La Planificación Estratégica Como Pieza Clave
Introducción.
Cuando se piensa en la actividad turística prevalecen aspectos como los viajes, el disfrute, la gastronomía, los recorridos, entre otros, pero muchas veces no se toma en cuenta el impacto negativo que estas actividades pueden generar. La Organización mundial del turismo (OMT) prevé que para el 2030 serán más de 1 800 millones de personas que viajaran por todo el mundo, lo que supone un gran impacto en los diferentes destinos.
Debido a que el turismo es considerado como una de las actividades más contaminantes, representando el 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, no se puede negar que viajar contamina, pero eso no significa que se deba dejar de hacer. Ya que para poder minimizar estos impactos se puede llevar una planificación adecuada.
Afortunadamente no todo es negativo, ya que cada vez son más los turistas que consideran la sostenibilidad como un criterio para tomar decisiones de viaje, principalmente para escoger el destino, alojamiento y transporte. Se estima que casi el 80% de viajeros elegiría un hotel sostenible y el 34% estaría dispuesto a pagar más por alojarse en ellos. Entonces ¿que se debería hacer para lograr un turismo más sostenible? Pues la respuesta es fácil, todo se centra en la planificación estratégica, ya que está permitirá garantizar desde el comienzo el éxito en el desarrollo, una gestión eficiente y un manejo más sostenible de la actividad turística.
Desarrollo.
El sector turístico se ha convertido en uno de los más importantes del mundo, por el hecho de tener una gran cantidad de personas que trabajan en él, así como por el número de turistas que se incrementa cada año. Es una industria que, si bien hace unos siglos era algo inocente y completamente minoritario, hoy surge como una potente amenaza. El principal motivo por el cual el turismo ya no es el mismo es porque se ha masificado. Hace años, los únicos que podían darse el lujo de viajar eran las personas de la alta sociedad, pero hoy en día los viajes son mucho más accesibles de tal forma que cualquier persona, con un sueldo básico, puede permitirse realizar al menos un viaje a lo largo del año.
Pero este boom turístico implica una serie de riesgos sobre la sociedad y el medio ambiente que no se pueden obviar, por ello se busca ampliar la diversificación de la oferta turística protegiendo y mejorando los destino en todos los aspectos posibles. En otras palabras, lo que se busca actualmente es que se desarrolle un turismo sostenible, pero ¿Qué es el turismo sostenible?, bueno la definición más aceptada es la que proviene de la Carta de Lanzarote que explica que la actividad turística ha de ser ecológicamente soportable a largo plazo, económicamente viable y equitativa, desde una perspectiva ética y social, para las comunidades locales. En tal sentido, el turismo sostenible es un proceso que responde a las necesidades de los turistas y de las comunidades en donde se realiza esta actividad, protegiendo y mejorando las necesidades a futuro de todas las personas que habitan y visitan los destinos.
Para lograr el tan ansiado desarrollo turístico sostenible es fundamental que las empresas y destinos cuenten con un plan estratégico como una herramienta de gestión, ya que dicho plan garantizará, por una parte, la correcta integración del turismo en la economía, la sociedad, la cultura y el medio ambiente; y, por otro lado, la adecuada satisfacción de la demanda turística. A diferencia de la planificación tradicional que solo se enfoca en la resolución de un determinado problema, la planificación estratégica sirve como una herramienta al servicio de la organización del destino turístico, enfocada hacia el aprovechamiento de las fortalezas internas y oportunidades externas del entorno.
Así mismo esta planificación se ha revelado muy apropiada para el turismo, ya que, a partir de su aplicación es posible identificar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas (análisis FODA), potenciando o aprovechando determinadas condiciones tanto internas como externas, así como minimizando las circunstancias adversas o problemas que se puedan presenten, considerando que este sector se encuentra influenciado por los constantes cambios que se producen en el entorno cercano, y también en los contextos nacionales, regionales y locales.
Por lo tanto, se puede afirmar que la planificación estratégica es una pieza clave para que el sector turístico desarrolle la sostenibilidad, dado que permite orientar y definir aquellos distintos actores que inciden en el desarrollo del turismo, promoviendo sinergias que aumenten la eficiencia y efectividad de los esfuerzos. La planificación estratégica para el desarrollo sostenible se puede adaptar tanto a destinos como a empresas turísticas. Y consta de tres fases: el conocimiento previo del destino o producto turístico; el diagnóstico, análisis de la situación y evaluación de opciones estratégicas; y finalmente la implementación de la estrategia elegida y la evaluación del plan.
La ventaja de esta planificación es que puede incorporar o suprimir elementos según la fase del ciclo de vida y las características del destino o la empresa en cuestión, así como la perspectiva del planificador. En el caso del desarrollo de los destinos turísticos la planificación juega un papel fundamental, ya que permite detectar cuáles son los problemas más relevantes que afectan al destino, con la finalidad de minimizarlos. Además, ayuda a la optimización de la rentabilidad de los recursos (financieros, humanos, económicos, tecnológicos, naturales, etc.) y la maximización de la satisfacción del turista, volviéndolo así un destino turístico competitivo y sostenible.
Por otro lado, si se habla del caso de las empresas turísticas, el proceso de planificación permite que estas obtengan, tan eficientemente como sea posible, una ventaja competitiva sobre su competencia. Además, la planificación también ayuda a controlar y mantener los resultados positivos, permitiendo el continuado estudio de las acciones estratégico, para mejorar y corregir los fallos a su debido tiempo.
Conclusiones.
Gracias a todo lo anterior, se puede interpretar que la planificación estratégica si juega un papel importante en el desarrollo sostenible de un destino o empresa turística, dado que garantiza la congruencia entre las tendencias de desarrollo y las posibilidades reales de implementación, lo que permite diseñar estrategias y acciones específicas para cada situación y aumentar sus impactos positivos. Así mismo fomenta la participación de los diferentes actores relacionados con la actividad turística como son los organismos de gestión, el sector empresarial, la comunidad local, organizaciones no lucrativas, los turistas, entre otros.
Además, tal y como quedó reflejado anteriormente la sostenibilidad se ha convertido en un aspecto fundamental de la gestión turística, y tanto los gobiernos de cada destino como las empresas del sector deberían tenerlo en cuenta en su planificación. Ya que una gestión poco sostenible y un crecimiento rápido y no planificados, trae consigo muchas consecuencias negativas, sobre todo serios daños al medio ambiente.