El Poder en la Obra Teatral "Las Brujas De Salem"
La obra teatral Las Brujas de Salem fue escrita por Arthur Miller quien un autor americano que escribió obras de teatro, ensayos e historias y ha publicado obras que datan del 1936 hasta 2004. Dicho esto, la obra tiene una gran influencia en su vida por eventos que le sucedió a él. A través de los actos, se puede encontrar el uso de temas en diferentes formas.
En el 31 de mayo del 1957, Miller tuvo una experiencia similar que se puede relacionar con algunos de los eventos que ocurren en la obra. Ese día, fue acusado de ser un comunista por simples rumores que las personas tenían contra él sobre su vida y las acciones que tomaba, su pasaporte fue denegado y también estaba muy cerca de ser condenado a la cárcel. Luego, el juicio supremo finalmente vio que Miller era un hombre inocente que no tenía nada que ver con el comunismo.
Miller escribió esta obra como una analogía de su vida y los eventos que sucedieron alrededor de él y la violencia innecesaria que estaba pasando en el pueblo de Salem. Los falsos rumores que viajaban en el pueblo por el miedo de las personas, el uso del poder contra personas que no hicieron nada y la reputación que las gentes deben tener para sentirse poderoso o respetado.
Esto quiere decir que el autor diferentes temas para representar cuánto de su vida él y eventos que pasaron alrededor de él pueden relacionarse con una obra ficcional que él escribió. Por lo tanto, los temas más vistos e importantes que se usan esta obra para poder relacionarse es el uso del poder contra personas inocentes, la reputación que temen algunos perder y la falta de justicia.
Unos de los temas más presentes en la obra es el poder, esto se puede ver en todos los actos. El deseo de adquirir y preservar poder por los rumores que había brujas entre la gente del pueblo, esto causa cambios dramáticos en los que los personajes tienen el mayor control sobre el curso de los eventos ocurridos. El personaje que tiene más control y el poder es Abigail.
Mucho antes de que Abigail se vuelve el principal testigo del funcionamiento interno de una imagen satánico, ella era una huérfana que trabajaba para por Proctor, después que la votaran, ella fue a vivir con su tío, Parris. A ella se le ofrece el chance de destruir por completo la vida de las personas con una sola acusación porque ella es vista como una víctima y un salvador de la brujería. ¡Quiero confesar!… Yo bailé para el Diablo; yo lo vi; yo escribí en su libro; yo vuelvo a Jesús; yo beso su mano.
¡Yo vi a Sarah Good con el Diablo! ¡Yo vi a la señora Osborn con el Diablo! ¡Yo vi a Bridget Bishop con el Diablo! Esta fue el primer paso de ella para poder alcanzar su objetivo en adquirir poder contra sus enemigos. La primera persona que ella acusa es a Tituba porque ella es la única persona debajo de ella en la escalera del poder. Si a Tituba se le permitiera explicar lo que realmente sucedió, la tragedia resultante podría haberse evitado.
Lamentablemente nadie escuchará a Tituba hasta que acepte confirmar la versión de los eventos que las personas en posiciones tradicionales de autoridad ya han decidido que es cierta. En el acto tres, se puede ver que el poder de Abigail ha incrementado en el tribunal que está en exhibición. Ella tiene la oportunidad de amenazar abiertamente a Danforth de las acusaciones de fraude de Mary y John contra ella. Aunque Danforth es la figura oficial más poderosa en la corte, Abigail lo manipula fácilmente con su actuación como víctima de brujería. Él ya aceptó su testimonio como evidencia, por lo que está feliz por cualquier excusa para creerla por John y Mary.
La reputación es otro tema principal asociado en esta obra dramática. El principal temor que tienen los habitantes de Salem es perder su reputación, ya que los rumores circulan muy rápidamente en esa ciudad. El reverendo Parris es uno de los primeros personajes que está interesado en ganar reputación. Cuando Parris le exige a Abigail, Abigail, he luchado aquí durante tres largos años para que esta gente testaruda se me someta y ahora, … Tú comprometes nada menos que mi reputación. Te he dado un hogar, criatura, te he cubierto de ropas…; dame ahora una honrada respuesta.
En el pueblo…, ¿tu nombre es completamente inmaculado?, el lector puede ver cómo está más preocupado por perder su nombre y posición que por el bienestar de su hija. Otro personaje que lucha por su reputación es John Proctor. Cuando llevaron a la esposa de John a Salem debido a la acusación de Abigail, él duda en asistir a la corte a exponer la verdad, ya que su relación con Abigail debe ser dicha.
El sistema de la justicia es utilizado por el autor como una herramienta para transmitir que, en los tiempos de desesperación, las personas toman decisiones muy irracionables y no consideran las consecuencias de sus acciones. Cuando el vicegobernador, Danforth, cree que está haciendo decisiones correctas llevando a Brujas ante la justicia y colgándolas, mientras en la realidad él está asesinando a personas inocentes de pueblo que no tuvieron nada que ver con brujería.
Por esta razón, la persona que deberían llevar a la justicia es a Danforth por sus razones ilógicas. Aquellos que son acusados de brujería son automáticamente culpables y su única opción es de ser ahorcados y deben admitir las acciones y seguimientos que nunca tuvieron. John Proctor es ahorcado por brujería porque se niega a admitirlo. Mary Warren lo acusa de intentar que ella firme el libro de los demonios porque Abigail la amenazo y no le dio ninguna otra opción. Abigail toma control sobre la corrupción del sistema de justicia e inculpa a las personas que no le apetecen.
Conclusión
En concreto, Arthur Miller tiene sus maneras en implicar temas en específicos en su obra Las Brujas de Salem. Como dicho antes, Miller usa el sistema de justicia corrupto como una advertencia al gobierno, que, en tiempos desesperados, se toman decisiones irracionales y muchas personas inocentes son acusadas y asumidas como culpables por acciones que no cometieron. Esto muestra los resultados de una versión extrema de la paranoia gubernamental y del sistema judicial.
En lo cual la reputación es la forma en que otras personas te perciben y la integridad es la forma en que te percibes a ti mismo. En comunidades rígidas como Salem, una mala reputación puede resultar en un castigo social o incluso físico. Por último, el poder es usado por muchos personajes que tienen un deseo feroz de poder, aunque no todos buscan poder en el sentido tradicional. En oposición a esto, hay aquellos que favorecen la integridad al admitir errores y negarse a mentir solo para salvar sus propias vidas para ayudar a desafiar la histeria de los eventos sucedidos. Dispuestos a morir por lo que creen, pusieron fin al miedo infundado que alimenta la histeria.