Los Efectos del Desempleo en la Salud Mental

Introducción

El desempleo hoy en día es uno de los temas que más se habla en todos lados, ya que en Ecuador hay mucho desempleo y más corrupción cada día en los cargos de alto poder, ósea se hace decir que la corrupción maneja al país.

El desempleo hace que muchas personas se vuelvan delincuentes como, asaltantes, rateros, secuestradores, etc. esas personas se vuelven así porque tienen que llevar comida a su familia, teniendo en cuenta las consecuencias que pueden tener como por ejemplo ir a la cárcel o morir.

El desempleo puede ser un problema tanto económico como social, ya que en lo económico se considera como un despilfarro de valiosos recursos y social porque es una fuente de enormes sufrimientos, ya que el trabajador tiene que luchar para conseguir lo necesario para sustentarse a sí mismo o incluso a su familia, esto también puede afectar tanto sus emociones y su vida familiar.

Desarrollo

El ejercer una profesión o actividad que incida en la economía va mucho más allá del mejoramiento en la calidad de vida material. De hecho, el trabajo resulta fundamental para que la persona afiance su autoestima a través de sentirse útil y, a la vez, obtener en mayor o menor medida el reconocimiento social.

Sin embargo, es importante destacar que el tener un empleo estable no es sinónimo de poseer una buena salud mental. Mucho depende del ambiente laboral, de cuán satisfactoria, resulte la actividad para la persona que la realiza, del cumplimiento de los derechos del trabajador, el reconocimiento y valoración del trabajo por parte del líder del equipo y el vínculo con los colegas. En este sentido, las relaciones que se establecen a nivel personal dentro del trabajo son muy importantes, precisamente porque pasamos la mayor parte del día con esas personas.

Sobre los efectos emocionales del desempleo

Es importante recalcar que, independientemente de la remuneración económica, el trabajo otorga una forma de existencia que se extiende incluso al tiempo libre y se encuentra más conectada a la vida cotidiana de lo que se piensa.

La persona puede sentir que ya no es necesario levantarse y seguir el ritmo del día. Este choque de por sí genera inestabilidad, la cual se incrementa ante la preocupación sobre el equilibrio a nivel económico y, poco a poco, puede devenir en una incidencia negativa en el ámbito emocional. Es importante destacar que la mayor parte de trastornos emocionales – sobre todo la depresión – suelen manifestarse durante los primeros 7 y 12 meses de estar sin empleo fijo o la dificultad de encontrar uno nuevo.

Un despido puede ser vivido como un trauma y un corte abrupto en la continuidad de nuestra vida, no sorprende que en aquellas personas que se encuentren desempleadas o han enfrentado un despido, además de la incertidumbre aparezcan nuevos factores de riesgo como el sedentarismo y la propensión a adquirir hábitos dañinos para la salud.

La persona que se encuentra en este tipo de situación suele sentirse estancada en el tiempo, con lo cual sus cualidades y posibilidades entran en crisis. De ahí que se asocie la falta de empleo con diversos trastornos de la salud mental como depresión, ansiedad, trastornos del sueño y, en casos extremos, esquizofrenia.

Sobre el apoyo terapéutico a personas desempleadas

La ayuda psicológica que se puede dar en estos casos se ramifica en varias vías. En primer lugar, es importante guiar a la persona para que continúe con una estructura diaria. Se debe analizar el valor del trabajo para la persona afectada y, a partir de esto, potenciar sus recursos personales, trabajar sobre el posible sentimiento de inferioridad y vergüenza que puede aparecer.

Por ello, el psicoterapeuta asiste al paciente para lograr, entre ambos, analizar la situación a nivel macro y desde distintas perspectivas, de modo que se evite el autocastigo psicológico con ideas recurrentes como “no soy bueno”, “no sirvo para nada”, “es mi culpa”, etc.

Diversos estudios han demostrado la correlación directa entre la falta de empleo o empleo precario y el aparecimiento de enfermedades y trastornos que antes no estaban presentes en la persona sana. Una persona desempleada tiene un riesgo de 2 hasta 7 veces mayor de sufrir un trastorno psíquico que alguien empleado.

Según el INEC en marzo 2016la tasa de desempleo en Ecuador fue de5,7%, de subempleo 17,1%, de empleo no remunerado 10,1% y de empleo pleno o adecuado del 40%. Se tendría que analizar dentro de la población empleada, cuánto de ese empleo es precario, mal remunerado e inestable. A su vez, los estudios han identificado que el desempleo afecta más psicológicamente a los hombres que a las mujeres, probablemente debido al rol social que el hombre ha tenido históricamente. Sin embargo, hay que destacar que la mayor tasa de desempleo corresponde a las mujeres.

Los efectos del desempleo en las personas

  • Trabajo e identidad personal:

Para muchas personas el trabajo supone una seña de identidad. A través de él encuentran un lugar en la sociedad, se sienten útiles, les proporciona un status social y lo consideran como el medio para entrar a formar parte de la dinámica de la vida, para participar de la sociedad.

En este sentido, el desempleo supone el aislamiento social. El desempleado no sólo pierde los contactos con las personas que se relacionaba profesionalmente, sino que tiende a encerrarse en sí mismo y a dejar de relacionarse con los demás. Se siente inseguro y desvalorizado.

  • Consecuencias del desempleo:

El desempleo conlleva una disminución de los ingresos y, por tanto, produce cambios en el estilo de vida. Se producen cambios radicales en la forma de vivir, pues se vive con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo durará esa situación. En tales circunstancias, se tiende a ser precavidos y reducir drásticamente los gastos.

La pérdida de empleo también produce una reducción de las relaciones sociales. Inevitablemente, se pierde el contacto con aquellas personas que son imprescindibles para poder desarrollar nuestro trabajo. Además, es un medio para relacionarnos y hacer grandes amistades. Por otro lado, las dificultades económicas disminuyen los contactos sociales, no hay tanta disponibilidad para salir a cenar, ir de copas o realizar actividades que supongan un gasto.

El desempleo puede traer consecuencias psicológicas negativas como disminución de la autoestima, depresión, ansiedad, etc. Produce un empobrecimiento del concepto que se tiene de uno mismo.

  • Cómo afecta al desempleado:

La forma de reaccionar ante el desempleo dependerá entre otros factores de la personalidad de cada uno. Hay quienes con inmediatez empiezan a movilizarse para salir de esa situación, actuando de forma positiva y esperanzada, confiando en sus posibilidades, y otros, por el contrario, se sienten hundidos y sin fuerzas para iniciar la búsqueda de empleo, pierden la confianza en sí mismo y en sus capacidades.

No obstante, hay una serie de sentimientos comunes que sufren quienes han perdido su trabajo. Entre ellos destacamos los siguientes:

  • Sentimiento de vergüenza. La persona desempleada suele sentirse avergonzada por esa situación, responder a la simple pegunta ‘¿en qué trabajas?’, les produce malestar. Este sentimiento surge tanto por el hecho de estar desempleado como por tener que buscar un empleo. La intensidad en que se sufre dependerá de diversos factores como la edad o el tiempo que lleve desempleado.
  • Sensación de fracaso. Es frecuente encontrar personas desempleadas con sensación de fracaso, por no haber logrado permanecer en ese puesto de trabajo, con la sensación de haber fallado.
  • El sentimiento de culpa también es frecuente ante estas situaciones. Muchas veces la propia persona llega a culparse por esa situación, pensando que no ha sido lo suficientemente válido en el desarrollo de sus funciones y no ha sabido mantener su puesto de trabajo, sin tener en cuenta los factores externos que han podido generar esa situación como la necesidad de reducir plantilla o el cierre de la empresa.

El desempleo no afecta por igual a todas las personas, su efecto no es comparable en una persona joven e independiente que ha perdido su empleo con un padre de familia que tiene que hacer frente a los gastos familiares.

Conclusión

El trabajo al ser un elemento fundamental para que el individuo se desarrolle dentro de una sociedad y fortalezca su sentido de pertenencia a la misma, se consideraría que el desempleo llega a ser una condición desestructurante en el área psicosocial del sujeto. El desempleo afecta en la cotidianeidad y todos aspectos de la vida, provocando estrés, irregularidad emocional, sentimiento de vergüenza, fracaso, baja autoestima, preocupación, etc., provocando además cambios en sus relaciones sociales e inestabilidad en su comportamiento.

Las maneras de comportamientos frente al desempleo dependerán de la personalidad del individuo y de factores ambientales. Su conducta posterior dependerá como llegará a actuar frente a la situación buscando oportunidades.     

27 April 2022
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