Los Efectos Violentos de Videojuegos para Niños

Los videojuegos han cambiado el modo de entretenimiento desde principios de los años setenta. La Corte Suprema está sopesando los argumentos a favor y en contra de una ley de California que organiza la venta de videojuegos violentos a menores. La disputa es sobre si es una violación de la libertad de expresión prohibirlos. Pero el problema se trata realmente de la salud pública: la salud de quienes juegan y la salud de todos los que se encuentran.

Ciertamente, es bueno que los niños jueguen; de hecho, los niños no tienen suficiente juego gratis hoy en día, lo que lleva a tasas altas de TDAH y capacidades sociales disminuidas. Los niños aprenden muchas cosas a través del juego, especialmente el juego amistoso, que ayuda al cerebro a desarrollarse de múltiples maneras, incluyendo la construcción de la competencia social.

Algunas personas argumentan que las actividades como el juego de videojuegos que, por su valor nominal, parecen ser malas para ti, son realmente buenas para ti. Steven Johnson señala que la cultura popular es mucho más compleja hoy en día que en el pasado, incluida la complejidad de los videojuegos (compare PacMan con los juegos de Sims). Argumenta que la mayor complejidad promueve la inteligencia. Por ejemplo, cuando juegas un videojuego, a menudo es una experiencia de aprendizaje frustrante que requiere que resuelvas problemas repetidamente para aprender el juego. De hecho, james

Paul Gee sugiere que incluso aprendas ‘el método científico’ a través de la prueba y el error necesarios para descubrir cómo cumplir los objetivos en el juego.

De acuerdo con estos criterios, jugar juegos constructivos y prosociales como los Sims puede ser ‘bueno para ti’ con al menos una advertencia, siempre y cuando tengas una vida equilibrada con amistades cara a cara de la vida real y disfrute socializando. ¿Por qué preocuparse por lo último? Porque jugar videojuegos normalmente mantiene activas las partes primitivas del cerebro que no son sociales ni cognitivamente sofisticadas. Así que necesitas equilibrar el tiempo de juego de los videojuegos con las experiencias que utilizan estas partes del cerebro. O puedes desarrollar un ‘cerebro de juego’.

Jugar videojuegos violentos es diferente a jugar juegos positivos y constructivos. De hecho, los videojuegos violentos tienen una influencia aún más poderosa que la televisión y las películas violentas, cuyos efectos perjudiciales han sido documentados durante décadas. Si bien los videojuegos violentos también pueden promover algunas habilidades complejas de resolución de problemas y coordinación, tienen múltiples efectos negativos. Aquí hay tres relacionadas con el funcionamiento moral.

Primero, en el juego violento de videojuegos, el jugador aprende a asociar la violencia con el placer (recompensas por herir a otro personaje). Esto socava la sensibilidad moral. En condiciones normales, el cableado emocional humano está diseñado para aborrecer la violencia y sentirse recompensado por ayudar a otros. Aquellos que juegan videojuegos violentos desarrollan intuiciones opuestas que llevan al resto de la vida (puedo ver los efectos en nuestra sociedad, ¿verdad?). ¿Qué intuiciones preferirías que tuviera tu hijo?

En segundo lugar, los niños practican una y otra vez las acciones disponibles en un juego. El jugador practica el comportamiento violento cientos, si no miles de veces, mucha más práctica de la que reciben las actividades normales. Lo que una persona practica repetidamente se convierte en una respuesta automática. Los juegos violentos enseñan a los niños.Tercero, los videojuegos pueden ser adictivos porque dan recompensas inmediatas por aprender. Los cerebros de niños y adolescentes suelen ser susceptibles a las adicciones ya que sus cerebros están en desarrollo hasta mediados de los años veinte. Investigaciones recientes sobre el cerebro sugieren que cualquier comportamiento adictivo (drogas, alcohol, pornografía, juegos de azar, violencia) puede dañar las etapas finales del desarrollo cerebral en adultos jóvenes, dejándolos con un sistema de toma de decisiones poco maduro y disminuyendo la empatía por los demás. ¿Es esto lo que queremos alentar?

Entonces, menos empatía, placer en el dolor de los demás, conducta criminal bien practicada, capacidad disminuida para la toma de decisiones maduras Estos son solo algunos de los efectos secundarios potenciales del juego violento de videojuegos. Este tipo de carácter moral está lejos del carácter de nuestros ancestros forrajeros que presuntamente evitaban la violencia, eran cooperativos e inteligentes.

La evidencia es concluyente para los efectos negativos de los videojuegos violentos. Craig Anderson y sus colegas han estado estudiando los medios violentos durante décadas. Ellos y otros han descubierto efectos negativos a corto y largo plazo al ver o reproducir medios violentos que incluyen un aumento de los pensamientos, sentimientos y comportamientos agresivos y una disminución del comportamiento prosocial.

Los estudios neurocientíficos muestran funciones cerebrales cognitivas reducidas en individuos expuestos a medios violentos. Cuanto mayor es la experiencia con los medios violentos, menor es la activación de las áreas del cerebro para el pensamiento, el aprendizaje, el razonamiento y el control emocional. ¡Habla de adormecer a los niños!

En mi opinión, los medios violentos deben considerarse un riesgo para la salud tan grande como el uso del tabaco (en realidad, los efectos son más fuertes para los medios violentos). Y la sociedad debería opinar sobre la disponibilidad de medios violentos. Es injusto poner la vigilancia de los productos de los medios de comunicación en la espalda de los padres cuando hay tantos elementos tóxicos causados ​​por el hombre para monitorear en la vida de un niño hoy (alimentos, aire, agua, tierra, juguetes, productos personales) y los padres no lo hacen. recibir la información que necesitan para ayudar a tomar decisiones. Los padres pueden pasar las 24 horas del día, los 7 días de la semana, siendo guardias corporales de cada movimiento de sus hijos debido a la interminable embestida de productos y medios dañinos.

En su lugar, brindemos ayuda a los padres y controlemos socialmente el suministro de medios violentos. Esto no solo protegerá a los menores sino que nos protegerá a nosotros mismos. Los riesgos para la salud pública son demasiado grandes para hacer lo contrario. Preferiría tener vecinos que tengan empatía y capacidades completas para tomar decisiones, ¿no es así?