La Jurisprudencia Y La Aplicación De La Ley En Roma
La Jurisprudencia, De Roma Al Siglo XX
Una sociedad no puede vivir de manera sostenible sin imponer a sus miembros reglas, obligaciones o prohibiciones para que puedan vivir en armonía unos con otros. Todas estas reglas están escritas en la ley del país; Esta es la razón por la cual el hombre rápidamente buscó arreglar las leyes por escrito elaborando códigos. Los romanos expresaron rápidamente su preocupación por administrar el país con orden y eficiencia al redactar la rudimentaria ley de las Doce Tablas a 450 a. C. Será necesario esperar al Emperador Justiniano I en el siglo VI y su Corpus juris civilis, para ver una serie compleja de leyes y doctrinas. La ley romana todavía subsiste en gran medida en nuestras leyes actuales
La aplicación de la ley siempre está limitada. Esto se manifiesta por la sanción legal que castigará a la persona que no respeta sus obligaciones y los derechos de los demás o comete actos contrarios a la ley. El sistema instituido para sancionar la aplicación de la ley es precisamente la Justicia. El término proviene del latín ‘jus’, que significa al mismo tiempo el imperio de la ley, la ley y la organización judicial. Hoy en día, se le conoce comúnmente como la organización encargada de examinar las disensiones entre diferentes personas, así como para la represión del delito. En nuestros estados modernos, la justicia es un servicio público; es administrado por jueces que, totalmente independientes, ejercen su poder de conformidad con la ley.
¿Y por un asesinato?
En el caso de un asesinato precisamente, hay ‘crimen’ (que proviene del crimen latino, acusación). Un delito se define, como ‘una violación muy grave de la moral, la ley’, pero en términos legales, como ‘un delito que las leyes castigan con un castigo infame o infame’. Desde la antigua Roma hasta nuestros días, los crímenes siempre han sido juzgados en tribunales especiales asistidos por un jurado, excepto en ciertas condiciones cercanas a la dictadura, en la decadencia del Imperio Romano. La población siempre ha manifestado muchos intereses para que un malhechor o un asesino sean castigados, por eso se han establecido leyes y tribunales especiales
En Roma, está bajo el sistema de justicia penal (juez público) delitos comunes (homicidio, violencia, secuestro y secuestro, ataques a la moral, falsificación de voluntades y monedas) y delitos políticos (perdellio, acción que vale la pena autor como enemigo público, crimen majestatis, ataque a la dignidad del pueblo romano, emboscada, corrupción y traición electoral, peculado, malversación de fondos públicos, repetición, conmoción cerebral. Para cada uno de estos delitos, la ley penal establece una sentencia que los jueces pueden mitigar.
El procedimiento es casi inexistente en Roma, el papel de la acusación en un juicio fue desempeñado por un individuo, que tuvo que cumplir una serie de condiciones para ser aprobado por un magistrado (pretor). No hubo ‘servicio público’ investigando cuándo se encontró o sospechó un delito. Bajo el Imperio, la denuncia fue alentada y se convirtió en un verdadero flagelo en la ciudad
El curso de los debates, sin ser arreglado, generalmente siguió el siguiente orden: discurso del acusador (es), respuestas del acusado y sus abogados, producción y discusión de los testimonios. La defensa tenía derecho a hablar más tiempo que la acusación. En el momento de la votación, los miembros del jurado podían absolver, condenar o solicitar información adicional. La sentencia fue irrevocable. Bajo el Imperio, estos jurados gradualmente dejaron de funcionar y fueron reemplazados por dos jurisdicciones criminales separadas, la del Senado y la del Emperador. Pero el Senado, vigilado por el emperador, mostró poca preocupación por asumir responsabilidades demasiado pesadas y, finalmente, la única jurisdicción penal era la del emperador, a juzgar por sus delegados, los funcionarios (prefectos de las ciudades y la sala del tribunal)
Pena de capital, muerte física o civil significa lo que significa y va acompañado de la confiscación de los bienes de los condenados; pero puede escapar exiliándose a sí mismo (lo que para un romano no es más fácil). Sanciones sin capital las multas, la infamia, el encarcelamiento, el exilio, la expiación y el descenso son castigos no capitales, pero eso para el ciudadano romano no significa facilidad. Estas oraciones no se ven como ligeras, sino muy angustiantes
El Juicio De Un Penal En La Actualidad
Crímenes de justicia penal contra personas (homicidio, violencia, secuestro y asalto), delitos contra la propiedad (robo, incendio provocado) y delitos contra lo público (traición, espionaje, moneda falsificada). Para cada uno de estos delitos, la ley penal establece una sentencia que los jueces pueden mitigar.
Es interesante notar que, en casi 2000 años, la organización de la justicia no ha cambiado mucho, la parte de la justicia que juzga los asesinatos sigue siendo justicia penal, y se organiza de acuerdo con los mismos criterios que en Roma. Sobre la base de una denuncia presentada por un ciudadano ante la policía o la fiscalía, o el hallazgo de un delito (por ejemplo, asesinato), el fiscal ordena una investigación preliminar que confía a la policía Judicial.
Al recibir la investigación, En Colombia están facultadas para recibirle su denuncia la Policía Nacional y el Cuerpo Técnico de la Fiscalía General de la Nación. el fiscal decide desestimar el caso (en cuyo caso, el demandante puede presentar una queja ante el juez investigador presentando una acción civil o convocando a la otra parte para que comparezca ante el juez), apelar ante el tribunal de policía o devolver a los responsables ante el tribunal penal. Si se trata de un delito en el que aún no se ha hecho claridad, requiere una instrucción del juez de instrucción. Este procedimiento consiste en investigar a los delincuentes y reunir pruebas para que el tribunal pueda emitir un juicio informado. Si es necesario, el juez de instrucción emite una orden de arresto o una orden de allanamiento.
Una vez que se cierra la investigación, el expediente del procedimiento se transmite al fiscal. Emitirá una orden que permita al fiscal llamar al acusado ante el tribunal. Por lo tanto, la cámara de acusación llevará el caso a juicio y el juicio puede comenzar. En Colombia, a nivel penal, en caso de delito, el acusado es juzgado en un tribunal especial que solo juzga crímenes y ciertos delitos; hay un Palacio de Justicia en cada Departamento
El homicidio y su pena, hoy. con temple arrogante dice la ley 40 de 1993: el que matare a otro incurrirá en prisión de 25 a 40 años. pero si se cumple uno de los ocho agravantes de este precepto, la pena sería de 40 a 60 años.
Conclusiones
La estructura del orden jurídico romano se basa en tres niveles demarcados, de modo que la creación, la interpretación y la aplicación de la ley fue obra del legislador, la jurisprudencia y el magistrado: la ley y las otras fuentes estatales, la interpretación prudencial y los medios procesales (las acciones de la ley, el proceso de forma y la cognición extraordinaria) formaron la base de la vida legal romana, evitando a la ciudad lo arbitrario
Nuestra sociedad ha evolucionado, el derecho también. Avances tecnológicos, la apertura de las mentalidades y la judicialización han llevado a un cambio en la misión del juez que se otorgó más prerrogativas. De ahora en adelante, el juez ya no dice simplemente el correcto, él lo construye.
Este nuevo rol no estuvo exento de algunas críticas. El juez, todavía tiene la misión principal decir el derecho, ahora se le da la oportunidad de crear una ley cuando la ley muestra sus límites. De hecho, debe tratar con la sociedad, asegurando la adecuación del derecho y este último dentro de los límites de sus posibilidades. Por eso, él será traído para completar el trabajo legislativo, incluso para oponerse al legislador cuando la ley es obsoleta
De modo que, la nueva concepción del juez cuestiona directamente la naturaleza de la jurisprudencia y, por lo tanto, de sus reversiones. Reconocer un poder creativo del juez es reconocer que surge de la jurisprudencia de las normas de derecho. Incluso si el legislador no reconoce oficialmente a este último como fuente de derecho, solo se puede observar este estado de cosas. El legislador es plenamente consciente de esto, ya que no duda en intervenir cuando una jurisprudencia no parece apropiada.
