Las FARC Y El Desarmamiento Del Narcotráfico

Durante más de 50 años, con más de 220.000 muertos, la guerrilla más antigua del mundo declara la guerra al estado colombiano. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia surgieron en 1964 como un grupo insurgente comunista que buscaba una sociedad justa. Simbolizaban el inconformismo de la sociedad rural, que había sido olvidada por el gobierno colombiano. En este trabajo se hablará sobre los orígenes de este actor político y sobre el papel que desempeña el narcotráfico en cuanto a su mayor fuente de ingresos. Según un informe reciente enviado por la Policía Nacional de Colombia a INTERPOL, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) manejan cada año un presupuesto de 2.000 millones de dólares, provenientes de actividades ilícitas, especialmente del tráfico de droga y secuestros”.

ORIGEN DE LAS FARC

Al principio de los años 30 se lleva a la práctica la “toma revolucionaria de la tierra” por parte de los campesinos. Estos, defendían con armas las tierras que ocupaban durante el periodo de “La Violencia Política”. Las guerrillas surgen como respuesta a esta violencia política ejercida por el gobierno conservador, que culmina en 1963 y 1964 con el bombardeo de Marquetalia. Este periodo está marcado por los núcleos de la lucha agraria comunista que, durante cuatro años, sobre todo en el sur de la región del Tolima, sembraron el pánico en el país, con cabecillas tan conocidos como Manuel Marulanda Vélez. En 1953, el Teniente General Gustavo Roja Pinilla ofrece la paz a los guerrilleros para que entreguen sus armas. Las guerrillas se niegan a este acuerdo y continúan creciendo y consolidándose. Sobre todo con la aparición ,en la región de América Latina, de caudillos como Fidel Castro y Ernesto Guevara, las guerrillas ven probable la victoria de la revolución.

Así, surgen las “Repúblicas independientes”, con la invasión de tierras y la organización armada denominada “autodefensa”. Se caracterizan por la posesión de armas, su base política y militar y por la financiación y adoctrinamiento proveniente del extranjero. Es en 1966 con la Segunda Conferencia del Bloque Sur cuando oficialmente se forman las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Instan al país a “la lucha de las grandes masas hacia la insurrección popular y la toma de poder para el pueblo”. Se observa desde sus inicios que el elemento fundamental de su lucha se encuentra en una reforma agraria que pudiera beneficiar a los campesinos. Sin embargo, en la siguiente parte del trabajo se analiza cómo pasan de ser un grupo insurgente a ser un grupo que se financia por actividades ilícitas, alejándose del objetivo inicial por el que se crearon.

LAS FARC Y EL NARCOTRÁFICO

En cuanto al papel de las FARC dentro del narcotráfico debemos destacar los años ochenta. Durante los sesenta y los setenta los ingresos de las FARC eran insuficientes para seguir con sus actividades revolucionarias, por eso durante este periodo el conflicto armado no fue tan intenso. Fue con la entrada del narcotráfico cuando aumentó la violencia en el territorio colombiano. Los narcotraficantes que se encontraban en las zonas ocupadas por la guerrilla financiaban las actividades de esta a cambio de la protección de sus intereses políticos y económicos.

En los orígenes de la relación de la guerrilla con el narcotráfico aparece el concepto de “gramaje”, que es un impuesto que los guerrilleros cobran a los campesinos por el cultivo de coca a cambio de protegerles ante grupos paramilitares. Este impuesto marca la diferencia entre los guerrilleros ricos y los guerrilleros pobres. Los primeros hacían alarde de sus posesiones, alejándose de la visión del guerrillero pobre, obrero y trabajador del campo, como fue en un principio. Autores como Bejarano y Pizarro reconocen que, de las fuentes de financiación de las FARC, el 48% provendría del tráfico de drogas, el 36% fruto de la extorsión, el 8% derivado del secuestro, un 6% producto del robo de ganado, más un 2% restante de actividades varias.

Durante el Acuerdo de paz el narcotráfico fue un tema imprescindible, había que poner solución a la financiación de la guerra con ingresos ilícitos procedentes de la droga, en especial de los cultivos de coca. Es importante destacar que Colombia se caracteriza por una alta concentración de la propiedad de la tierra, propiedad informal de la tierra, vulnerabilidad del pequeño campesino, debilidad institucional y pobreza pronunciada en el sector agrícola. Esto son factores económicos que propician la actividad ilícita relacionada con las drogas. En el Acuerdo de Paz se tratan de erradicar estas propiedades con cultivos ilícitos, pero flexibiliza las medidas relativas a los campesinos productores. Como se puede concluir, todos estos factores propician la existencia de una economía ilegal. Aunque la guerrilla desaparezca de las zonas de cultivos de coca, los campesinos que ya están involucrados pueden sustituir en su labor a la guerrilla.

Como testimonio de esta situación en la que se reconoce la relación de la guerrilla con el narcotráfico encontramos la de un General de la Policía: “No piense que el ELN no depende del narcotráfico. Lo hace igual que las FARC. El matiz, sin embargo, se encuentra en que el ELN siempre ha tratado de manejar las bases cocaleras de otro modo, mucho más respetuoso, e integrándolos en su estructura, al entender que son proyectos necesarios de inclusión y que conduce al hecho de que el ELN tenga más base y apoyo en términos de organización tanto social como política. Fíjese, nunca se ha hablado de extraditar un comandante del ELN, y en buena medida es por eso. Es muy diferente a unas FARC que son mucho más violentas y que, cuando se imponen al ELN predominan en su accionar, aunque en muchas ocasiones el ELN trata de transar para apoyar a sus bases de legitimación”.

Como menciona Jerónimo Ríos Sierra el narcotráfico “desnaturaliza” profundamente a la guerrilla y complica la finalización y erradicación de las actividades ilegales. Inicialmente, negaban cualquier relación con la marihuana o la coca, pues entendían que desvirtuaban el “espíritu guerrillero”. Como siempre, es difícil determinar si un grupo está motivado por su ideología o por los beneficios que podría obtener de otras actividades que se desvían de su trayectoria principal.

Al final, las FARC acabaron anteponiendo el poder sobrevivir financieramente, al objetivo principal de queja ante una sociedad injusta, que reprime y excluye de la política a los campesinos oprimidos por los grandes terratenientes. Como se ha mencionado antes, la actividad en el narcotráfico comienza con el impuesto del gramaje, pero después se involucra en otras actividades como la compra de la pasta de coca, contrabando, la creación de laboratorios llamados “cristalizaderos” y la venta del producto final a nivel tanto nacional como internacional. Los rebeldes, aunque de manera limitada, han tenido relaciones comerciales con los carteles de Tijuana y Sinaloa en México y el conocido como “Fernandinho” en Brasil, que comunicó a las autoridades colombianas que las FARC le habían ayudado a exportar más de 200 toneladas de cocaína, cobrándole un impuesto de 500$ por kilogramo y 15.000$ por cada vuelo de droga. Otro ejemplo se encuentra en una carta hallada en un ordenador de las FARC donde se describía un plan para vender coca directamente a los carteles mexicanos. La carta proponía vender 100.000 kilogramos de cocaína. Esto permite reflexionar sobre el cambio de las FARC del activismo como un pequeño grupo local insurgente, al oportunismo, como un grupo que puede aumentar su actividad al percatarse de las ventajas que pueden ofrecer las actividades ilícitas.

Sin embargo, como cualquier grupo rural, el dinero brillaba por su ausencia. Así, comienzan con los impuestos sobre la pasta de coca, sobre los cultivadores de marihuana en zonas de influencia de las FARC y con el cobro de cuotas por cada vuelo que salía de la zona controlada por los rebeldes. Esto consiste en que los guerrilleros defienden las tierras de estos cultivadores a cambio de un pago de impuestos. Esto permite al grupo consolidar su presencia en la clase baja y aumentar su base social. Pero también aumentó la violencia en el país, que provocó la huida de más de cinco millones de colombianos, el número más alto inmediatamente después de Sudán y Siria. La justificación del grupo siempre era que estaban luchando por una reforma de la propiedad de las tierras y por la mejora de las condiciones económicas de los colombianos más pobres. Esta desigualdad genera un descontento que provoca que muchos campesinos se unan al grupo rebelde, donde encuentran algo a lo que aferrarse. Las FARC aumenta de 6.000 miembros en 1982 hasta 20.000 durante los años 2000, de acuerdo al ex Ministro de Defensa Colombiano Juan Carlos Pinzón.

Aunque conforman un mayor riesgo, las operaciones que se llevaban a cabo fuera de las fronteras proporcionaban más beneficios a la guerrilla. Pueden triplicar el beneficio de cada kilo en vez de tener que venderlo a los laboratorios de Colombia. Es lógico pensar que si hay demanda de narcóticos ilegales, continuará habiendo producción de estos y además encontrarán el camino para llegar a Estados Unidos, Europa y más allá. Por ello, en 2013 en Habana se llega a un acuerdo con el gobierno donde ambas partes se comprometen a contribuir al cambio. Se cubren tres puntos principales: la erradicación de la coca y la sustitución de estos cultivos, la salud pública y el consumo de drogas y una solución a la producción y el tráfico de drogas.

Después de haber firmado este tratado, las dos partes se enfrentan al problema de las víctimas de la guerra, el completo desarmamiento del grupo y los castigos a los miembros acusados de crímenes de guerra, la justicia que se va a aplicar durante la transición. Si esto se implementara realmente, sería un hito. Significaría el desarmamiento del grupo rebelde más grande que lleva luchando contra el gobierno desde 1964 y el fin del último grupo insurgente con una presencia nacional tan amplia.

CONCLUSIÓN

Para concluir, aunque las economías clandestinas son muy difíciles de medir, pero por unas fuentes y por otras se confirma que las FARC tenían unos ingresos muy altos. Por un lado, el ex Ministro Pinzón habla de 6-7 billones de dólares; por otro lado, los datos estimados por la Fiscalía General de la Nación son de 1.1 billones de dólares. Sin embargo, León Valencia, director de la Fundación de Paz y Reconciliación en Bogotá, expresa que estas estimaciones son muy exageradas, que los ingresos son mucho menores, debido al coste de alimentar, vestir y armar a un rebelde. Esto es lo que se viene a decir durante el trabajo: cómo las FARC se dejan llevar por un mundo ilegal que puede aportarles financiación en grandes cantidades. El ingreso proveniente de las drogas y de otras actividades ilícitas ha deteriorado incluso más la imagen de las FARC. El problema que se presenta al tener tanto poder es que en vez de convencer a las comunidades locales de que su causa es justa, pueden usar la fuerza para convencerles para apoyar la causa.  

17 February 2022
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.