Las Chicas Del Radio, Su Historia

Esta historia, está terrible historia,sucedió en plena primera guerra mundial donde unos empresarios sin escrúpulos, contrataron a muchas mujeres jóvenes para trabajar en una fábrica de relojes, de una pequeña localidad de Orange en Nueva Jersey.

Eran tiempos difíciles y aquella fábrica ofrecía el triple que cualquier otro trabajo.

Las muchachas tenían que pintar los números de la esfera del reloj, con una pintura fluorescente para que los números brillaran en la oscuridad, hasta aquí todo bien, lo malo es que esa pintura contenía radio, descubierto por Marie Curie 20 años antes y cuya manipulación y exposición a el, le produjo la muerte.

En el proceso de aprendizaje, a las muchachas se les decía como manipular el producto para que el trabajo fuera perfecto. Debían de perfilar el pincel con los labios,en lugar de meterlo en un vaso de agua, ya que así quedaría más fino y la previsión sería mejor. Y así, cada vez que mojaban el pincel, una parte de radio les iba directamente a sus cuerpo irremediablemente.

Si preguntaban que si eso no sería malo de inmediato se las decía que no, que un poco de radio, incluso era beneficioso para la salud. La gente de la época bebía agua con radio para enriquecerla, se podían obtener productos con radio como mantequilla o cosméticos, que incluían ese nuevo elemento.

Ya se sabía sobradamente que radio era dañino, que habían muerto personas y que para manipularlo había que hacerlo con un traje especial.

Todas aquellas muchachas iniciaron así su camino hacia una muerte segura por culpa del engaño y la manipulación, cada día al terminar sus turnos, ellas brillaban en la oscuridad, así se las empezó a llamar ‘ Las chicas fantasmas’ o las chicas verdes.Ellas por desconocimiento, le sacaban toda ventaja llevando sus mejores galas a la fábrica para que brillaran en la noche en los salones de baile. Incluso se pintaban los dientes de radio para lucirlos más bonitos y brillantes, hasta que…

En 1922 Mollie Maggia tuvo que abandonar su puesto de trabajo al no encontrarse bien..se sentía enferma y no sabía que la pasaba. Empezó a dolerle un diente y el dentista de lo extrajo, luego le tocó el turno al siguiente y al otro..En el lugar donde habían estado los dientes, empezaron a salir unas úlceras muy dolorosas que supuraban constantemente..la enfermedad se extendió a las extremidades y seguía avanzando.

En Mayo de 1922, ya estaba desesperada, había perdido la mayor parte de sus dientes, aquella extraña y misteriosa infección se extendía sin que nada pudiera evitarlo..Todo lo que abarca la boca y hasta algunos de los huesos del oído, estaba a merced de una inmensa infección que no acaba aquí..

Cuando el dentista empujó su mandíbula hacia adentro, está se le rompió en sus dedos y la extrajo sin ninguna operación..la sacó con sus propios dedos ante su asombro y horror..y solo a los tres días hizo lo mismo con la inferior.

Mollie se estaba cayendo a pedazos y otras de sus compañeras empezaban a padecer los mismos síntomas.

En menos de un año., Aquella enfermedad ya se había extendido hacia su garganta y avanzó hacia la vena yugular. A las 5 de la tarde de Septiembre de 1922 Mollie moría de una hemorragia tan abundante en la boca que fue imposible de parar. Solo tenía 24 años y sus médicos estaban desconcertados. En su certificado de defunción consta que falleció de una enfermedad de trasmisión sexual: sífilis.

Una de las compañeras de Mollie, Grace Fryer, hija de un activista sindicalista, ya gravemente afectada por el radio, lideró una dura lucha contra la empresa pidiendo responsabilidades. Cosa muy difícil ante los gigantes empresarios que todo lo negaban..y rechazaban cualquier responsabilidad sobre lo que estaba ocurriendo a las chicas. Llegaron a afirmar que todo ello están producido por la misma enfermedad por la que murió la primera víctima.

Después de dos años de María tiras y afloja, la empresa sufrió una crisis debido a los rumores y al fin accedió a que un experto investigará la relación del radio con la profesión de pinturas de esferas que allí se ejercía..corría el año 1924.

Efectivamente, el experto confirmo la plena relación del radio y las enfermedades que estás mujeres estaban padeciendo. Cuando esté llevo el informe al presidente, este entro en cólera y se negó en rotundo a aceptar nefastos los resultados.

Pago para que le hicieran un falso informe publicando una falsa conclusión,mintiendo también al departamento de trabajo.

Este departamento ya había empezado a investigar sobre el auténtico informe. El señor David, que así se llamaba el día empresario, aseguró que las mujeres estaban intentado encasquetarle la enfermedad para aprovecharse de el y pedir una indemnización para poder costearse sus tratamientos.

Para ellas con esa actitud, y un informe totalmente silenciado, les era imposible probar la relación de sus padecimientos con el radio.

Pero todo cambió con el fallecimiento del primer hombre empleado de esa empresa. El sobresaliente doctor Harrison Martland fue por fin capaz de probar de una vez por todas, que efectivamente, el radio había sido el causante del envenenamiento de las empleadas.

No sólo demostró la causa del envenenamiento., También explicó los estragos que hacía en el cuerpo. El radio ingerido aunque fuera en pequeñas cantidades, era mil veces más agresivo y devastador que la mera exposición al mismo.

Ahora estaba alojado en el interior de las chicas emitiendo radiación constante, taladrando los huesos de las mujeres mientras estaban vivas..desaparecían las mandíbulas, de acortaban las piernas, sus huesos se rompían espontáneamente..Era el camino de una muerte sin ningún remedio…

Los huesos brillaban por el radio que contenían. Si la chica se ponía frente a un espejo en la oscuridad y brillaba, ya sabía que estaba condenada a muerte.

Grace Fryer lideró esa lucha por la justicia decorados, contando con sus compañeras ya como un acto altruista pues, sus vidas estaban ya perdidas. En todos los Estados Unido había pinturas de esferas trabajando, por ella y por qué les sirviera de ejemplo. No en vano el envenenamiento por este elemento radioactivo no siquiera estaba catalogado como enfermedad ya hasta que ellas enfermaron, no existía como tal.

Luego estaban las leyes que establecían ciertas condiciones, como que por envenenamiento debían emprenderé acciones legales al menos dos años , y ellas empezaron 5 después de haber empezado a trabajar. Pero eso no impidió que Grace estuviera decidida a emprender una dura batalla legal, para que declararan a esa empresa culpable.

Ella sabía que no iba a ser fácil y que el tiempo jugaba en su contra, los abogados que visitaba le cerraban las puertas alegando que es muy difícil que David venza a Goliatt.

En 1927, Raymond Berry, un brillante y ambicioso abogado, aceptó el caso. A pesar de encontrarse con un famoso tribunal de ámbito internacional.

El tiempo se iba agotando, los doctores no daban más de cuatro meses de vida a las muchachas.La empresa lo sabía y hacia lo posible para retrasar los procedimientos legales.

La máquina estaba en marcha y ya era imparable. La prensa contribuyó a propagar la noticia que la gente leía horrorizada. Se hicieron denuncias de empresas similares y hubo bastantes disturbios. Y esas empresas eludieron también toda responsabilidad.

Grece murió en el intento a igual que sus compañeras.

Y fue Catherine Wolfe, una pintora de esferas de Otawa quien después de leer con horror lo que se publicaba en los periódicos tomo el relevo viéndose que tenía esos mismos síntomas.

En 1930, cuando USA estaba en La gran Depresión, Catherine y sus compañeras fueron rechazadas en su comunidad al haber demandado a una de las pocas empresas que seguía en pie.

En 1938, ya a punto de morir su caso llega al fin a los tribunales. Ignorando el consejo de los médicos, hizo su declaración desde su lecho de muerte acompañada de su abogado.Consiguió así justicia, no solo para ella , también para los trabajadores de todas partes.

El caso de las mujeres fantasmas marcó un antes y un después. Casi pioneras en demandar a una empresa por atentar contra la salud de sus empleados, también consiguieron que se creará una creación de leyes que al fin protegían al empleado de atrocidades como las que ellas habían vivido. Se creó un establecimiento de la administración de la seguridad y salud ocupacional. Que ahora vela por los intereses y la salud de los trabajadores.

Es evidente que estas mujeres dejaron un legado para la ciencia muy valioso. Pagaron un precio muy alto pero evitaron que estas cosas, se repitieran en el futuro.No las verás en los libros de historia, son mujeres olvidadas pero, siempre hay quien indagando, se acuerda o se topa con su historia y como yo ahora,decide reeditará con lo que ha leído y visto.

Hay que dar las gracias a Grace Fryer y Catherine Donohue, por que son dignas personas para elogiar ya que consiguieron los derechos del trabajador con su esfuerzo y sacrificio. De alguna manera,todos nos hemos beneficiado de ello y tenemos que hacer que brillen en la historia por su valor. Desgraciadamente, también brillan por otra cosa: El radio, ya que su vida media es de 1600 años por lo que, al estar insertado en sus huesos, seguirán brillando en sus tumbas mucho tiempo… 

17 August 2021
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