Liderazgo Democrático Y Sus Dimensiones
Introducción
Cuando se habla de liderazgo positivo como principal agente para transformar, resulta fundamental hacer una relación directa con la inteligencia emocional. Variedad de autores discuten y han llegado a la conclusión que “la inteligencia emocional está positivamente relacionada con la transformación del liderazgo y la recompensa grupal” Barling et al.
Luego autores como, Palmer et al concluir que la inteligencia emocional está fuertemente relacionada con la transformación de los diferentes tipos de liderazgo, Abraham encontró que las personas emocionalmente inteligentes tienen un alto compromiso con sus organizaciones y por ende un alto rendimiento. Otros, en conclusión, dicen que definitivamente con un buen manejo de la inteligencia emocional ayudará a los líderes a tomar decisiones más fácilmente, así como solucionar problemas con más consciencia, reconociendo el entorno y el contexto; conociendo sus emociones tendrán la habilidad de encontrar las oportunidades para tomar riesgos impactando de manera positiva en su equipo.
Desarrollo
En el mismo orden de ideas, es importante definir la inteligencia emocional para luego comprender como influye en el liderazgo positivo. Para Goleman, la inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones. El término inteligencia emocional es paradójico porque contiene dos términos “inteligencia” que es objetivo y “emociones” que es subjetivo.
La palabra inteligencia se refiere al entendimiento, la lógica, el razonamiento, la planeación, el pensamiento y la solución de problemas, en cambio el término emociones está relacionado con el comportamiento, la alegría, la ansiedad, el dolor, la molestia, la empatía, determinando así el comportamiento humano.
Visto este concepto de esta manera, puede ayudar a entender que la inteligencia emocional es un modo de vida, que ayudará a percibir, manejar y evaluar a una persona observando su potencial personal y el manejo de sus relaciones sociales. Es una herramienta que definitivamente permite utilizar el pensamiento objetivo junto con habilidades emocionales que se van aprendiendo y perfeccionando a lo largo de la vida.
La inteligencia no es solo racional también es emocional como dice Daniel Goleman. “Es un sentido muy real, todos nosotros tenemos dos mentes, una mente que piensa y otra que siente, y esas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental”. Este autor habla de cuatro dimensiones básicas que ayudarán a un buen líder a tener éxito y actuar de una manera más responsable y con mayor visión. Entre ellas están:
- Autoconciencia emocional, capacidad para entender lo que sentimos y como nos conectamos con los demás tomando en cuenta lo valores reales.
- Auto motivación: siempre tener consciencia de cuáles serán las metas a lograr, los objetivos planteados con una visión de confianza, optimismo y creatividad.
- Empatía: es importante que el líder se relaciona con su equipo, interactúe no solo con las palabras sino con las emociones, utilizando un lenguaje corporal que provoque mejorar y avanzar en el entorno en que se encuentre.
- Habilidades sociales: ser asertivo, manejo de los conflictos, relaciones con los demás. En una organización o cualquier ámbito el líder debe potenciar su manera de relacionarse, construir lazos afectivos que se conecten con quien están lidiando para así ser más productivos y obtener resultados más óptimos.
La inteligencia emocional juega un papel fundamental para el manejo de situaciones difíciles, crisis o conflictos, es una herramienta que ayudará a que las personas, especialmente los líderes sean más productivos y proclives a ser efectivas en su vida y en consecuencia a tener más éxito. Es por esto que, hoy en día las empresas no solo están tomando en cuenta el coeficiente intelectual que tenga una persona, sino como maneja sus emociones para atender momentos de crisis, enfrentarse a fracasos e inclusive para tomar decisiones acertadas.
Conclusión
Ahora bien, se puede decir que un líder será más exitoso mientras tenga una mejor inteligencia emocional. Mientras mejor gestione sus emociones y más efectivas sean sus interrelaciones mejor será su forma de liderar. Liderazgo positivo es tener conciencia de la importancia de cómo debe conectarse, cómo debe interactuar, cómo debe utilizar su lenguaje corporal y sobre todo cómo es su comunicación con los demás, creando una química y un ambiente positivo para que lograr resultados prometedores.
Así pues, el liderazgo positivo deberá enfocarse en promover emociones positivas que hagan que aumente la productividad, la creatividad, el compromiso, la lealtad, la responsabilidad y el corazón de las personas, de cara a obtener resultados excepcionales, de mutuo beneficio y con visión a largo plazo. Este tipo de liderazgo, como principal agente de transformación llevará a una organización a su más alto rendimiento, siempre y cuando tome en cuenta que la comunicación efectiva jugará un papel muy importante.
La comunicación debe contemplar, la comprensión, la escucha y el valor que se le da a sus seguidores. Desarrollar la capacidad de construir buenas historias, ser memorable, inspiración, racional, ético y emocional creará una conexión con sus seguidores, influenciará de manera positiva y motivará a los grupos de trabajo. El líder debe tener la capacidad de transmitir las estrategias, la visión de la empresa y los objetivos específicos de la organización, todo esto ayudará a que todo fluya de forma más fácil y más natural
