Las Primeras Deportaciones de los Judios en la Alemania Nazi
Cuando los nazis llegaron a otorgarse la Alemania en 1933, vivían judíos desde el Norte, hasta el Sur de Europa. Un total de casi nueve millones de judíos habitaban en los países que serían ocupados más tarde por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Al terminar esta atrocidad, dos de cada tres de estos pobres judíos estarían muertos, y la vida de los judíos sobrevivientes de Europa cambiaría para siempre.
A pesar de la huida de a cerca de 300.000 judíos alemanes en los años después a la toma del poder de los nazis, en Alemania quedaban solamente 200.000 judíos al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, a los judíos que todavía habitaban el territorio alemán, al mismo que en todas las regiones de la Europa bajo la colocación Germana – Nazi, los deportaron y mataron como parte de la “solución final”.
Incluso ya para el año 1933, la gran parte de los judios se localizaban principalmente en países como Polonia, Hungría y Rumania, y en su mayoria, Europa del oriente. Muchos de los judíos de la Europa oriental se hallaban en pueblos judíos, mas conocidos en esa época como shtetls. Los judíos vivían aislados como una cultura de menor importancia adentro de una mayoritaria. Ellos dialogaban en su propio idioma criollo, llamado yidish, el cual combina los idiomas del Alemán y el Hebreo.Si bien muchos judíos jóvenes de ciudades más crecidas estaban comenzando a usar tipos de vestimenta más moderna, la gente de mayor edad solía vestir de manera tradicional: los hombres usando sombreros y gorras, y las mujeres tapándose severamente el cabello con pelucas o pañuelos, o simplemente con lo que pudisen encontrar en esos tiempos, ya que los precios comenzaban a subir cada vez más devidamente por la guerra que empezaba a ganar importancia.
Próximo al inicio de la guerra en septiembre de 1939, el regimiento Nazi impuso nuevas censuras legislativas a los judíos que quedaban en el país de Alemania. Se los sometió a un estricto mandamiento y se los excluyó de ciertas áreas de las ciudades. Una vez que comenzó el repartimiento de alimentos, recibieron porciones más pequeñas a las antes consumidas y se les prohibió adquirir determinados productos. Otras restricciones limitan los períodos en que podían conseguir comida y otras provisiones. Las autoridades germanas asimismo dictaron que los judíos entregaran a la policía sus radios, artefactos eléctricos, bicicletas y automóviles. A partir de los inicios de septiembre de 1941, los nazis prohibieron a los judíos la utilización del transporte público y ordenaron que todas las personas mayores a los seis años de edad usasen una estrella amarilla para poder ser distinguidos. Si bien los ghettos por lo general no estaban usualmente ubicados en Alemania, se obligaba a los judíos mediante estrictas ordenanzas de refugio a hospedarse en ciertos lugares de las ciudades alemanas, concentrándose en “edificios judíos”
Las primeras deportaciones desde el inicio del Reich se fueron realizando por febrero de 1940 como parte del Proyecto de “Nisko y Lublin”. El plan exigía una agrupamiento de los judíos en la región de el gobierno general de Lublin, un área en el interior de la Polonia bajo la ocupación nazi. Este plan fracasó ya que el destino asignado, la ciudad de Nisko, no estaba totalmente preparada para poder hacerse cargo a los deportados, y las autoridades alemanas del gobierno general asimismo se quejaron de que hubiesen tantos judíos en Polonia, y dijeron que era imposible pedir tanto de Alemania. Una segunda deportación de judíos alemanes se generó en octubre de 1940, cuando Josef Buerckel, el líder de la zona, decidió aniquilar de su región a todos los judíos. Aproximadamente unos 7.500 judíos de las regiones de Baden y Saar del suroeste de Alemania fueron deportados a Francia. A la gran mayoría los asignaron, o más bien dicho, los condenaron, al campo de concentración de Gurs, dirigido por colaboradores franceses.
A finales de septiembre de 1941, incluso anteriormente de que se establecieran los campos en Polonia, se dieron inicio las deportaciones sistemáticas de judíos desde Alemania. Entre octubre y diciembre de 1941, deportaron a cerca de 50.000 judíos, los cuales la mayoría eran mujeres y niños, que la gran parte de ellos fueron a parar a ghettos en Lodz, Varsovia, Minsk, Kovno y Riga. Los judíos alemanes enviados a Lodz y Varsovia seguidamente fueron deportados junto con los polacos a los campos de exterminio de Chelmno, Treblinka y Auschwitz. Algunos de los deportados desde inicios del Reich alemán (entre ellos judíos de Austria y los territorios checos anexados de Bohemia y Moravia) a ghettos en los estados bálticos y Bielorrusia fueron fusilados previos a su destino de llegada, por los Einsatzgruppen (Equipos Móviles de Matanza). Los judíos que sobrevivieron a la primera eliminación los encerraron en “Secciones Alemanas” especiales de los ghettos establecidos en oriente, donde los separaron de los judíos locales. Dichas secciones se establecieron, por ejemplo, en Riga y Minsk. A la generalidad de los judíos deportados en Alemania los aniquilaron durante la pérdida de esos ghettos. En 1942 y 1943, la gran mayoría de los judíos que quedaban en Alemania fueron mandados directo a los campos de exterminio, principalmente a Auschwitz-Birkenau.