el desempleo, superproducción, etcétera.
Debido a que la crisis económica golpea muy fuerte a un país, este problema lleva a que existan innovaciones tecnológicas. Un claro ejemplo es la revolución industrial ya que al existir una crisis económica y el principal problema es el desempleo, las personas llegan a tener necesidades lo cuales les exige innovar e inventar diferentes formas de productos para por lo menos así generar ingresos y al mismo tiempo mantener a sus familias. Estas clases de necesidades son un claro ejemplo de cómo las personas a pesar de los problemas tienen la capacidad de la innovación.
Durante la crisis económica durante el imperialismo, existieron modelos que parte de la relación entre inversión y consumo. Por un lado, la relación entre inversión y consumo puede generar un progreso en la economía de un país ya que según Dos Santos (1986) “ la posibilidad de un crecimiento económico continuado dependerá básicamente de que las nuevas inversiones se hagan de tal manera que encuentren un ritmo de crecimiento suficientemente vivo como para poder consumir la nueva producción”. (p. 138). Esto quiere decir que la necesidad ayuda a que la inversión sea una buena opción para poder obtener la satisfacción de las necesidades y a la vez el consumo ayuda a el vendedor genere ingresos y de esa manera salir de la crisis económica en la que se encuentran. Por otro lado, existieron veces en que los modelos explicado anteriormente no pudieron darse en la práctica ya que al tener a la crisis económica presente, este impidió que existieran innovaciones que a las personas no les llamaba la atención o no eran necesarios para ellos o eran que cada vez existían muchas más innovaciones que opacaban el resto. Por ello, existieron personas que llegaron a ser más afectados en esa época por la crisis.
A pesar de la existencia de la crisis económica y gracias a la revolución industrial, Europa llegó a recuperarse económicamente entre los años 1972 y 1973. Existen datos estadísticos de la recuperación económica de Europa lo cual Dos Santos (1986) presenta de la siguiente manera:
“Francia, que fue menos afectada por la recesión de 1970-71, creció el 5.4% en 1972 y el 6.7% en 1971. Italia, que llegó a bajar su tasa de crecimiento al 1.2% en el depresivo año de 1971, se recupera en parte en 1972 (3.4%) y sensiblemente en 1973 (5%). El Reino Unido, cuyas tasas de crecimiento son las que más reflejan la gravedad de la crisis capitalista, después de haber bajado el ritmo de aumento del PNB a 2.31% en 1971, se recuperó en parte en 1972 (3.8%) y sensiblemente en 1973 (5.8%). Alemania Federal, que bajó su fuerte ritmo de crecimiento al 3.1% en 1971, presentó un ritmo aún bajo en 1972 (3.7%) pero ya presentaba claras señales de recuperación en 1973 con el 5.3%.” (p. 188)
Luego de recuperarse económicamente, el comercio mundial que lideraba Europa alcanzó un gran crecimiento en las compras internacionales que les permitió salir completamente de la crisis económica que les duraba tantos años.
Durante el siglo XIX, en europa existió una creencia de superioridad producto del liberalismo y Revolución Industrial. Un ejemplo de ello es el Darwinismo social que según Sandín (2000) es “(…)producto de una deformación o una mala interpretación de la teoría darwiniana, porque en definitiva, es la interpretación (y en su caso, aplicación) literal de lo único totalmente claro y concreto de la gran obra de Darwin: el título” (p. 45). Esta definición quiere decir que durante el imperialismo de la época se originó una definición errónea de lo que es el darwinismo social ya que se creía que cada persona tenía una clase que se definia por lo cual era prohibido la mezcla entre entre ellos. Además, se creía en una raza superior, es decir, una raza superior a todas las demás por lo cual existieron conflictos por la práctica de esta. Un claro ejemplo es la 2da Guerra Mundial que la Alemania Nazi protagonizó por la creencia de que ellos eran los de la raza superior.
El darwinismo Social no solo estuvo presente durante la Segunda Guerra Mundial sino también en la Inglaterra de finales del S.XVIII y comienzos del S. XIX. Por un lado, las leyes de esa época ocasionó que existiera manos de obra barata para la industrialización en la ciudad. Esto llevó a que las los sexos deberían estar aislados lo cual provocó una lucha por la supervivencia. Durante la revolución industrial, existieron casos de superioridad social. Un claro ejemplo son la relación entre el obrero y los burgueses. Estos últimos era los dueños de las fábricas quienes conseguían manos de obra baratas quienes eran los obreros. En este caso, la “la superioridad de clases” era predominante en esa época. Lo cual exigía a los obreros a trabajar largas jornadas para solamente poder sobrevivir ya que no existía tiempo libre ni mucho menos vacaciones. Por otro lado, según Sandín (2000) “ En 1851, el filósofo y economista Herbert Spencer, en su libro La Estática Social acuñó el término de supervivencia del más apto para definir el motor de las relaciones sociales”. Esto quiere decir que las creencias de esa época eran favorables para los burgueses ya que ellos eran la clase superviviente en cambio los que no llegaron a “evolucionar” fueron los de la clase obrera lo cuales no tienen ningún beneficio en la sociedad.
Dicho anteriormente, el Darwinismo Social estuvo muy presente durante la Segunda Guerra Mundial, exactamente en la Alemania Nazi. En la Alemania de esa época existía una creencia en que ellos era la raza superior lo cual debían dominar el mundo. Esto provocó un nacionalismo extremista que ocasionó un genocidio en contra de los judíos. Los alemanes de esa época miraban con desprecio a los judíos por sus diferencias religiosas y por la creencia errónea a lo que se llama Darwinismo Social. Sandín(2000) cita a Konrad Lorenz de la siguiente manera:
“«En el proceso de civilización, hemos perdido ciertos mecanismos innatos de liberación que normalmente persisten con objeto de mantener la pureza de la raza: alguna institución humana debe seleccionar la fortaleza, el heroísmo, la utilidad social, (…) si es que el sino de la humanidad, carente de factores selectivos naturales, no va a ser la destrucción por la degeneración que el proceso de domesticación lleva consigo. La idea de raza como base del estado ya ha obtenido buenos resultados a este respecto»” (p. 45)
En resumen, el Darwinismo social es una creencia errónea del libro de Darwin lo cual ocasionó discriminación dentro de la sociedad de la época y así también ocasionar una Guerra Mundial que casi acaba con más de la mitad de la población mundial por la “ superioridad de una raza” .
La nueva fase del desarrollo de la economía mundial imperialista llamada globalización se genera a partir de la crisis del modelo de regulación fordista de los fines de los años 60. Esta tiene como eje central un incremento sustancial del grado de mundialización a partir de un mayor nivel de intercambio financiero, comercial, tecnológico y productivo, así como de nuevas y más profundas formas de comunicación relacionamiento. Ello acompañado de cambios en las políticas económicas con una hegemonía basada en políticas de apertura y liberalización en los países dependientes, para una mayor inserción y expansión del capitalismo central. Según concluye Olesker (2001), respecto a la globalización:
Su objetivo central es permitir el alza de la tasa de ganancia a nivel mundial, mediante una combinación de una profunda reconversión tecnológica en especial en los países centrales y un deterioro de las condiciones de trabajo a nivel global y en especial en los países dependientes, es decir una combinación de formas de plusvalía relativa y absoluta. (Olesker, 2001, p. 3).
En esta fase los cambios más importantes en las políticas económicas fueron los siguientes. La promoción del libre comercio en el plano del comercio exterior, con la intención de impulsar la apertura unilateral e irrestricta en especial en los países dependientes. También, el Estado pasa de participar fuertemente en la economía, a ser un Estado subsidiario y regulador particularmente, pues trata de regularse para que los mercados funcionen competitivamente. Por último, la política reguladora y de control sobre la inversión extranjera es reemplazada por una política que promueve la inversión extranjera, otorgando la gran libertad para la actuación de las empresas transnacionales. Esto deja en mejores condiciones competitivas a las empresas internacionales que a las nacionales.
En cuanto a las modificaciones en relación al trabajo destacan dos aspectos expuestos por El primero señala que: En la fase actual, la disminución de los costos salariales se logra a través de la disminución del empleo y la desregulación laboral. La competencia en las condiciones de la globalización actual acentúa la poca capacidad de generar empleo, agudizada adicionalmente por los procesos de privatización, desnacionalización, concentración y centralización de capitales
El segundo aspecto a destacar son las propuestas de flexibilidad laboral, entre las que se encuentran: amplias posibilidades de despido por parte de las empresas, la disminución del salario base y aumento de salario variable, el reemplazo de trabajadores antiguos por trabajadores jóvenes y más baratos, aumento de la jornada de trabajo, trabajo polivantente, etc. (Olesker, 2001)
Tal como Olesker (2001) concluye, la ideología de la globalización argumenta la inevitabilidad de la misma y de sus consecuencias. Por una parte, predica que la salvación o el avance de las naciones tiene un solo camino: ser competitivo en el mercado mundial y, por otro lado,
La economía mundial es organizada y administrada por los Estados más poderosos, pues es debido a su gran influencia y poder económico que asumen esta tarea; no en la perspectiva de un libre mercado, sino para asegurar la hegemonía de sus empresas sobre los mercados nacionales y locales de las naciones menos poderosas. opina al respecto que:
Se trata de impedir que estas naciones dispongan de mecanismos de defensa de sus mercados. El dominio de los mercados nacionales y locales también depende del control de los medios de información y comunicación que logran, a través de la publicidad y otros mecanismos más sofisticados de influencia cultural, determinar conductas y comportamientos que se traducen en consumo solvente, es decir, en mercado.
El imperialismo en la actualidad está sufriendo una crisis política y los “técnicos en economía” son conscientes de cómo esta azota a buena parte de los Estados imperialistas. Entre los cuales destacan los siguientes casos expuestos por Gil (2017). La enemistad de Trump hacia todos en sus recientes visitas, excepto con sus siervos más masoquistas; ha posibilitado una guerra comercial con Alemania y el Estado francés, y ha agudizado las tensiones en la OTAN. En Alemania, los estados más enriquecidos exigen reforzar el centralismo para no tener que pagar ellos más que los estados empobrecidos. Un ejemplo más lo encontramos en el siguiente párrafo de Gil (2017):
Las crisis políticas que azotan a las burguesías como efecto del agotamiento del orden imperialista que los EEUU impusieron en primera instancia en Bretton Wood y que fue remodelando posteriormente según sus necesidades. La sinergia de problemas de toda índole que lastran la acumulación ampliada de capital en el último medio siglo, sinergia que estalló definitivamente en 2007, ha terminado desbordando la muy limitada racionalidad de la casta política burguesa en su conjunto
“El Capital” de Marx es importante en el imperialismo en la actualidad por distintos motivo entre los cuales destacan los siguientes. El imperialismo actual es el decisivo «criterio de la práctica» que confirma la veracidad de la ley general de la acumulación capitalista, expuesta por Marx en la sección séptima, capítulo XXIII del Libro I de El Capital, que viene a decir que; cuanto más se desarrolla el potencial emancipador de la ciencia y de la técnica más aumentan los controles burgueses que frenan ese potencial, cuanto más se desarrolla la riqueza en unos pocos más aumenta la pobreza de la mayoría y cuanto más se desarrolla el capital más se desarrolla la alienación. El imperialismo actual también es el reflejo de la evolución de las contradicciones analizadas sobre todo en el capítulo XX sobre la reproducción simple y en menor medida en el XXI sobre la ampliada del Libro II de El Capital. (Gil, 2017)
El nuevo imperialismo se diferencia del antiguo debido a tres factores que Gil (2017), destaca. El primero consiste en que el imperialismo ya no sólo exporta capitales ni explota únicamente con el comercio, sino que obtiene plusvalía directamente con las fábricas que este ha trasladado o instalado allí, en los campos y minas de los que se ha apropiado, en los servicios que ha montado para sus negocios, en la industria turística, en la explotación sexual, etc. También, el imperialismo actual asfixia aún más que el de entonces a los pueblos y continentes que exprime con la dependencia financiera, la deuda externa, el atraso tecno científico, el chantaje sanitario y alimentario, la amenaza militar, etc. Por último, Gil (2017), concluye lo siguiente:
A diferencia del imperialismo de hace un siglo, en la actualidad han adquirido gran peso económico pero sobre todo político-cultural y alienador los negocios de la mercantilización de las culturas e identidades de los pueblos. La conectividad a tiempo real agudiza la contradicción irresoluble entre el potencial emancipador de las culturas populares que se resisten al capitalismo, y la lógica imperialista de la industria cultural burguesa