Análisis de la Obra Cinematográfica Frankenstein
Introducción
La obra cinematográfica dirigida por Stuart Beattie y producida por Tom Rosenberg, Gary Lucchesi, Richard Wright, Andrew Mason y Sidney Kimmel, es una película en la cual la ciencia ficción, la acción y el terror toman lugar. En este film, cuyo guion es de Stuart Beattie y Kevin Gravioux, el actor Aaron Eckhart interpreta el papel de la cosa que Victor Frankenstein había dado vida 200 años atrás en el libro de Mary Shelley. Este monstruo, que finalizando la novela había matado a la esposa de Victor Frankenstein, y que Victor habría seguido hacía el Polo Norte es el detonante para la película I, Frankenstein.
Desarrollo
Puesto a que la película toma esta escena del libro y narra la vida de la cosa después de la muerte de Victor Frankenstein. La cosa, el monstruo, la criatura sin nombre sigue buscando su promesa, esa promesa que Victor no le había cumplido en el libro y que en la película, de alguna manera encuentra.
Sin embargo, esta demanda, la de tener una compañera, no es cumplida literalmente, pero de alguna manera es transformada en su propósito de seguir viviendo, ya que la cosa es un ser viviente e inmortal. La búsqueda de la promesa incumplida antes mencionada, lo lleva al monstruo inconscientemente a su propósito en la vida eterna que posee y que más allá de estar atrapado en este mundo, pues no puede morir, es parte de él.
En la película podemos ver como la cosa sin nombre, el monstruo sin alma del libro, tiene no solo un nombre sino también un propósito. En esta película, que puede ser interpretada como la sucesión del libro, no se le da al monstruo cualquier nombre, paradójicamente es bautizado como Adam. Y es que su creador, el cual le dio vida, el que jugó a ser Dios, lo había dejado sin nombre, pero en la película lo bautizan como Adam, muy parecido al mismo nombre que Dios le dio a su primera creación, el cual fue Adán.
Conclusión
Este nuevo Adán, Adam se encuentra en un nuevo mundo en el cual una guerra se desata. En esta batalla, el bien y el mal se disputan el cuerpo y el alma del monstruo llamado Adam. La criatura ahora con nombre y que más adelante también poseerá un alma, tiene en esta segunda parte un propósito en su inmortalidad y en esta nueva etapa es el protector de la humanidad y el protector de su nueva amiga, su compañera la actriz Yvonne Strahovsky. Esta relación deja la puerta abierta para una futura obra de arte que pueda completar la trilogía. Una saga que se desarrolla primeramente en el libro de Mary Shelley, continúa en la película de Stuart Beattie y deja abierta la posibilidad de una nueva producción literaria.
