Pulgarcito: Reflexión Sobre la Moraleja del Cuento
Introducción
Pulgarcito forma parte de un conjunto de relatos populares que se han ido transmitiendo de generación en generación, con diferentes versiones. El parisino Charles Perrault (1628-1703), conocido como “el gran recopilador”, publicó en el año 1697 con el nombre de su hijo, Pierre Darmancour, la obra “Les Histories et contes du temps passé avec des mortalités, ou Contes de ma Mère l’Oye”. Este libro contiene ocho cuentos populares de tradición oral que se han convertido en verdaderos referentes en la literatura infantil: La Bella Durmiente del bosque, Caperucita Roja, El gato con botas, Pulgarcito, Barba Azul, La Cenicienta, Riquete el del copete y Las Hadas.
Desarrollo
Perrault recopila estos cuentos de tradición popular (folklore popular francés, leyendas caballerescas, medievales) y los modifica dándoles una forma literaria infantil escrita y culta. Con este fin, eliminó cualquier forma vulgar de las mismas, integró elementos populares, los adaptó a la sociedad de la época y añadió diferentes rasgos humorísticos. El popular cuento de Pulgarcito fue recopilado y versionado, como se ha expuesto anteriormente, en el siglo XVII por Charles Perrault, época que coincide con la llamada “crisis de subsistencia”: el alza de los precios de los cereales junto con el aumento de la mortalidad y de la morbilidad.
Las familias tenían muchos hijos y en ocasiones no podían mantener a todos ellos; de hecho, abundaban las muertes infantiles por hambruna y enfermedad. En casa de Pulgarcito eran pobres. La familia estaba formada por el padre, la madre y siete hijos que todavía muy jóvenes para trabajar, algo que también era frecuente en esta época. Como estos no podían aportar dinero a casa, los padres prefieren abandonarlos a verlos morir de hambre: “que practicaban el abandono de los niños. Podemos entender así el abismo que separa nuestra concepción de la infancia de la de la época anterior a la revolución demográfica o a sus pródromos.
No debe sorprendernos esta insensibilidad, que es muy natural en las condiciones demográficas de entonces”. Esta práctica era habitual entre las familias con pocos recursos en el siglo XVII. Como ya se ha descrito en el apartado anterior, el siglo XVII se caracterizó por la hambruna, y con ello del aumento de morbilidad y mortalidad. Así pues, se puede contrastar que cuando en el cuento se hace referencia a la pobreza de la familia de Pulgarcito, posiblemente fuese lo habitual entre las familias. Prosiguiendo con la intención de abandono de sus hijos, también se ha podido corroborar mediante diferentes fuentes bibliográficas.
Que muchas familias se veían obligadas a ello para evitar ver morir a sus hijos de hambre. Analizando otros aspectos del cuento, se puede observar la forma en que se veía a la mujer en dicha época, con referencias a la misma como las siguientes: “Él la amenazó con pegarle si no se callaba” Perrault, “Empezó por desmayarse (que es lo primero que discurren casi todas las mujeres en circunstancias parecidas)” Perrault. Así, se muestra una imagen de la mujer como frágil e indefensa: “Uno de esos principios básicos era la sumisión de la mujer al marido y la aceptación por parte de aquella de la autoridad de este.
Como ser inferior, la esposa debía hacer de la obediencia y la mansedumbre dos de sus principales obligaciones y virtudes”. Actualmente, es imposible pensar en un cuento infantil en el que se califique a la mujer de esta manera. Relaciones y diferencias con versiones posteriores: Pulgarcito tiene gran cantidad de versiones, de hecho, Darton afirma que entre 1870 y 1915 se registraron más de ochenta versiónales de “Le Petit Boucet” Maina. Precisamente esta época es caracterizada como la edad de oro de la investigación de los cuentos populares en Francia. Una de las versiones más conocidas es la de los Hermanos Grimm.
En Los cuentos de la infancia y el hogar cuya versión definitiva fue en 1859. Es una versión muy diferente a la de Perrault, donde la condición de menor tamaño de Pulgarcito es motivo de amor y cariño por parte de sus padres, quienes le protegen y se preocupan de él. En 2010, se publicó El diario de Pulgarcito: ‘la historia de Pulgarcito traducida, no solo en el lenguaje, sino también en el formato, porque es un libro que necesita de otra mirada, de otra traducción alerta a los giros y modificaciones del texto”. Tiene varias diferencias con el texto original: en primer lugar, es Pulgarcito el que narra la historia.
Además, él y sus hermanos son abandonados por su padre y la madrastra. No por su padre y su madre como en el cuento de Perrault. Por otro lado, el pequeño se enfrenta a otra clase de conflictos que los del libro original. Se opta también por dar cierto toque de humor a través de rimas: “San Hugonote tiene pelo en el bigote” También encontramos ciertas semejanzas, como la sopa de piedras del Diario secreto de Pulgarcito, que hace referencia al caminito de piedras que Pulgarcito hace en la versión de Perrault para recordar el camino de vuelta a casa. Por otro lado, el final de la historia también es diferente.
Pulgarcito y sus hermanos rodean al ogro y entran en su castillo para quedarse con todas las riquezas del mismo. Valores presentes. En Pulgarcito podemos detectar diferentes valores. Cooperación. Pulgarcito y sus hermanos colaboran para deshacerse del ogro: “Apenas Pulgarcito oyó los ronquidos del ogro, despertó a sus hermanos y les dijo que se vistieran rápido y lo siguieran. Bajaron muy despacio al jardín y saltaron por encima del muro. Corrieron durante toda la noche, tiritando siempre y sin saber a dónde se dirigían”. Ayuda al prójimo. Pulgarcito ofrece ayuda tanto a sus hermanos: “Pulgarcito, que descubrió una roca hueca cerca de donde estaban, hizo entrar a sus hermanos”.
“Les dijo a sus hermanos que huyeran de prisa a la casa mientras el ogro dormía profundamente y que no se preocuparan por él” como a sus padres: “Pulgarcito, entonces, cargado con todas las riquezas del ogro, volvió a la casa de su padre donde fue recibido con la mayor alegría”. Generosidad: Pulgarcito ofreció a sus padres todo el oro del ogro. Responsabilidad. Pulgarcito, siendo el pequeño de los hermanos, se hace responsable de ellos: “Lo siguieron y él los condujo a su morada por el mismo camino que habían hecho hacia el bosque”. Abandono: Pulgarcito y sus hermanos son abandonados por sus padres en dos ocasiones.
En el diccionario de los símbolos observamos que tiene el mismo significado que el de objeto perdido. Bosque: aparece con frecuencia en leyendas y cuentos folklóricos. Significa el peligro de la inconsciencia. Corona: “y estaban las siete en una gran cama, cada una con una corona de oro en la cabeza”. Simboliza el carácter superior. Calzado: las botas de siete leguas del ogro. “Las botas eran bastante anchas y grandes; pero como eran mágicas, tenían el don de adaptarse al tamaño de quien las calzara”. Es sinónimo de libertad, pues antiguamente los esclavos iban descalzos. Ogro: ‘oyeron tres o cuatro fuertes golpes en la puerta: era el ogro que regresaba”.
Conclusión
Simboliza la advertencia y “la fuerza ciega y devoradora”. Número siete: siete hermanos y las siete hijas del ogro. Significa la perfección. En Pulgarcito podemos extraer el significado/moraleja de que no necesariamente el más pequeño es el más débil. Como bien se indica en el cuento, Pulgarcito era el más pequeño y aparentemente indefenso de todos: “Sufrían, además, porque el menor era muy delicado y no hablaba palabra alguna, interpretando como estupidez lo que era un rasgo de la bondad de su alma” sin embargo, es quien logra salvar a sus hermanos del ogro, y sacar de la pobreza a sus padres con el oro del ogro.