La Influencia De La Motivación En El Aprendizaje De Un Segundo Idioma
Introducción
La situación que se vive en los colegios públicos con respecto al aprendizaje de un nuevo idioma es preocupante. Aun con los cambios hechos a lo largo de estos años por mejorar los resultados, la meta no parece estar cerca. En nuestro país se hicieron planes y políticas de educación con respecto a la enseñanza del inglés como segundo idioma, es así como gran cantidad de colegios públicos entraron en el programa jornada escolar completa (JEC) con la metodología Blended implementando laboratorios para la práctica del idioma inglés; sin embargo, los progresos no han sido los esperados. El presente ensayo busca investigar sobre la influencia de la motivación y su factor determinante para el aprendizaje de un segundo idioma enfocándonos en estudiantes del nivel secundario.
Se sabe que la motivación es importante para el logro de aprendizajes de los estudiantes, pero la motivación también afecta a los docentes. En que medida afectan los docentes motivados por alcanzar un cambio en la sociedad y decididos a brindar una educación de calidad en los estudiantes poco motivados muchos de los cuales cargan fuertes problemas familiares y económicos.
Este ensayo repasará los diferentes conceptos de motivación aplicadas a la realidad peruana en instituciones educativas publicas a fin de reflexionar sobre la influencia positiva de los docentes y las herramientas que estos tienen para mejorar la educación desde donde se encuentren.
Motivación en la adolescencia
La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar alguna actividad. Según Ajello (2003) la motivación debe ser entendida como la trama que sostiene el desarrollo de aquellas actividades que son significativas para la persona y en las que esta toma parte. En el plano educativo, la motivación debe ser considerada como la disposición positiva para aprender y continuar haciéndolo de una forma autónoma.
Sin embargo, si hablamos de adolescentes, la gran mayoría de ellos parecen no tenerla. Muchos de ellos pasan la vida escolar persiguiendo aprobar el curso antes que perseguir aprender realmente. Esto definitivamente varia en función de la edad, experiencias y contexto sociocultural del estudiante pues la realidad en la que viven, muchas veces dura, no les permite visualizar un futuro diferente y no encuentran conexión ni relevancia del aprendizaje de un segundo idioma con su entorno. Según Alonso (1993) los adolescentes enfocan el estudio no como una actividad a través de la que se puede aprender, donde se pueden conseguir éxitos y donde sería deseable evitar los fracasos, sino como una actividad instrumental cuyo valor deriva de que se la perciba como relevante o no para la consecución de metas que tiene que ver con valores distintos del logo o el aprendizaje.
Cuando hablamos de motivación podemos distinguir dos tipos:
Motivación extrínseca:
Aquella que ofrece recompensas (una buena nota, elogios, etc.) o sanciones al estudiante por su implicancia y desempeño en alguna actividad propuesta. Este tipo de motivación puede resultar útil y necesario, sin embargo, tiene muchas limitaciones pues no es duradero. La conducta al no ser reforzada constantemente con las recompensas tiende a extinguirse e incluso podría llegar a ser contraproducente.
Motivación intrínseca:
Referida a las situaciones donde los estudiantes realizan las actividades propuestas por el gusto de hacerlas y la necesidad de aprendizaje, independientemente de si recibe un reconocimiento o no.
La motivación y el aprendizaje de un segundo idioma
La motivación de un estudiante como la define Gardner (1982) está compuesta de tres elementos: esfuerzo, que es el tiempo que se le dedica al estudio y manejo de una lengua; deseo, la añoranza por poder comunicarse en otro idioma; y afecto, la reacción emocional del aprendizaje hacia el estudio.
Considerando el tercer elemento afectivo, podemos asegurar que la gran mayoría de estudiantes ingresan a la educación secundaria con la curiosidad y entusiasmo de aprender un curso que nunca habían llevado antes. Es a partir de ahí que en los años siguientes se genera un cambio negativo hacia el aprendizaje del inglés.
La novedad enamora, los estudiantes se emocionan pues el curso de ingles es uno de los más dinámicos. Sin embargo, el aprendizaje no se adquiere de forma automática, no al menos en un país donde están rodeados de su lengua materna todo el tiempo. El aprendizaje de un nuevo idioma implica esfuerzo y disciplina. Es ahí donde se genera la brecha.
Entonces qué podemos hacer los docentes para mejorar el desempeño de nuestros estudiantes y mantenerlos interesados en el curso. ¿Podremos influir positivamente en ellos?
La motivación en los docentes
Para contestar las preguntas anteriores primero debemos reconocer que la motivación en los docentes es vital para que este tenga un buen desempeño y cause como consecuencia buenos resultados en el aula. Es más, se podría decir que la motivación del docente es más importante que motivación del estudiante pues es el profesor quien genera emociones y dinámicas para el aula.
Se suele culpar a factores externos por la desmotivación de los estudiantes, sin embargo, somos los docentes los que estamos frente a ellos cada día. Pero al igual que los estudiantes nosotros también necesitamos motivación. Si pensamos en la motivación extrínseca podrían entrar aquí los aumentos salariales, ascensos, reconocimientos públicos, etc. Pero que pasa si no nos ofrecen ninguna de esas recompensas por nuestro trabajo.
Como docentes debemos regresar a la época de estudiantes y pensar qué nos motivó realmente a elegir esta carrera. La vocación y disfrutar lo que hacemos no tiene precio. Debemos reconocer que ninguna carrera es tan maravillosa ni tiene tanto impacto en la sociedad como la nuestra y desde nuestras aulas podemos generar cambios.
Hace falta la reivindicación de las habilidades blandas como la gestión de emociones y generar nuestra propia motivación. La formación en el desarrollo emocional es básica para dejar de echar culpas y automotivarnos a despertar y darnos cuenta de que siempre se puede hacer algo.
Según Vidal, F., Nicasio, J. & Pacheco D. (2010), el entusiasmo del profesor en las actividades diarias tiene un impacto significativo en el incremento de los niveles de motivación de los alumnos. Cada logro está unido directamente con su propio nivel de motivación del profesor.
La neurona espejo
En la revista de Psicología y Educación de Madrid, Emilio García nos habla sobre los avances de la Neuropsicología para los campos de la salud y la educación.
García, E. (2008) no dice que el cerebro humano ha evolucionado para educar y ser educado. Los aprendizajes y enseñanzas, la transmisión cultural y la educación son naturales en el hombre. El cerebro es la conquista evolutiva que hace posibles los diversos tipos de aprendizajes y también es la estructura natural que pone límites a los aprendizajes, determinando lo que se puede aprender, en qué momentos y con qué rapidez.
En 1995, producto de muchas investigaciones, neurobiólogos italianos identificaron un tipo de neuronas desconocidas hasta ese momento: neuronas especulares o neuronas espejo. Las neuronas espejo son un tipo particular de neuronas que se activan cuando un individuo realiza una acción, pero también cuando él observa una acción similar realizada por otro individuo.
Estas neuronas espejo forman parte de un sistema de redes neuronales que posibilita la percepción-ejecución-intención. Solo la observación de movimientos de la mano, pie o boca activa las mismas regiones específicas de la corteza motora, como si el observador estuviera realizando esos mismos movimientos.
Traducido a nuestra vida diaria, podemos decir que cuando vemos a alguien sonreír, nuestro cerebro sintoniza con su estado emocional y tenemos la sensación de que nos contagia su alegría.
Lamentablemente, esto mismo pasa con las emociones negativas. Una persona agresiva genera agresividad a su alrededor, una persona estresada genera estrés en su entorno. Esta es la razón por lo que sentimos que hay personas mágicas que tienen el poder de hacernos sentir bien y otras que por el contrario nos oscurecen el día.
The teacher sets the mood in the classroom
Que poder tan grande y que responsabilidad la de compartir parte de lo que somos, conocimientos y actitudes, con seres humanos en formación. Ingresar a su mundo escolar e intentar influir en ellos para que alcancen los objetivos del curso. Sin embargo, mientras los acompañamos por el camino del aprendizaje somos, queramos o no, modelos para ellos. Los objetivos dejan de ser solo objetivos del curso para ser objetivos de vida.
Con las neuronas espejo se comprueba científicamente que los estados de ánimo se pueden transmitir. Por lo tanto, un docente sonriente puede crear alumnos sonrientes, así, un docente apasionado tiene más probabilidad de crear alumnos apasionados.
Hay una frase en inglés que me gusta mucho: “The teacher sets the mood in the classroom”, la traducción literal sería el profesor establece el estado de ánimo en el aula. Esta frase trae consigo una fuerte carga de responsabilidad sobre el docente, pero a la vez una carga de esperanza. Podemos cambiar la realidad de nuestros estudiantes, al menos durante nuestras horas de clase, podemos dejarles soñar que existen cosas distintas a las que ellos están acostumbrados y es posible alcanzarlos si se lo proponen.
No se puede enseñar a quien no quiere aprender, sin embargo, un maestro que comprende la gran herramienta de transformación que tiene en sus manos logrará emocionar a sus alumnos a través de la curiosidad, comprenderá sus intereses y poco a poco nacerá en ellos el deseo por aprender.