Los Riesgos y Consecuencias del Terrorismo Nuclear
El terrorismo nuclear indica el uso o la amenaza de utilizar materiales radioactivos altamente concentrados, o usar artefactos fabricados con ellos, de forma intencional en actos de terrorismo para generar pánico; Y en otros casos también se les considera terrorismo nuclear a los ataques a instalaciones este tipo.
Normalmente este término lo caracterizamos, a la utilización de una bomba nuclear por parte de un grupo fuera del margen de la ley. Pero también puede tomar otras formas. No se tiene que hacer explotar una bomba nuclear para provocar consecuencias similares a una explosión nuclear.
Las armas nucleares son el arsenal más peligroso de la Tierra hasta hoy en día. Una sola bomba puede destruir una ciudad completa, causar la muerte de millones de personas, todo ser vivo y poner en peligro el medio ambiente y las vidas de las futuras generaciones debido a sus efectos catastróficos a largo plazo. A lo largo de la historia las armas nucleares solo se han utilizado dos veces en la guerra. En la segunda guerra mundial, era el año 1945 los EE.UU lanzaron dos bombas nucleares sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Las consecuencias fueron inimaginables, la población civil de este país fueron los verdaderos afectados: causaron más de 300.000 muertes antes de que trascurrieran tres meses, otras 600 mil víctimas que estuvieron expuestas a la radiación, además de más cuatro millones de afectados entre los heridos y enfermos a causa de las explosiones.
Después de los ataques del 9/11 a las torres gemelas, Estados Unidos se vio con la necesidad de dar respuesta a potenciales ataques terroristas, mejorar la seguridad nacional y contrarrestar estos grupos al margen de la ley. Con los conflictos de medio Oriente se dio a conocer los ataques que estaban perpetrando a las instalaciones nucleares de estos países, robando material radioactivo y con esto armar las famosas “bombas sucias” y hacer estallarlas en la población para demostrar su poder armamentista.
El desarme nuclear es la mejor medida de protección contra tales peligros, aunque el logro de este objetivo ha sido un reto inmensamente difícil. Entre las amenazas imaginables las más preocupantes son las relacionadas con la energía nuclear, como el robo de material fisible o el sabotaje de instalaciones por grupos terroristas. La seguridad física nuclear no puede aislarse de retos como el desarme y la no proliferación.
Los países están preocupados sobre el terrorismo nuclear, la mejor manera de contrarrestar este riesgo puede ser la seguridad en sitios nucleares del gobierno y civiles. No se necesitaría ser experto en radiación para conocer las consecuencias de un ataque terrorista nuclear, pero, ¿se trata de una amenaza real??
En 2015, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, antes todo el país menciono que el riesgo de que ISIS u otro grupo extremista adquiriera armas radioactivas seguía siendo “una de las mayores amenazas a la seguridad mundial” El presidente estadounidense agrego que la comunidad internacional como la OTAN actúe de forma conjunta para garantizar la protección del material nuclear y así prevalecer la Paz mundial.
En el mundo existen 1.8 millones de kilogramos de uranio. Para armar una bomba nuclear, se necesitarían 25 kilogramos de este material. Los cuales lo podrían obtener en un año o menos. Aún hay 2.000 toneladas de material nuclear aproximadamente en todo el mundo y no está todo correctamente protegido y aislado. Sólo una pequeña cantidad, ‘del tamaño de una manzana’, podría matar, lastimar y enfermar a cientos de miles de personas, así que el riesgo es totalmente verdadero.
Hay antecedentes de estos ataques, aunque no hayan salido a la luz completamente Incluso se han hecho intentos. En 2014, el grupo terrorista ISIS, tras capturar la ciudad iraquí de Mosul, tuvo acceso a partes de cobalto resguardado en un almacén de la Universidad de dicha ciudad. Este material tenía un nivel de radiación letal, que se usa para tratamiento del cáncer, es el ingrediente principal de una bomba nuclear. Altas esferas del gobierno y expertos nucleares consideraron que ISIS falló en utilizarlo porque no pudieron acceder al material radioactivo sin exponerse a la radiación mortal.
Otro caso ocurrió en 2015, descubrieron que un grupo Islámico que estuvo involucrado en los ataques de Bruselas estaban viendo secretamente a un científico nuclear belga que trabajó en la planta nuclear de Tihange con el objetivo de usar material del complejo para la creación de dichas bombas.
Los noticieros nos dicen como si pañitos de agua tibia fueran, “Si bien el terrorismo nuclear es una preocupación, la mayoría de los ataques se realizan con explosivos convencionales”.
El cine se ha encargado de demostrarnos el poder que tienen estas bombas, mostrándonos grupos terroristas enfocados en destruir el mundo, dando a entender que el gobierno siempre tiene todo controlado, sin embargo, la realidad supera la ficción, quien diría que tras bambalinas ocurren todos estos sucesos. Colombia a pesar de que su fuerza armada no cuenta con poder nuclear, solo cuenta apenas con un pequeño reactor nuclear, pero es uno de los países que también sufre por ello. Hay gran preocupación por los primeros hallazgos en Colombia de actividad de explotación de uranio en Samaná, Caldas. se han hallado 12,9 millones de toneladas de uranio, de un valor que supera los 60 millones de dólares aproximadamente.
Pero la Corte Constitucional no se queda atrás y le da su aval a un tratado por el que Colombia se compromete a implementar a su normatividad delitos por el uso ilegal de materiales nucleares, actividad que actualmente no es ilegal en Colombia, entre ellos el hurto de material nuclear y el sabotaje a instalaciones nucleares, como nuestro pequeño reactor que aún lo conserva ya que es más rentable seguirlo operando que desmantelarlo. Ya que el tema de la guerra interna del país está más que viva, con el resurgimiento de las FARC 2.0, el miedo se mantiene ya que estos ejércitos privados e ilícitos tienen como financiar sus armamentos, no me extrañaría la inclusión de estos métodos de terrorismo, Colombia se une a la campaña internacional para controlar estos elementos que en manos equivocadas pueden derivar una catástrofe, un miedo latente desde los años de Pablo Escobar.
Cabe resaltar por último que este es un riesgo real que vivimos en el siglo XXI, que ningún país se libra de esta problemática tan grave, en cualquier momento un grupo de estos puede obtener una bomba y hacerla estallar en cualquier parte del mundo
