La Sexualidad Infantil: Instinto Natural O Protection
Las aberraciones por parte del instinto sexual ocurren debido a un obstáculo en el desarrollo y al infantilismo. El instinto sexual adulto se origina por la junción de impulsos de la vida infantil, las influencias de la vida tienen una gran importancia ya que son una relación cooperativa y la inclinación hacia las perversiones es una norma primitiva del instinto sexual humano. Partiendo de este, se desarrolla la conducta sexual normal como una consecuencia de ciertas transformaciones orgánicas e inhibiciones mentales que aparecen cuando la persona está en proceso de maduración y las perversiones son disociaciones del desarrollo de la persona.
El niño nace con impulsos sexuales y en la alimentación siente una satisfacción sexual por medio de la succión. Después de esto, empieza el período de latencia, en el que se produce una reserva de energía con propósitos diferentes a los sexuales y empieza a formar sentimientos sociales y, por medio de la represión, el niño empieza a formar diques sexuales.
La excitación sexual del niño proviene del gozo por la excitación apropiada de zonas erógenas, por las cuales la excitación existe debido a ciertos mecanismos orgánicos. Sin embargo, estas excitaciones no actúan en conjunto, sino que se restringen a la obtención de un determinado placer. Es decir que, en la niñez el instinto sexual no es unificado y, en un principio, no tiene objeto, por lo tanto, es autoerótico.
Aun en la infancia se empieza a percibir la zona erógena genital, la cual produce un placer ante una estimulación y juntamente a la satisfacción de otras partes produce una excitación sexual relacionada con la zona genital.
Se puede observar que la vida sexual infantil presenta una organización de componentes instintivos sexuales. Primero se encuentra el erotismo oral. En segundo lugar, se encuentra el erotismo anal, y solo en la tercera fase se determina la vida sexual por las zonas genitales.
La limitación del desarrollo por la latencia se relaciona con el avance del hombre hacia la civilización, sin embargo, se relaciona también con una predisposición a las neurosis. Las expresiones sexuales se revelan como la masturbación y la seducción puede hacer surgir suspensiones de la latencia, e incluso su total suspensión, por lo que se produciría la conservación de un instinto sexual perverso.
transformaciones motivadas por la infancia en la aparición de la pubertad se dan por medio de la subordinación de la excitación sexual bajo las zonas genitales y el hallazgo del objeto. Asimismo, el hallazgo del objeto se da por la tendencia infantil del sujeto, que se renueva en la pubertad hacia los padres y es puesta al incesto.
La constitución y herencia hacen referencia a una diversidad natural de la constitución sexual, en la cual predomina uno u otro origen de excitación sexual y la diversidad de prácticas se exterioriza en el último resultado, aunque éste consiga mantenerse dentro de los límites de lo normal.
Respecto a la elaboración ulterior se puede observar que cuando los componentes se guardan en la interrelación anormal y se mantienen en la maduración de la persona, el efecto es una vida sexual perversa. La represión hace referencia a un resultado que aparece cuando se experimenta el proceso de represión, por lo que se ocasiona un impedimento psíquico que les imposibilita llegar a su fin y se manifiestan síntomas, como una vida sexual cerca de lo normal pero que se consuma en una enfermedad psiconeurótica. Por último, la sublimación es un uso de excitaciones de energía excesiva que surgen de la sexualidad y así surge un aumento de la capacidad de rendimiento psíquico.
Los sucesos accidentales necesitan apoyarse en los factores constitucionales para comenzar a actuar. Es necesario atribuirse a estos un punto primordial en los factores accidentales. Los elementos dañinos para el desarrollo sexual manifiestan su acción en una regresión.
La madurez precoz se manifiesta en una interrupción del período de latencia infantil y causa perturbaciones, por lo que se ven expresiones sexuales de perversiones. Los factores temporales son la variación de la disposición temporal en los componentes del instinto sexual, y esto, se reflejará en una modificación del resultado.
Las manifestaciones sexuales precoces son de gran importancia, ya que existe un factor psíquico conocido como adherencia, la cual consiste en la fijación prolongada de las impresiones sexuales tempranas en los neuróticos o perversos y esto depende del grado de desarrollo intelectual. En la Fijación, los factores psíquicos influyen en las excitaciones accidentales que ocurran en la sexualidad infantil. Estas se pueden fijar en una perturbación duradera. Ya en la causación, actúan la constitución, madurez temprana, intensidad de adherencia y excitación del instinto sexual por las influencias exteriores.
