Concepto de Literatura en Lisgüística General

Resulta inapropiado delimitar el concepto de literatura como lo propondría una semántica de manual, el ejercicio de consultar a la Real Academia Española (RAE) y postular la literatura como “Arte de la expresión verbal” es insuficiente para establecer un análisis académico. En consecuencia, es necesario consultar estudios específicos de teoría de la literatura para instaurar un campo de estudio que permitirá desentrañar la escritura de Alejandro Zambra.

El historiador francés Roger Chartier, en su artículo “Materialidad del texto, textualidad del libro”, propone: “La literatura, considerada un campo particular de creaciones y experiencias estéticas”. Por consiguiente, se encuentra la presencia de invenciones, lo que sitúa en el plano de lo inteligible, sensible a su vez y de la estética, es decir, de la belleza. Del mismo modo, el crítico ruso Mijaíl Bajtín en La estética de la creación verbal  plantea que la obra literaria “tiene un carácter creativo y productivo”. Sin embargo, estas concordancias están directamente plasmadas en lo que respecta a la escritura y oralidad en cuanto en una obra de arte se utiliza la palabra, es decir, el lenguaje. En el Curso de estética general, el profesor chileno Milán Ivelic plantea: “El lenguaje, en su acepción más general, es un complejo de signos por medio de los cuales se establece la comunicación”. No obstante, estamos en un plano más complejo que el referencial en cuanto al uso del lenguaje en sus dimensiones principales, significativas y de sentido, así continúa: “La palabra del arte es ciertamente palabra. Ella es creación: cada vez origina su propia semántica”. Por lo que, en la creación artística de la literatura, se emplea la palabra, aunque instaura sus propios sentidos, autónomos, connotativos y poéticos. Ivelic continúa diciendo: “Las artes del lenguaje utilizan las palabras, las que son signos que hacen referencia a una realidad distinta al signo mismo”. Y agrega además que “la palabra en poesía es la materia con la cual el poeta crea una nueva significación, que no es la traducción de la realidad, sino que es una nueva realidad; es una palabra válida en sí misma”.

Sin embargo, no se puede plantear la literatura como mera creación escrita o hablada, que utiliza la palabra para generar nuevos significados, sino que también se construye a partir de su importancia expresiva significativa y de sentido. Bajtín decía que la literatura “tiene internamente, inmanentemente, un carácter sociológico”. Y es que aborda los diversos planos de la sociedad, contribuyendo al conocimiento del ser humano, aun cuando muchas veces se le quite la característica de considerar a la sociología como una ciencia social.

Por otro lado, la generadora del relato literario es el estilo, el que permite al lector distinguir que un texto es literario, el cual a su vez se configura en la belleza, aunque en su origen griego “aisthesis” significa: “percibir por los sentidos”. Hegel afirmaba que “La estética tiene por objeto el vasto imperio de lo bello”, en su libro De lo bello y sus formas (Estética). La estetica, en primera instancia estaba subordinada directamente por la filosofía (hasta Kant) y que posteriormente se constituyó como disciplina, en donde su objeto de estudio es “la obra de arte tomada en su refracción por la conciencia humana”.

En efecto, la literatura es arte y Hegel expresaba que “El arte está reconocido como una creación del espíritu”. El que a su vez se construye y deconstruye mediante la estética, proporcionando posibilidades de interpretación de la obra en sí misma. No obstante, no simplemente determinado por la concepción de belleza, sino que como lo plantea Bajtín, el concepto de estética “recoge todas las definiciones y valoraciones cognoscitivas y éticas y las constituye en una totalidad única, tanto concreta y especulativa como totalidad de sentido” . Así, podemos afirmar que la estética no solamente influye en la creación artística, sino que permite establecer márgenes de interpretación, puesto que la subjetivación de la literatura y del arte en general, desencadena en su carácter trascendente. Aunque esta característica influye, pero no es determinante, porque el arte no es absoluto y así lo afirma Benedetto Croce en Estética como ciencia de la expresión y lingüística general: “Desde el momento que las artes no tienen límites, no son determinables exactamente ni filosóficamente distinguibles”.  

10 April 2021
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