La Realidad Sobre La Trata De NiÑos
Se conoce como trata de niños a una forma ilegal de comercialización de los infantes para ser usados y explotados. Se les rapta a través de engaños o violencia y son obligados a hacer toda clase de cosas en contra de su voluntad, también se le conoce como tráfico de menores.
Un niño que sea víctima de trata difícilmente podrá alcanzar un desarrollo saludable, y usando al máximo su potencial, para su vida adulta, puesto que éste delito viola los derechos fundamentales de los menores como seres humanos y supone implícitamente que los niños pueden ser tratados como objetos para su venta, generando una huella psicológica.
La trata de niños es una realidad que desgraciadamente está muy presente en muchos países del mundo, las diferentes facetas de éste delito son las siguientes, según el artículo 2 del Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía:
- Por venta de niños se entiende todo acto o transacción en virtud del cual un niño es transferido por una persona o grupo de personas a otra a cambio de remuneración o de cualquier otra retribución;
- Por prostitución infantil se entiende la utilización de un niño en actividades sexuales a cambio de remuneración o de cualquier otra retribución;
- Por pornografía infantil se entiende toda representación, por cualquier medio, de un niño dedicado a actividades sexuales explícitas, reales o simuladas, o toda representación de las partes genitales de un niño con fines primordialmente sexuales.
En muchos países, además de los actos antes reseñados y enumerados a través del comunicado emitido por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, también se practica la trata de menores para fines de esclavitud. Los niños en éstos casos son obligados a trabajar forzosamente por largas jornadas y en condiciones de vida precarias, lo que supone también otro acto que deviene en la privación de los derechos fundamentales del pequeño y que, probablemente, genere grandes cambios a nivel psicológico en la víctima.
Otros casos incluyen el uso de los menores para trabajos domésticos en propiedades privadas, matrimonios arreglados (en muchos países muchas niñas son obligadas a casarse antes de los 18 años), además, otro ejemplo que está cada vez más presente en el mundo es el tráfico de menores para fines de criminalidad. En los que se incluye a los niños en guerrillas u otro tipo de organizaciones de crimen organizado en los que se ven expuestos a situaciones traumáticas y al creciente culto a la violencia y las armas.
También es común que en éste ambiente los menores estén en contacto muy de cerca con redes de tráfico sexual. En general, todos los niños que se encuentran en áreas de conflicto a nivel mundial ya son más vulnerables a ser víctimas de redes de trata para todo tipo de fines, dada la falta de control que se vive en esos lugares y la facilidad en el acceso a drogas y armas.
Según datos aportados por UNICEF, al menos 1,2 millones menores en todo el mundo son víctimas de trata anualmente, mientras 2 millones de niños son víctimas de prostitución o pornografía infantil; también, en el mundo hay al menos 158 millones de pequeños que son víctimas de trabajo infantil en contra de su voluntad y, finalmente, al menos 40 millones de niños menores de 15 años sufren de muchas clases de abuso, negligencia, y necesitan con urgencia de atención médica y asistencia psicológica para recuperarse de tal huella.
Todos los niños y niñas sin distinción están expuestos a las redes de trata de infantes, en mayor o menor medida, por lo que es necesario informarse y tener consciencia de cuáles podrían ser situaciones que pongan en riesgo la vida de los pequeños. Afortunadamente, existen muchas organizaciones sin fines de lucro trabajando de la mano con gobiernos y organizaciones internacionales para combatir éste delito y brindar la mayor protección posible a los niños y niñas del mundo, desde la concientización entre otros mecanismos.
Los esfuerzos para poder abordar la problemática del tráfico de menores exige que diferentes organismos desde cada nación y en conjunto como fuerza internacional tengan enfoque y coordinación sobre el tema, abarcando la posibilidad de hallar justicia para las víctimas, compromiso para hacer valer los derechos humanos fundamentales de cada niño, entre otras exigencias clave para hacer la diferencia con respecto a éste asunto tan delicado que cala cada vez más en la sociedad.
