Los Celos Desde La Perspectiva Psicológica
Introducción.
Desde la edad de piedra hasta el siglo XXI los celos han causado estragos en las relaciones interpersonales. Históricamente se le ha visto y tratado como un sentimiento negativo y dañino. Sin embargo, un grupo de científicos y psicoterapeutas han llegado a una conclusión diferente; consideran que estos no son necesariamente dañinos y que incluso pueden llegar a ser beneficiosos.
Los celos son un sentimiento universal que todos los seres humanos experimentan en algún momento de sus vidas. Son considerados una mezcla compleja e involuntaria de pensamientos, emociones y acciones que nacen cuando el celoso percibe que la calidad de su relación con alguien está amenazada por la presencia de un tercero.
La mayoría de personas lo considera una experiencia desagradable. Escritores y filósofos lo describen como un sentimiento negativo. Hasta cierto punto tienen razón, ya que los celos puede llevar a herir a seres queridos por el mero hecho de considerar a la otra persona como una “propiedad exclusiva”.
Desarrollo.
Para la comunidad científica los celos tienen un propósito. Son una herramienta evolutiva para garantizar la supervivencia de nuestros descendientes. La idea de que los celos son un sentimiento exclusivo de personas “inmaduras” o inseguras, no tiene base científica. Por lo tanto es perfectamente normal sentir celos y no significa que la relación esté sufriendo un mal momento o que se trate de personas inmaduras o inseguras de sí mismas.
Entonces si los celos son perfectamente naturales, y no son necesariamente negativos ¿Cómo debemos tratarlos? Según el psicoterapeuta Wolfgang Krüger, “el nudo central de los celos es el temor a que la relación se vea amenazada”. Por eso los celos no son algo que deba reprimirse. Para Krüger los celos ligeros son incluso una declaración de amor y muestran que el otro es importante para uno.
Dicho esto, los celos también pueden ser dañinos, cuando son descontrolados los celos pueden llevar a herir de manera involuntaria a la pareja. Estos celos exagerados generalmente son causados por inseguridad y dependencia extrema. Según Heyne la mejor forma de tratar estos celos injustificados es “tener una conversación abierta”.
De esta manera se puede “invertir en la pareja” buscando causas y soluciones de manera conjunta. Los celos no son exclusivos para las parejas, se pueden dar celos en diferentes tipos de relaciones. Lo importante es la externalización de los sentimientos, para la resolución de conflictos. Los celos en cantidades moderadas pueden tener efectos positivos. Lamentablemente la mayoría de los estudios sobre los celos se concentran en relaciones amorosas, por lo que hay poca información de cómo los celos afectan otras relaciones interpersonales.
Ambos sexos pueden sentir celos de igual manera. Dicho esto existe una tendencia a que los hombres se concentran en la infidelidad sexual y las mujeres en la infidelidad emocional. Desde un punto de vista biológico, la prioridad de la mujer es que el hombre invierta tiempo y recursos en sus hijos mientras que para un hombre la prioridad es segura que estos hijos sean suyos. Sin embargo esto no toma en cuenta otros factores sociales y culturales.
Si se piensa que los celos son “inmaduros” entonces estos deberían disminuir con la edad de las personas. ¿Cierto? La realidad es que no, los celos, particularmente en los hombres, no disminuyen con la edad. Aunque esto puede tener una explicación simple, ya que los estudios citados por Plata Rosa no toman en cuenta la edad de la mujer. Esto se debe a que existe una tendencia de que mientras más económicamente estable un hombre más joven son las mujeres con las que se involucra.
Los efectos negativos de los celos son ampliamente conocidos. Desde aquellos que solamente afectan al celoso hasta aquellos que afectan a ambos. Estos tienen una tendencia histórica hacia el daño físico y emocional. Los efectos negativos generalmente están asociados a un sentido de propiedad y dependencia extrema, lo que lleva a un pensar de “si no es mía no es de nadie”
Conclusiones.
Dicho esto, los celos también pueden tener efectos positivos. Por ejemplo, Rolf Merkle dice que los celos moderados llevan al individuo a darse cuenta de que su pareja es atractiva para otros y eso hace que la valore más. Además estos celos moderados pueden ayudar a mantener viva la llama de una relación. En conclusión, los celos son un fenómeno natural. En cantidades moderadas pueden hacer a nuestra pareja más interesante y fortalecer la relación. De forma descontrolada los celos pueden tener consecuencias catastróficas.