La Violencia Hacia La Mujer En Mexico
Referente a este tema, se han desarrollado varias investigaciones con relación al género y seguridad urbana alrededor del mundo, desde la perspectiva social Massolo, (2005) desarrolló un trabajo en El Salvador, en el que identificó que los espacios públicos de las ciudades están marcados por las desigualdades entre los géneros, representando así un riesgo para las mujeres, teniendo como consecuencia distintos tipos de violencia que se pueden encontrar dentro del contexto urbano y cómo la inseguridad afecta directamente respecto a la violencia hacia las mujeres. En su investigación encontró una clasificación de violencia (por motivo, tipo, y actores: victimario o víctima), la autora utilizó una metodología cuantitativa basada en experiencias acumuladas del Foro Europeo para la Seguridad Urbana que abarca a más de 200 ciudades con experiencias de acuerdo a violencia de género, Massolo deja pendiente la forma de re-significar el urbanismo establecido e integrar la participación activa de las mujeres dentro de la ciudad.
En México Fuentes Romero, (2005) estudió distintas acciones que existen para controlar la violencia. Y explica los tipos de violencia que existen, Fuentes Romero dice que la violencia es una clara expresión de inseguridad ciudadana. El autor pone énfasis en que la inseguridad pública se genera en un contexto de inestabilidad económica, poca educación, malos servicios de salud, creciente inestabilidad política, nula credibilidad en los gobiernos futuros, desigualdad y desempleo, todo lo cual ocasiona una serie de necesidades y oportunidades para cometer algún agravio social, desde robos domiciliarios, de autos o comercios, hasta asaltos personales, homicidios, secuestros y narcotráfico.
Esta investigación fue apoyada en una metodología cuantitativa en la recolección de información con base en investigaciones personales, estadísticas vitales y análisis de datos gubernamentales.
Fuentes Romero, (2005) encontró que la solución para combatir el delito y la violencia en los centros urbanos debe ser a través de una real participación por parte de los miembros de la sociedad para la elaboración de los planes y programas de seguridad, así como determinar prioridades de acción de manera conjunta con el gobierno. Deja muchas interrogantes para futuras investigaciones como lo es ¿Qué repercusiones puede tener la defensa de la seguridad privada en que la gente se esté tomando la justicia en sus propias manos?
Por otro lado, Alessandro Baratta, (2005) encuentra que la mejor solución para combatir el delito y la violencia consiste en una combinación de todas las posibles alternativas. Alessandro Baratta propone un modelo que integra ambas perspectivas y considera importantes las siguientes condiciones: la aplicación de la legalidad contra la impunidad de los funcionarios y de los particulares, la participación de los ciudadanos en los planes y programas de seguridad, la prioridad de las estrategias sociales orientadas a mejorar el nivel de vida de los ciudadanos, la colaboración de los ciudadanos y la policía, la definición y aplicación de los planes de seguridad ciudadana de manera conjunta entre sociedad civil y gobierno.(Baratta, 2005).
Para Baratta no son las políticas de prevención ni las políticas de control, por sí solas, las mejores opciones. Una alternativa que se ha venido ensayando en varios países es la organización ciudadana para combatir la delincuencia, que busca una participación informada por parte de los miembros de la sociedad para la elaboración de los planes y programas de seguridad, así como para determinar las prioridades de acción.
Zúñiga Elizalde en México, (2012) analizó cómo se manifiesta la violencia contra las mujeres en los espacios públicos, la denominada por la ley “violencia comunitaria”, en cuatro estados de la zona noroeste de México (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora). Considera que en todos los espacios analizados las mujeres viven violencia o se encuentran ante el riesgo de experimentarla, situación que a su parecer se ha visto agravada por el clima de inseguridad que prevalece en la región desde hace algunos años, marcado por la guerra de y contra el narcotráfico. Además, que la infraestructura y el equipamiento urbano son el principal factor que influye para el uso de los espacios públicos por parte de las mujeres. El abandono y posible falta de mantenimiento de parques, jardines y plazas imposibilitan su habitabilidad y disfrute.
La investigación se basó en una metodología cuali-cuantitativa. En la cualitativa se estudió a los sujetos que viven la violencia, en este caso las mujeres. Para el cual utilizaron dos herramientas: el grupo de discusión o focal y la entrevista (individual y grupal). Para lograr una aproximación con mayor profundidad en la subjetividad de las mujeres que viven violencia, se seleccionaron además tres poblaciones para analizarlas como estudios en caso. La autora encontró que la mayoría de las mujeres de la zona se sienten y se perciben como ajenas dentro del espacio público. Siendo visibles como cuerpos de deseo o ultraje e invisibles como sujetos de derechos, que buscan apropiarse del espacio público como lugar para el ejercicio de su libertad como ciudadanas.
Así como para Baratta (2005), Fuentes Romero (2005), Zuñiga E. (2012) y Massolo (2005) consideran importante combatir los delitos de violencia desde distintas perspectivas, en las cuales se relacionan ya que basen en la participación ciudadana para que con estas puedan ayudar a generar diagnósticos y propuestas para mejorar el entorno urbano y a su vez disminuir los índices de violencia dentro de las ciudades y con esto garantizar una vida segura para las mujeres, niñas y niños. Fuentes Romero y Massolo coinciden en incluir a las mujeres en el diseño de las ciudades.
En México, Torres Falcón, (2005) identificó las condiciones de vida de las mujeres en el país respecto a las legislaciones políticas, así como también hace un análisis sobre las diferencias y desigualdades asociadas con el género en el ámbito cultural, social, económico, familiar. La autora encontró que la discriminación de género se verifica en todos los aspectos de la vida cotidiana, a veces de una manera directa y contundente, y muchas otras sutil y casi invisible. Torres Falcón considera que marco legal para erradicar la discriminación reproduce algunos de estos elementos al subrayar la función reproductora de las mujeres y afianzar ese papel tradicional tan marcado en los roles de género.
Con una metodología cuantitativa, analizó las políticas de gobierno y la legislación respecto a los derechos de las mujeres, donde concluye que la mayor parte de las leyes garantizan a las mujeres una vida sin violencia en el ámbito privado, lo cual quiere decir que en el ámbito público las mujeres se encuentran vulnerables quedando expuestas a diferentes formas de violencia, en la que se encuentra en principal variante el hostigamiento sexual el cual es una expresión clara de la violencia de género esta sucede diferentes lugares de ámbito público (la calle, el transporte público, diferentes equipamientos de salud, educación, y mayormente es ejercido tanto por quienes están en una posición jerárquica superior). La autora no deja preguntas a futuro o nichos a investigar.
Cervantes, (2008) realizó un análisis sobre la situación de las mujeres en el Estado de Colima, para constituir una base de información para el establecimiento de un sistema de indicadores de género sobre la situación de la mujer en el Estado, que permita, a su vez, identificar una plataforma de acción para la incorporación de la perspectiva de género en el diseño y ejecución de los planes y programas de la Administración Pública Estatal.
La autora encontró una participación desequilibrada entre mujeres y hombres en la reelaboración del mundo social, que repercute en una disminuida legitimidad democrática, tanto de las dinámicas en la esfera privada como en la pública. En el diagnóstico respecto a la violencia comunitaria (empujones, golpes patadas, intento de asesinato, agresiones con algún tipo de objeto y disparos), que viven las mujeres en el Estado la autora Colima ocupa el tercer lugar en el grupo con 38.7% aunque no rebasa la media nacional de 39.7% y el hecho principal es por intimidación.
Cabe mencionar que, pese a ello el estado de Colima es reconocido como uno de los estados de la república con mejor calidad de vida en el país (Gobierno de estado de Colima, 2007), sin embargo, hay estados que cuya incidencia de violencia comunitaria es inferior que la reportada para Colima. Estos datos se analizaron con una metodología cuantitativa, basada en diversas fuentes de información estadística y sociodemográfica para analizar la condición femenina y masculina , y en conclusión la autora considera que cada comunidad de este país debe visualizar los cambios sociales con perspectiva de género.
Román Pérez, Cubillas Rodríguez, Abril Valdez, (2012) en Sonora, México, realizaron un diagnóstico sobre la situación actual respecto a la violencia de género que viven las mujeres en el estado de Sonora. Román Pérez, Cubillas Rodríguez, Abril Valdez, encontraron que aunque se han aprobado distintas leyes en el estado de Sonora por ejemplo: la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia que a la par salió la creación del Sistema Estatal de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres. También, se aprobó la Ley para el Fomento de la Igualdad entre Mujeres y Hombres en el Estado de Sonora y se han realizado acciones pertinentes para promover la cultura de la denuncia y a mejorar la calidad de la atención que reciben estos casos.
Las autoras dicen que estas no han sido suficientes para erradicar la violencia de género, ellas consideran importante transformar la cultura y formas de pensar de las personas, y al mismo tiempo hacer visibles las formas de opresión, discriminación y violencia que viven las mujeres en los distintos ámbitos que desarrollan. Además, también encontraron que la violencia más reportada en las mujeres es la comunitaria (violación, el abuso sexual, la violencia callejera a través de insultos o frases alusivas a la sexualidad de la mujer y la intimidación) También en ella se incluye la trata de personas, la prostitución forzada, el acoso y el hostigamiento sexual. “Los espacios son diversos como centros de recreación, medios de transporte, vía pública o cualquier otro” (Endireh, 2006).
Las autoras utilizaron una metodología cuantitativa que se basó en el análisis respecto a la Encuesta Nacional de la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2016. Esta encuesta ofrece información referente a las experiencias de violencia de tipo físico, económico, sexual, emocional y patrimonial, que han enfrentado las mujeres de 15 años y más en los distintos ámbitos de su vida (de pareja, familiar, escolar, laboral y comunitario). Además, consideran importante ampliar la las áreas de análisis de la ENDIREH respecto a la violencia de las mujeres, ya que consideran que pudieran existir distintos escenarios donde se genere la violencia de género. Las autoras creen que si se genera conocimiento sobre este fenómeno es posible impulsar la política de transversalidad de la perspectiva de género y a su vez promover acciones para prevenir, atender y erradicar la violencia hacia ellas.
Por su lado, la Fundación Mujeres y la Asociación Movimiento de Mujeres Mélida Anaya Montes (Las Mélidas) de El Salvador (2017) reconocieron la desigualdad y la discriminación que sufren las mujeres en El Salvador, por lo cual elaboraron un mapa de riesgos, ya que consideraron que es una herramienta cercana a la realidad de las mujeres, que en su caso podría contribuir a las estrategias estatales de seguridad, desde una perspectiva de género feminista. Utilizaron una metodología cualitativa desde un proceso participativo de las mujeres, con el objetivo de sensibilizar e identificar las situaciones de riesgo, peligro y los hechos de violencia a los que se enfrentan en su comunidad. Que éste además de tener un diagnóstico, contiene las recomendaciones y líneas de acción para responder a las principales manifestaciones de la violencia contra las mujeres en la zona de estudio.
Se generaron varias fases para llegar a los resultados, como ya se mencionó la base de esta investigación fue la corta relación con las mujeres de la zona, involucrando a la comunidad y haciendo reflexión en cada uno de los casos que se identificaron, para con esto proyectar la información en forma de mapas. En los mapas, se señalaron los peligros, los lugares de riesgo, las zonas de seguridad, la ubicación de los edificios, carreteras y calles, y zonas de campo, principalmente.
Encontraron que en muchas situaciones la violencia está tan generalizada que las mismas mujeres visibilizan que la están viviendo, o incluso llegan a justificarla, las propias mujeres cercanas a grupos pandilleriles no se ven con el derecho de recibir ayuda, ni de pedirla, es decir, se autojustifican. Encontrando así que el principal motivo de esto es el desconocimiento de denuncias seguida de la desmotivación existente a hacer uso de ese derecho, por la incapacidad en la mayoría de veces, de las dependencias en la forma en que atienden a las mujeres que enfrentan violencia de género. Dejando pendiente así la manera en que se pueda tener la certeza de que todas las mujeres y niñas tengan a la mano el conocimiento de sus derechos como ciudadanos.
Concluyendo con las investigaciones de Torres Falcón, Cervantes, la Fundación Mujeres y la Asociación Movimiento de Mujeres Mélida Anaya Montes coinciden en que las mujeres están viviendo una situación de violencia significativa dentro de las ciudades, marcada por las desigualdades de género que existen. Analizando la situación de la mujer consideran reflexionar sobre las legislaciones políticas que amparen el derecho de las mujeres dentro de las ciudades.
