La Memoria En 100 Años De Soledad
Cien años de soledad ha sido clasificada por muchos literatos como una de las mejores obras literarias de Latinoamérica e incluso a nivel mundial; parte de este reconocimiento se debe al innovador uso del realismo mágico del cual Gabriel García Márquez se apodera para dar vida a Macondo. El realismo mágico se caracteriza por la incorporación de elementos surreales al mundo real, y de esta manera el autor ha logrado atravesar las barreras del tiempo y de la realidad para mezclar la historia nacional y personal en su obra y así mismo destacar el papel que juega la memoria dentro de los mismos personajes en Cien años de soledad.
Nacido en Aracataca, en la costa caribe de Colombia, García Márquez es muestra de que la mezcla de las diferentes culturas en las que creció: precolombina, española y africana dejaron huellas en su ficción. El autor colombiano también se vio influenciado por las historias contadas por sus abuelos, con quienes vivió hasta la edad de ocho años; historias increíbles que su abuela narraba con la mayor naturalidad junto con aventuras de guerra relacionadas con su abuelo, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Iguarán. García Márquez recrea la figura de su abuelo en el personaje de Coronel Gerineldo Márquez, recordando episodios de su vida como el asesinato que su abuelo había cometido cuando era joven, su fuga posterior y su fundación de un pueblo, como lo hace José Arcadio Buendía en Cien Años de Soledad. Finalmente, el apellido Iguarán se transpone de la vida del escritor a su trabajo en el personaje Ursula Iguarán, quien se casa con su primo, como lo había hecho la abuela materna de García Márquez. (Vega-González)
Quizás una de las frases más celebres de la obra es aquella oración inicial con que abre la novela, “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo.” (García Márquez, & Joset) Aquí inicia la historia haciendo hincapié en que es un recuerdo que va a dar a conocer cómo era Macondo y a partir de ahí dar desarrollo a la historia.
Conocer la historia colombiana puede proporcionar una mejor comprensión de distintos eventos que suceden a lo largo de Cien años de soledad. En primer lugar la lucha política era desenfrenada en la Colombia del siglo XIX y causada por los partidos formados bajo banderas liberales y conservadoras, la lucha bipartidista, roji-azul generó distintos enfrentamientos, pero la guerra civil de 1899 a 1902 fue increíblemente violenta, dejando alrededor de 100.000 muertos. En la novela, esta historia de constante lucha política se refleja en la carrera del Coronel Aureliano Buendía y sus intentos revolucionarios.
Por otra parte, la explotación llevada a cabo por la compañía bananera en Macondo es la representación de los acontecimientos de principios del siglo XX en América Latina, cuando los inversionistas extranjeros prácticamente se hicieron cargo de la caña de azúcar, el café, el petróleo y otras industrias productoras de ganancias de la región. La inversión extranjera en estas industrias creó condiciones de auge, lo que llevó a un aumento de los salarios, y a ofrecer una impresión seductora de progreso y modernización; produjo nuevas condiciones sociales, abrió a la posibilidad de algo diferente, nuevo y emocionante. Así, también, en Macondo la llegada de la compañía bananera trae una nueva animación a la ciudad con los bailes de los sábados y las amistades que se desarrollan, particularmente entre los niños locales y estadounidenses. Sin embargo, la compañía también estratifica a la sociedad de Macondo, con los estadounidenses viviendo en sus propios locales cerrados y sin mostrar ningún interés en el desarrollo o la modernización del pueblo.
Sin embargo, la llegada de la United Fruit Company a Colombia no significó solamente un avance positivo para la sociedad, en diciembre de 1928 los trabajadores de las plantaciones de banano fueron asesinados en lo que hoy se conoce como la Masacre de las Bananeras. Aquí hay de nuevo una transposición de la realidad a la ficción literaria pues García Márquez menciona también este evento. El papel que juega la memoria en este escenario está ilustrado por la amnesia selectiva del pueblo, que creyendo lo que dicen las autoridades y añadiendo el miedo a las represalias crea una red donde solo José Arcadio es consciente de una manipulación tan consciente de los eventos. Así, este le cuenta a Aureliano la versión real de lo que había sucedido, aunque es años más tarde que Aureliano se da cuenta de que la amnesia colectiva aún domina a Macondo, donde muchos ‘repudiaban la patraña de los trabajadores acorralados en la estación, y del tren de doscientos vagones cargados de muertos… e inclusive se obstinaban en lo que después de todo había quedado establecido en expedientes judiciales y en los textos de la escuela primaria: que la compañía bananera no había existido nunca “
Durante el desarrollo de la historia aparece un personaje llamada Rebeca de quien la india de la casa advierte trae consigo la peste del insomnio. De nuevo se ve reiterado el papel tan importante que tiene la memoria, pues no siendo suficiente que el insomnio por su naturaleza no deje dormir a quienes contraen la peste, con el tiempo empiezan a perder la memoria. A medida que el insomnio empeora, la amnesia comienza a hacerse cargo de la aldea y poco a poco, todos los habitantes comienzan a olvidar los nombres de las cosas y su uso. Como solución, José Aracadio Buendía escribe los nombres y el uso de las cosas en papeles y los pega en esas cosas. Olvidar este otro mundo, esta realidad mayor, significa haber borrado por completo la estructura normativa de la tradición y, lo que es más importante, significa haber perdido la identidad histórica y tradicional con la habían sido dotados. La importancia de la memoria radica en el hecho de que no solo ordena valores sino que también define el yo y el otro (Ahsan, and Shahabuddin). La pérdida de memoria también resulta en la pérdida del concepto de tiempo. El tiempo solo existe en la memoria. No puede haber tal cosa como el tiempo inmemorial. La narración de la plaga del insomnio desde el principio hasta el final no menciona el período de tiempo que duró, porque al hablar de pérdida de memoria habla por tanto, de pérdida de tiempo, no puede haber registro del tiempo durante la plaga. En otras palabras, no se puede determinar el período de tiempo de la plaga del insomnio porque no se puede registrar los recuerdos.
Otro papel importante de la memoria en la novela es su relación con la guerra. Al principio, la población de Macondo administra sus asuntos por consulta mutua. No poseen armas y nunca se dividen en grupos. Esta solía ser la forma tradicional y sagrada de lidiar con problemas comunales. El contacto con el exterior y el avance del mundo obliga a Macondo a importar armas y su moderna estructura política. La gente se divide en dos partidos, los liberales y los conservadores, y libran la guerra en todo el continente. El coronel Aureliano Buendía se convierte en una leyenda de la guerra, pero pronto se da cuenta del sinsentido de la guerra, porque no es su guerra; él no tiene recuerdos de enemistad con nadie. La consecuencia final de la lucha de treinta y dos guerras, sin siquiera dar un propósito sagrado a ninguno de ellos, es que el coronel Aureliano Buendía desarrolla un sentido de la realidad inimaginablemente mundano. Él se pierde en la soledad. Nada permanece sagrado para él. Se olvida de lo sagrado de los valores del amor y la vida e incluso la muerte no tiene sentido para él y concibe el tiempo de la misma manera que todos el otro Buendías: siempre moviéndose como un péndulo, en movimiento inmóvil.
Cien años de soledad es una meditación sobre la historia de una Colombia independiente, fusionando varios cientos de años de eventos en una descripción alegórica de la evolución de Macondo. Al mismo tiempo, la novela enfatiza cuán propensas son las personas a olvidar intencionalmente o accidentalmente su pasado y sus orígenes, generalmente con consecuencias terribles y evitables. Debido a que se pierde continuamente, el tiempo en la novela es cíclico y repetitivo, ya que la generación tras generación está condenada a repetir los errores de sus antepasados o caer en espirales de actividad ineficaz e inútil.