Las Verdaderas Lecciones De Liderazgo De Steve Jobs
“Quienes están suficientemente locos para creer que pueden cambiar al mundo son los que al final lo logran” – Steve Jobs confundo Apple en un lugar que remotamente sospecharíamos: ¡Una cochera! En el año 1976, luego de lo que nosotros podríamos catalogar como un fracaso, debido a que fue expulsado de su universidad y se hallaba al borde de la ruina. Sin embargo, su espíritu impetuoso no se amilanó ante tal caos y consiguió que hoy en día sea reconocido como uno de los más grandes innovadores de toda la historia, Steve Jobs tuvo una idea genial: Llevar una filosofía de artista a la tecnología.
Steve Jobs, poseía un secreto: Rodearse con un equipo valioso, conformado no sólo por sus colaboradores y colegas, sino también por su esposa e hijos; todos ellos constituían lo que muchos líderes conocen como sinergia, recordemos pues que el éxito es la suma de pequeños esfuerzos. Él buscaba a personas talentosas de cualquier profesión y les daba una oportunidad de brillar en un ambiente colaborativo donde pudiera surgir la innovación, Jobs mencionaba: “Espera lo mejor de tus colaboradores, espera lo mejor de ti mismo y siempre considera nuevas formas. Piensa diferente”.
Una empresa puede ser vista como una familia que debe ser inspirada a crear cosas revolucionarias. Jobs tenía una familia estrechamente unida, dirigida por su firmeza y lealtad. Él mencionaba que había aprendido durante su vida a que si “se tiene gente buena no es necesario mimarla” y pese a su mala fama al ser considerado un líder autocrático por su personalidad dura y difícil de tratar, hoy en día es considerado como uno de los más revolucionarios en toda la historia.
Algo esencial es el saber cómo comunicarnos con los demás, siendo la manera más eficaz: Una comunicación cara a cara con los colaboradores, los clientes y los familiares, pese a que vivimos en una era digital y tecnológica, una buena manera es fomentar los encuentros espontáneos donde haya intercambio de ideas, por lo que Jobs detestaba las reuniones con presentaciones de diapositivas, decía que era una forma para no pensar y excusa para los que no saben de qué hablar; para él era importante la forma de hacer llegar su mensaje, cuidando desde una perfecta iluminación hasta las anécdotas que relataría en una reunión.
No sé trata de ser sólo el primero, sino de innovar; de preocuparse por futuros riesgos. “Si no nos canibalizamos nosotros, otros lo harán” – Nuestro principal competidor somos nosotros mismos, significa entonces que nuestra misión es superar nuestras propias expectativas. Dejar que tus productos reflejen a las mentes que los crearon afectará en cómo los clientes se sentirán cuando lo compren, algo que Jobs comprendió cabalmente pues, aunque los productos Apple son más caros, evidencian la libertad de analizar cómo se interactúa con el producto.
“Decidir qué es lo que haremos es tan importante como decidir qué hacer”, ello nos da luces que tan importante como planificar el futuro lo es pensar en el hoy, enfocándonos en puntos clave como nos lo recomendaba Jobs avalado en su amplia experiencia; evitando entonces molestas distracciones que nos aleje del objetivo al que apunta nuestro negocio. Simplicidad y perfeccionamiento son los pilares de los productos que desarrollaba Steve Jobs, siendo estos la suma de muchas habilidades distintas y la extensión de su identidad.
“Los clientes no saben lo que quieren hasta que se los muestra”, por ende, debemos perfeccionar nuestro sentido de empatía (una intuición intima sobre los deseos de nuestros clientes), basado en la sabiduría acumulada de la experiencia. Ello nos lleva a interiorizar otro consejo que nos dejó la genialidad de Jobs: “Cuando haces algo para ti mismo, no lo haces por cumplir”, refiriéndose así a que al trabajar para nosotros mismos damos nuestro potencial al máximo, poniéndole especial foco a la innovación. Las personas generan una percepción basándose en lo que ven y sienten; se trata de una especie de ritual previo al goce del producto.
Muchas veces es bueno “pulsar el botón de pausa” cuando sentimos que el desarrollo de un producto no “nos encanta”, recordemos pues que como mencionaba Jobs: “Los verdaderos artistas firman su trabajo”. No debemos tener miedo que durante esta pausa es posible reiniciar el camino tal y como lo hizo con su equipo en el desarrollo de varios productos que se redefinieron aun estando en un proceso final; estos detalles son los que hicieron que muchos tildaran a Jobs como intransigente, sin embargo, hoy podemos evidenciar los resultados de este “líder duro”.
“Manténgase hambriento, manténgase alocado”. Uno de los mejores consejos que nos dejó Jobs, un rebelde con talento artístico en todo aspecto. Jobs seguía siendo un hippie y un hacker, “un loco” capaz de conectar las humanidades con las ciencias, la creatividad con la tecnología, el arte con la ingeniería. Él logró conectar elementos impensables y lo logró con un sentido intuitivo de estrategia de negocio, algo fundamental para quiénes queremos crecer en nuestro negocio, apasionándonos y revolucionando al mundo tal y como Jobs lo logró.
