La Terapia De Juego Por Virginia M. Axline
Para entender la terapia desarrollada por Axline, es de primordial importancia visualizar la cuestión en específico que esta atiende. Como lo expresa en su libro ‘’Terapia de juego’’
Su principal objetivo es generar que el niño se conozca a sí mismo, con la interacción que este logra con las ‘’herramientas’’ que es capaz de brindarle el terapeuta, buscando que el paciente logre la proyección expresada en el juego, averiguando el cómo es él y como es que los demás son, en pocas palabras busca la consciencia interna y externa del niño.
De la misma forma, si lo que buscamos es entender correctamente la terapia de juego, es necesario contemplar la estructura de la personalidad que propone Axline, en donde correlaciona la personalidad con un deseo interno del sujeto que tiende a la auto realización, de igual forma entiende la complejidad de la personalidad como una constante de cambio y organización, en donde las constantes entre personalidad y comportamiento varían su expresión gracias a esta relatividad y dinámica interna.
Axline, entiende esta constante deconstrucción como una oportunidad, en donde el sujeto encuentra la capacidad de direccionar su propia vida, en donde hasta el individuo que parecería tener todo en contra, es capaz de generar una consciencia de autoridad interna, creando de esta forma un curso de acción con mayor precisión, esto siendo una visión positiva de tal volubilidad.
Para cerrar esta estructura de personalidad, Axline, establece que es una respuesta del crecimiento del sujeto, que crece en experiencia, en su aceptación de sí mismo y del mundo, ‘asimilando todos los ingredientes que se integran en una configuración que es solamente suya. A esto se le llama su personalidad’.
Adentrándonos a temáticas con fines terapéuticos, la autora establece una práctica, llamada terapia no-directiva, la cual está basada sobre la suposición en que el individuo está plagado por una habilidad tanto de resolución de problemas propios como de un impulso de crecimiento, la cual da pie a la transición de la conducta inmadura a la conducta madura.
Dentro lo que respecta al trabajo terapéutico llevado en sesiones, el paciente con la interacción constate con el juego comenzara a hondar en sí mismo, logrando una introspección gracias por la permisividad del medio, permitiéndole expresar todo lo que el individuo desee ser, sin perjuicio, sin obstrucciones, sin órdenes, sin frustración y agresiones de otra persona, el niño toma las riendas de lo que está haciendo, demostrándose a sí mismo que es capaz de ser él, capaz de expresar su verdadero yo.
En esta labor el cliente deberá de ser capaz de deconstruirse y moldearse de la forma en la que le sea mejor para sí mismo, mostrando la cara que más le favorece, conociéndose un poco con el acto del juego
La expresión natural del juego le permite al niño relajarse a un nivel emocional, desvinculando todas esas fuerzas negativas que lo obstaculizan y proveyéndole una conciencia de su poder interno, que tiene para ser un individuo con derechos propios, de poder pensar por sí mismo y tomar sus propias decisiones.
El papel del cuarto de juego es muy importante, ya que este se tratará de un ambiente que propicie el crecimiento, un catalizador del mismo, estableciendo la postura de que el niño es el importante para este medio y que lo que piense y haga es permitido, este ambiente creara o se buscara que cree en el niño una intención de libre expresión.
En lo que respecta al papel del terapeuta en esta terapia de juego, deberá demostrar que él es un adulto el cual no obstaculiza al niño que aunque se trata de una figura de autoridad, en sí mismo, en ese momento no es más que el espejo en donde el infante podrá verse reflejado, donde podrá rebotar sus ideas y construir nuevas percepciones, el terapeuta necesita ser sensible a lo que el niño intenta expresar (verbal o no verbal) y retro alimentar lo mejor que pueda la expresión del infante, claro está sin ninguna clase de intención que no sea enfatizar su crecimiento.
A modo de conclusión, me gustaría expresar lo trascendental de lograr una infancia sana, ya que esta toma un papel de primordial importancia a lo largo de la vida, convirtiéndose en una característica de pleno desarrollo del individuo y su mismo ambiente, llevar a cabo esto, determina fuertemente lo fructífera y satisfactoria de la vida misma.