Los Beneficios de Vegetarianismo: una Alimentación sin Carne y Pescado
Existen varios tipos de vegetarianismo: unos de ellos son los vegetarianos estrictos, o también conocidos como veganos, lo cuales no comen ningún animal y tampoco otros alimentos que se deriven de ellos. También están las personas que se consideran apivegetarianismo, los cuales basan su consumo de alimentos en lo mismo que los veganos solo que ellos si se alimentan con miel. Luego están los que son considerados ovovegetarianismo, estos no se alimentan con animales ni de lácteos, excluyendo la leche y los huevos. El lactovegetarianismo, el cual es más popular en la India, se trata de no consumir animales ni lácteos pero si es permitido consumir huevos. Y por último están las personas que se hacen llamar ovolactovegetarianos, esto es más común en la cultura de occidente, estas personas no consumen animales pero si productos lácteos, huevos y miel.
Lo que tienen en común todas estas clases o tipos de vegetarianismos es que ninguno permite el consumo de carnes de animales en su alimentación y de ahí existen variantes con el consumo de lácteos, huevos y miel. El modo de subsistencia vegetariano a la igual de otros hábitos de vida sana pueden ser de mucha asistencia al instante de prevenir enfermedades crónicas, esto se debe a la poca ingesta o por poco nula de alimentos que contengan colesterol y grasas saturadas, asimismo de la gran suma de vegetales, legumbres, frutas, frutos secos, semillas y productos elaborados a procedencia de soya que son consumidos en estas dietas.
- La prevención del cáncer. Varios estudios han podido señalar que las personas vegetarianas tienen un cincuenta por ciento menos de posibilidad de poder adquirir cáncer que las personas que no son vegetarianas. Todas las carnes e incluso sus derivados podrían favorecer a distintos tipos de cáncer, como pueden ser: cáncer de colon, cáncer de mama, cáncer de próstata, y cáncer a muchos otros órganos más. Las personas que llevan el estilo de vida vegetariano evaden toda clase de manteca animal, y consumen altas cantidades de fibras y vitaminas que ayudan a la prevención de este tipo de enfermedades.
- La precaución de enfermedades cardíacas. Las carnes son la mayor fuente de grasas saturadas y colesterol. Estas personas evitan todo este espécimen de elementos dañinos para el sistema cardiovascular.
- El control de la hipertensión. Desde hace muchos años atrás, las personas especialistas en la alimentación detectaron que las personas que no ingerían carnes tenían una tensión arterial más baja.
- La prevención de la diabetes. Este padecimiento puede ser menos habitual en personas vegetarianas que en las que no son vegetarianas.
- Prevención de los cálculos renales y biliares. Se ha demostrado que la alimentación vegetariana reduce el peligro de creación de cálculos biliares y renales. Las dietas ricas en proteínas, esencialmente animales, inducen la expulsión por la orina de calcio y los ácidos oxálico y úrico, que son justamente los componentes fundamentales de los cálculos renales. De modo equivalente, se ha encontrado una correspondencia entre la formación de cálculos biliares y la toma de grandes cantidades de colesterol y grasa, típica de las dietas cárnicas.
- Prevención de la osteoporosis. Por razones semejantes, los vegetarianos tienen un mínimo peligro de sufrir de osteoporosis. Como los productos animales inducen la decalcificación del hueso, el consumir carne favorece la osteoporosis. La osteoporosis es menos habitual en países en que predomina el vegetarianismo, cuando se les compara con Estados Unidos, incluso cuando en esta última nación el consumo de calcio es superior.
- Mejoramiento del asma bronquial. Un artículo sueco de 1985 mostró que los asmáticos que logran conservar durante un año una dieta vegetariana experimentan una dramática disminución en la costumbre y dureza de sus ataques, y en su consumo de medicamentos. Veintidós de las veinticuatro personas estudiadas constataron una alivio en su padecimiento.
Para ayudar a la salud llevando un estilo vegetariano, podrías seguir las siguientes indicaciones:
- Consume todos los días un puñado de frutos secos para conseguir con estos grasas buenas, antioxidantes, buena suma de vitaminas y minerales y también, calcio de origen vegetal.
- Incluye semillas en tu dieta, ya que estas pueden ofrecerte cantidades enormes de calcio, por ejemplo: semillas de amapola, de sésamo, de lino u otra.
- Combina legumbres y cereales en una misma fórmula de modo de alcanzar una albúmina completa, por ejemplo: arroz con cereales, hamburguesas rebozadas de lentejas, albóndigas de alubias y cereal u otra mezcla de estos dos grupos de alimentos.
- Incluye algas a tu sustento para adquirir vitamina B12, puede emplearse alga en harina o algas frescas para fabricar tus platos.
- Toma la luz solar al menos unos 30 minutos a diario, de modo que puedas obtener vitamina D para beneficiar la absorción del calcio de origen vegetal. Igualmente, la vitamina D se encuentra generosamente en lácteos y pescados que no se incluyen en la nutrición vegetariana.
- Incluye cada día algo de frutas y verduras y utiliza aceite de oliva para conseguir más antioxidantes y nutrientes saludables que sumen beneficios a la dieta vegetariana.
- Combina vegetales de hojas verdes o legumbres ricas en hierro con una fuente de vitamina C para beneficiar la impregnación del mineral, por ejemplo, lentejas con extracto de limón y pimiento, espinacas o acelgas acompañadas con jugo de naranja.
- Utiliza productos fortificados con hierro o vitaminas para aumentar con nutrientes tu dieta, por ejemplo harinas, tofu, zumos de soja u otros.
Por último, podemos llegar a la conclusión de que las dietas o estilos de vida vegetarianos, de cualquiera de los tantos tipos que existen, son muy beneficiosos en muchos sentidos, especialmente al momento de tener precaución con varias enfermedades catastróficas con el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el asma bronquial, entre otras muchas más.
Como ya había mencionada con anterioridad, esto también depende mucho de lo que estamos acostumbrados a comer, si hemos estado acostumbrados a una dieta omnívora, es decir, a comer carnes pero también vegetales, no podemos simplemente dejar de comer proteína de un día para otro, se debe tener un control y dejar los alimentos que queramos dejar de ingerir poco a poco hasta que nuestro organismo lo vaya asimilando.
Aunque, por otro lado, también debemos de estar conscientes de que no a todas las personas nos puede funcionar este tipo de vida o de dieta, de todas formas necesitamos en nuestro cuerpo la proteína animal que no se reemplaza simplemente con vegetales, es necesario buscar la orientación de un médico o, más específico, de un nutricionista que sepa guiarnos y enseñarnos que es lo que se debe consumir en mayores cantidades para reemplazar los alimentos que no consumimos.
Cada quien puede elegir qué tipo de dieta seguir, siempre y cuando sepa sobre las ventajas y desventajas que pueden existir, las decisiones se toman sabiendo todo lo necesario acerca de lo que queremos y de lo que es necesario para cada uno de nosotros.