Las Conductas Sociales En La Obra De Teatro

El siguiente ensayo pretende hablar sobre conducta machista y sexista. Se tomará una breve obra de teatro, La señora en su balcón de Elena garro, con su protagonista, Clara, para hablar sobre estas conductas. Las actitudes sexistas se sostienen en creencias y estereotipos, sobre los distintos roles de género. El machismo es una forma de pensar o prepotencia hacia la mujer, donde el varón es jefe de familia, sosteniente del hogar y quien protege.

Clara es una mujer que comienza redactando desde su balcón, como vivió su vida en cuatro edades. Ella con tan solo 8 años empezó a estudiar, le impartía clases un profesor con apellido García. Empezaron viendo el tema: “la forma del mundo”, además de lo que creían en épocas anteriores sobre la tierra. Clarita se desvía un poco del tema, cuando le estuvo hablando acerca de ciudades que ya no existen, entre ellas menciono a Nínive. Lo cual ella empieza a tener fantasías que hacen ir en el futuro visitar esa ciudad. Pero el profesor García se limita de qué busque su propia identidad, le sugiere a la protagonista olvidar esa esperanza. Además el profesor García dijo “nadie puede irse por los siglos’’ (1959, p. 438) que lo que hace es desanimarla por su sueño.

Luis Manuel García Leal escribió “¿Quién dice que el sexo femenino es débil y que se quiebra ante retos? Cuando se tiene la fortaleza de espíritu, no importa la edad, el sexo ni los marcados prejuicios roles machistas que tratan de ahogar el aliento” (2005, p. 78). Se intenta dar a entender, todos somos libres de hacer lo que queramos. Si tenemos sueños, esperanzas u objetivos, nadie nos tiene que desanimar. Clarita se resiste a reconocer este hecho, y prefiere mejor seguir adelante con su sueño.

Clara de 20 años, se le cruza por su camino Andrés, tiene ilusiones de casarse con ella y llevar una vida formal. La protagonista le hace énfasis sobre irse a vivir a Nínive, pero él no toma en cuenta su sueño, Andrés presenta una actitud pesimista del sujeto latinoamericano ante la imposibilidad con recuperar a través de los recuerdos colectivos esa identidad suprimida en el transcurso historial. Sin embargo, Clara demuestra lo erróneo sobre su argumento. Es posible buscar la identidad a través de su memoria, y ella representa el éxito de este ejercicio. La memoria supone para Clara solo una vía para lograr ese objetivo, porque el presente histórico estaba lleno de obstáculos, en su caso masculinos, que le impedían percibir la esencia de su ser. Lo mismo ocurriría con la esencia latinoamericana, escondida tras siglos de opresión, pero presente en su memoria colectiva. Carlos Fonseca Hernández, con la colaboración de Diana Berenice Pérez Fernández nos dicen: “algunas mujeres han ejercido el derecho a no casarse, ni tener pareja, buscando por su propia cuenta su desarrollo profesional, la satisfacción de sus intereses personales o simplemente por circunstancias tales, como parejas inadecuadas, las traicionan los novios, falta que se comprometan los pretendientes o demasiado apego hacia la madre o el trabajo, incapacidad de tener hijos, falta de tiempo o interés para llevar una relación, carácter incomparable, proyectos de vida distintos, divorcios, etcétera” (2013, p.121).

En México existe hoy en día, gente que conserva la tradición de casarse cuando ya es una persona mayor de edad, pero algunas veces a la dama ya le viene asignado el marido con quien se comprometerá. La mujer no acepta, ya sea por inconformismo o porque no se siente apta para comprometerse con a cualquier hombre. Clara lo tenía muy claro, ya que Andrés anula su identidad, al concebirla únicamente como una realidad material sin esencia espiritual.

Clara con 40 años, tiene al último hombre que llego a su visa, julio que es su marido. Discuten acerca de viajes por los siglos, ella lo toma bien, como una actividad maravillosa, aunque ya no sea de la manera como soñaba cuando era joven, libre y aventurada. Pero su marido le responde, eso solo está en su imaginación y todos los días son como siempre, mismo camino, oficina y camino para atravesar la ciudad hasta llegar al trabajo. También le dice no estar de acuerdo en su modo de usar la memoria, puesto que para Andrés, Clara intenta hacer es usar su memoria para evadirse de este infierno. Hay una conducta de machismo y feminismo entre esta discusión, ya que para julio las mujeres no pueden soñar más allá de la grandeza del mundo, ya que son consideradas como locas fantasiosas, y Clara sostiene su postura, está en derecho de seguir viviendo su vida como aventurera. La escritora Gabriela Hierro menciona: “el ser para otro (que, por otra parte, constituye el segundo sexo de Simone de Beauvoir) se manifiesta en nuestra época en a través de tres categorías de la condición femenina: Interiorización, control y uso; rasgos que a mi juicio, determina su opresión dentro de la familia, la sociedad y el Estado” (1985, p.9). El feminismo propuesto en La Señora en su Balcón, es problemático si vemos en esta última cita de la obra, Clara no concibe la búsqueda de su identidad sin un hombre, “tú y yo seremos un mismo río; llegaremos juntos hasta Nínive” (1959, p.439). Después Clara se abandonó a julio y siguió su rumbo, quedando sola mirando por el balcón en donde está redactando su historia, preguntándose sobre su viaje a Nínive y todo lo que tuvo que sobrepasar para lograrlo. Pero todavía siente que le falta algo, que necesita ir a buscarlo por los siglos, aunque allá dejado todo lo que abolía su identidad. Por otra parte ella ahora considera en quitarse la vida como alternativa para alcanzar todo aquello que tanto quiso “hace falta huir de mi misma. Eso debería haber hecho desde que existía. Me hubiera evitado lágrimas. Eran tan inútiles las otras fugas. Solo era una necesaria’’ (1959, p.444), después se quita la vida, lanzándose desde su balcón.

Los coordinadores Arcelia de la Torre, Rosita Ojeda y Carlos Maya, nos redactan: “a partir de elementos expuestos, resulta pertinente insistir en determinación histórico-cultural de las relaciones de género. Dentro de este proceso, la opresión resulta imprescindible para romper invisibilidad y subordinación de las mujeres” (2004, p.49).

Como conclusión, el machismo y sexismo se presentó desde épocas anteriores cuando el género fue formado. El socialismo a llevando marcando la opresión y la falta de equidad. Los autores Dalia Barrera y Raúl Arriaga a través de un análisis nos dicen: “en ambas situaciones, la mujer es utilizada con frecuencia como argumento para negarles el acceso a la planilla, aunque en ciertas condiciones las presiones de los órganos electorales les abrieron las puertas” (2009, p.138). Algo que en México se está arreglado a través de las leyes.

Bibliografías

  • Hierro, G. (1985). El feminismo. Ética y feminismo. CD. México: Universidad Autónoma de México.
  • De la torre, A. Ojeda, R. Maya, C.J. (2004). Construcción de género en sociedades con violencia. Sinaloa.
  • Barrera, D. Arriaga, R. (2009) Liderazgo, violencia y discusión de género. Género, cultura, discurso y poder. Cd. México: realizado por el consejo nacional de ciencia y tecnología.
  • García, L.M. (2005) Educación y perspectiva de género. El sueño de estela. Cd. México: Directorio institucional.
  • Fonseca, C. (2013) Derechos humanos, amor y sexualidad. Mujeres universitarias que dicen libremente estar sin pareja y/o no tener hijos. Estado de México.
22 October 2021
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